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- «Primero, quiero que vayas al Templo Jedi. Los cogeremos por sorpresa. Haz lo que debas hacer, Lord Vader. No vaciles; no muestres piedad.»
- ―Darth Sidious a su nuevo aprendiz Darth Vader
La Operación: Caída del Caballero, que tuvo lugar en el 19 ABY, inmediatamente antes del final de las Guerras Clon, fue uno de los primeros conflictos de la Gran Purga Jedi. Después de ayudar en la muerte del Maestro Jedi Mace Windu y someterse a la tutela del Señor Oscuro de los Sith Darth Sidious, conocido en la galaxia como Palpatine, Canciller Supremo de la República Galáctica, el Caballero Jedi Anakin Skywalker cayó al lado oscuro y fue ungido como Darth Vader. Justo después, a Vader se le asignó un destacamento de soldados clon de la Legión 501 y se le asignó la tarea de asaltar el Templo Jedi en Coruscant junto con ellos. Esta masacre, así como el mandato dado a los clones de matar a sus oficiales Jedi en el campo, marcó el comienzo de una caza de Jedi en toda la galaxia. La mayoría de los Jedi dentro del Templo fueron ejecutados por los invasores mientras el Templo ardía, y pocos minutos después del inicio de la Purga, gran parte de la Orden Jedi fue aniquilada.
Durante la lucha, Vader alteró una baliza que alertaba a los Jedi de toda la galaxia (aquellos que aún no habían caído ante los clones en sus filas) de que las Guerras Clon habían terminado y les ordenó regresar al Templo, donde yacía una guarnición de soldados clon esperando para acabar con ellos. Todos los Jedi que cumplieron con el mandato de la baliza fueron asesinados por escuadrones de clones, algunos de los cuales estaban disfrazados de Jedi. Para evitar muertes, dos Maestros Jedi supervivientes, Obi-Wan Kenobi y Yoda, se infiltraron en el Templo y cambiaron la baliza, cambiando el mensaje para alejar a los Jedi supervivientes y ordenándoles que se escondieran. Con la finalización de la operación, los cuerpos de los Jedi asesinados fueron quemados públicamente en una enorme pira frente a la entrada pública del Templo Jedi.
Preludio[]
- «En nombre del Senado Galáctico de la República, queda arrestado, Canciller.»
«¿Es una amenaza, Maestro Jedi?»
«El Senado va a decidir su suerte.»
«Yo soy el Senado.»
«Aún no.''» - ―Mace Windu y Palpatine
Desde su primer encuentro, el Canciller Supremo Palpatine, secretamente el Señor Oscuro de los Sith, Darth Sidious, tenía interés en Anakin Skywalker, un niño decidido a aprender las costumbres Jedi.[3] Se posicionó como mentor y figura paterna del niño para poder influir en sus decisiones. Skywalker confiaba absolutamente en Palpatine, confiándole sus mayores secretos, como la masacre de los Incursores Tusken en Tatooine, su relación con la senadora Padmé Amidala, el embarazo de ella con su hijo y sus visiones de su muerte al dar a luz. En el 19 ABY, cerca del final de las Guerras Clon, Palpatine invitó a Skywalker, que ahora era un Caballero Jedi, a una representación del Lago de los Calamares por el Ballet Mon Calamari en la Casa de la Ópera de las Galaxias. Allí, le recitó a Skywalker La tragedia de Darth Plagueis el Sabio, diciéndole que había técnicas Sith que podía aprender para salvar a Amidala. Más tarde, Palpatine le admitió a Skywalker que sabía cómo utilizar el lado oscuro de la Fuerza, y Skywalker se dio cuenta de que en realidad era un Lord Sith. El Caballero quedó impactado por esta revelación y huyó al Templo Jedi para informar al Maestro Jedi Mace Windu,[1] quien inmediatamente informó a los Jedi en el Templo[8] antes de tomar un escuadrón de Maestros para detener al Sith.[1]
Palpatine le cuenta a Anakin Skywalker sobre Darth Plagueis.
En su oficina en Coruscant, Sidious se enfrentó al grupo de Windu, y todos menos Windu fueron rápidamente asesinados por el Sith. Sidious y Windu continuaron peleando hasta que llegó Skywalker. Decidiendo que la vida de Amidala era más importante para él que su compromiso con los Jedi, Skywalker cortó el brazo de Windu para salvar al Lord Sith, y Sidious arrojó a Windu por una ventana hasta su muerte. Skywalker luego se comprometió con las enseñanzas Sith de Sidious y fue apodado "Darth Vader".[1] Sidious aprovechó este momento para admitir cuidadosamente que en realidad no conocía el secreto para preservar la vida, para disgusto de Vader, pero le aseguró a su discípulo que lo encontrarían juntos.[8] Con eso, Sidious declaró a la Orden Jedi una amenaza para la República Galáctica, asignando a Vader la tarea de marchar por los pasillos del Templo Jedi y eliminar esta creciente "amenaza".[1] Un gran destacamento de soldados de la Legión 501 fue transferido a Coruscant para servir a Lord Vader durante la misión.[9]
Sin embargo, Sidious no sabía de las verdaderas intenciones de Vader al participar en el ataque al Templo.[3] Vader, al darse cuenta de que Sidious lo había estado manipulando todo el tiempo después del asesinato de Windu y la admisión de que no podía salvar a Amidala,[8] tenía la intención de ayudar a destruir a los Jedi y la República porque sabía que nunca entenderían la muerte de Windu en el contexto de que ayudaría a salvar a quien amaba en contra de la voluntad de los principios de la Orden, y que, a los ojos de la ley de la República, lo marcarían como un traidor por ello. Planeaba ayudar a Sidious en su plan para poner a la galaxia bajo su gobierno supremo solo para volverse contra su nuevo Maestro una vez que Amidala fuera salvada. Vader sabía que la República se opondría al gobierno de un traidor, un criminal de guerra y un terrorista una vez que tomara el mando, a pesar de su intención de traer estabilidad a los ciudadanos de la galaxia a través de ese medio. De mala gana decidió que las acciones que tomaría esa noche eran necesarias para que su objetivo se hiciera realidad.[3]
Mientras Vader se preparaba para comenzar su misión, Sidious promulgó la Orden 66, un mandato que los soldados clon de la República en toda la galaxia habían sido condicionados a seguir sin lugar a dudas desde antes de que estallaran las Guerras Clon. Les ordenó atacar y matar a sus comandantes Jedi en nombre de la República.[10] En cuestión de minutos, muchos Jedi fueron asesinados por sus subordinados anteriormente leales,[1] aunque algunos sobrevivieron a la Orden.[11][12][13]
Jocasta Nu, la bibliotecaria jefe de los Archivos Jedi, sintió algo sospechoso esa noche. Ella envió a su Padawan, Jin-Lo Rayce, a los niveles inferiores de Coruscant con mapas detallados de la parte más vulnerable del planeta para protegerlo de lo que pronto se convirtió en la incursión, la Operación: Caída del Caballero.[14]
La incursión[]
Marcha hacia el Templo[]
- «Vi miles de tropas atacar el Templo Jedi. Por eso fui a buscar a Yoda.»
- ―Bail Organa
Bajo el mando del comandante CC-1119 "Appo"[3] y otro soldado clon comandante,[4] los soldados de la 501 fueron transportados a Coruscant en varios Destructores Estelares clase Venator que permanecieron sobre la ciudad durante toda la operación. Marchando silenciosamente hacia las puertas del Templo con los clones, Darth Vader fue recibido por el Maestro de Puertas Jedi Jurokk, a quien Vader le preguntó sobre el paradero del actual comandante del Templo, la Maestra Jedi Shaak Ti. Después de que Jurokk le dijera que estaba meditando en el Templo, Vader mató al Maestro de Puertas y condujo a los clones al interior.[8] Después de entrar al templo, Vader exigió que un Jedi sacara un sable de luz y se convirtiera en uno con la Fuerza, alegando que el complot de la Orden para "derrocar" al Canciller Palpatine había fracasado, para confusión de los Jedi. Vader mató al Jedi y luego procedió a acechar por los pasillos. Eliminó a todos los Jedi que encontró mientras destruía los controles remotos de combate Marksman-H que encontraba y que custodiaban el Templo Jedi.[4]
Mientras los soldados se dispersaban por los pasillos abovedados del Templo siguiendo las instrucciones de Appo,[3] Vader tomó un pequeño grupo de clones para capturar el centro de comunicaciones a través de los Archivos Jedi. Allí, un Caballero Jedi llamado Sha Koon, cansada por su investigación de un Sith que los Jedi sospechaban que estaba manipulando la guerra, se despertó con el humo y una batalla que se libraba en el Templo. Aunque sorprendida por los clones en los pasillos que rodean el Archivo, sintió su intención a través de la Fuerza y huyó ciegamente a las profundidades del Templo.[15]
La Legión 501 marcha hacia el Templo Jedi.
Al acercarse a la biblioteca, una de las unidades clon informó. Le informó a Vader que estaban en camino para reagruparse con él. Luego, Vader se enfrentó a dos Jedi que crearon una barrera de Fuerza alrededor del otro, asegurando que Vader no pudiera matarlos mientras lo atacaban. Sin embargo, Vader los mantuvo a raya el tiempo suficiente para que llegara la unidad clon y los matara. Luego, Vader ordenó al comandante que tomara sus tropas y destruyera sus naves para asegurarse de que ninguno escapara.[4] Vader entró en la biblioteca del Templo con otro contingente de clones y le dijo a Jocasta Nu que le concediera acceso a la sala de comunicaciones bajo las órdenes del Canciller Supremo. Cuando encendió su sable de luz para enfrentarse al Sith, citando que sólo el Consejo Jedi podía autorizar el acceso, en represalia, Vader usó la Fuerza para empalarla con su propio sable, matándola.[7] Después de que los clones confirmaron que todas las naves que escapaban habían sido destruidas, Vader colocó clones en todas las salidas para asegurarse de que ningún Jedi pudiera salir o entrar para ayudar a las fuerzas del Templo. Vader eliminó a los Jedi restantes que estaban escondidos en la biblioteca mientras las tropas se ubicaban.[4]
Sha Koon sintió la muerte de Nu a través de la Fuerza. Al mismo tiempo, también identificó a Skywalker como el autor de esta masacre y se dio cuenta de que se había alejado de la luz para convertirse en un Lord Sith. Esto aumentó su voluntad de sobrevivir, lo que hizo utilizando los mismos pasadizos que Rayce usó para escapar, habiéndose enterado de ellos antes por él.[15]
La Operación: Caída del Caballero[]
- «Lo que recuerdo del surgimiento del Imperio es… lo callado que fue. Durante las últimas horas de las Guerras Clon la Legión 501 fue transferida discretamente de vuelta a Coruscant. Fue un viaje silencioso. Todos sabíamos lo que pasaría, lo que íbamos a hacer. ¿Teníamos dudas? ¿Pensamientos traicioneros que nos guardamos? Tal vez, pero nadie dijo una sola palabra. Ni en el vuelo de regreso a Coruscant, ni cuando fue dictada la Orden 66, ni cuando marchábamos hacia el interior del Templo Jedi. Ni una sola palabra.»
- ―Extracto del Diario de la 501
Vader ejecuta incluso a los jóvenes del Templo
Los clones cargaron hacia el vestíbulo del Templo para encontrar una fuerte resistencia por parte del personal Jedi y de las Fuerzas de Seguridad del Templo, y finalmente limpiaron la Cámara del Alto Consejo de resistencia. Luego se les ordenó pacificar la biblioteca y defender los estantes de hololibros de los Jedi que intentaban destruirlos hasta que se pudiera realizar una descarga de contenido para capturar la información confidencial de los Jedi y los secretos de los Sith. Después de que se tomó esa información, los clones lucharon para adquirir un holocrón que detallara el conocimiento Sith y Jedi de los Archivos, entregando el dispositivo a un Transporte de Asalto de Baja Altitud en espera para su transporte fuera de la batalla.[9]
En el frente de Vader, un Jedi zabrak activó un sistema de defensa con escudo de rayos y se escondió en una habitación protegida por un escudo durante la masacre. Una vez que Vader desactivó los escudos y mató al alienígena, él y un grupo de clones fueron emboscados por una banda de francotiradores Jedi en una sala. Por sugerencia de un clon, Vader derribó una gran estatua para aplastar a los guerreros y usó un trozo para abrirse camino hacia una sala de estudio, donde su grupo eliminó a varios estudiantes Jedi y a varios brutos Jedi. Cuando se lanzaron interceptores Jedi en un intento de reducir la fuerza clon, Vader se apoderó de un arma antiaérea para derribarlos, dirigiéndose al centro de comunicaciones en la cima de la Torre del Alto Consejo una vez que hubo acabado con la última nave. Alteró y transmitió una baliza ordenando a todos los Jedi que regresaran al Templo Jedi[7] bajo la autoridad del Alto Consejo[3] porque la guerra había terminado, lo que llevó a cualquiera que atendiera el llamado a la muerte a manos de los clones. Mientras tanto, el Maestro de Batalla Jedi Cin Drallig logró penetrar las defensas de nivel superior, y Vader decidió lidiar con él, ordenando a los asesinos clon cercanos que protegieran la baliza con sus vidas.[7]
Cazando a los Maestros y a los niños[]
- «Maestro Skywalker, son demasiados. ¿Qué vamos a hacer ahora?»
- ―Sors Bandeam, justo antes de que Darth Vader matara a su clan y a él.
Vader se enfrenta a un duelo con el Maestro de Batalla Cin Drallig mientras estrangula a Bene.
Antes de localizar a Drallig, Vader se abrió paso a través del Cuartel del Primer Conocimiento hasta una de las muchas salas de reuniones, donde el antiguo aprendiz de Drallig, Serra Keto, se enfrentó a Vader en un duelo. Saltando a un balcón que daba a una terraza de entrenamiento en la Torre del Primer Conocimiento, intentó golpear a Vader, pero Vader se alejó y ella cortó un pilar, lo que le permitió a Vader derribarlo y usarlo para aplastarla.[7]
Cuando los Maestros Jedi restantes se dieron cuenta de que el Templo estaba perdido, comenzaron a enviar Caballeros y Padawans a través del Recinto del Templo. Vader se dirigió a la base del Templo, donde encontró a Drallig custodiando a un grupo de jóvenes[16] que huían a los que había estado instruyendo en combate con sables de luz[17] en la Sala de las Mil Fuentes. Después de asesinar a dos de los aprendices de Drallig, Bene[16] y Whie Malreaux, el Sith entro en duelo con Drallig junto con el Padawan restante. Después de un tiempo de duelo, Drallig ordenó al Padawan retirarse, comenzando a batirse en duelo con Vader personalmente.[4] Vader hirió de muerte a Drallig al cortar al Maestro de Batalla desde el hombro hasta el torso. El escuadrón de clones que acompañaba a Vader atacó a los otros Padawans que Drallig estaba protegiendo, matando a la mayoría de ellos.[8] También se había asignado a un Jedi zabrak para proteger a un grupo de jóvenes. Fue atrapado por Vader y, tras un breve duelo, fue derribado.[18]
Mientras los clones continuaban el ataque, Darth Vader descubrió a Shaak Ti dentro de sus habitaciones. Después de batirse en duelo y desorientar al Lord Sith, logró liderar a un grupo de Padawans y sus Maestros fuera del Templo y luego aseguró el paso de un pequeño número de sus pupilos a través de Entrañas de Coruscant.[13] Arligan Zey, el líder de la Brigada de Operaciones Especiales del ejército clon, había ido al Templo al enterarse de la muerte del General Grievous, un cazador de Jedi y Comandante Supremo del Ejército Droide Separatista, en Utapau, solo para quedar atrapado en la batalla dentro de los pasillos de su santuario. Salió del Templo y encontró el camino de regreso a sus oficinas en los Barracones de la Compañía Arca, donde su ayudante, un Comando Avanzado de Reconocimiento capitán apodado "Laberinto", lo ayudó a huir del planeta.[19] Entre los otros supervivientes se encontraban el Jedi Kazdan Paratus, que huyó asustado;[13] Jax Pavan, un Caballero Jedi;[20] y el último Conservador de Registros.[21]
La incursión continua[]
- «Lo has hecho bien, mi nuevo aprendiz. Tus habilidades no tienen comparación con ningún Sith anterior a ti. Ahora, Lord Vader, ve y trae la paz al Imperio.»
- ―Palpatine, a Darth Vader
Los miembros de la Legión 501 acaban con los Jedi en el Templo Jedi.
Mientras tanto, la Legión 501 aseguró las cuatro cámaras del Consejo Jedi y luchó contra la Fuerza de Seguridad del Templo en la sala principal. Luego, Vader regresó de su duelo con Cin Drallig y mató a un Jedi junto con sus tropas, recogiendo su holocrón. Mientras concentraban la peor parte de su ataque en la sala, tres Maestros Jedi, que habían asumido una especie de mando militar sobre los Jedi restantes, condujeron a los últimos Jedi a la sala principal en un último intento de repeler a la 501. Los Jedi lanzaron una carga repentina contra Vader y los clones, pero a pesar de su ataque, los tres finalmente fueron asesinados junto con sus aliados por los insurgentes.[9]
Vader ascendió a la Torre del Alto Consejo para buscar más supervivientes en la Cámara del Consejo, y fue allí donde encontró todo un clan de jóvenes.[1] Un joven, Sors Bandeam,[22] se acercó a Vader desde donde se habían escondido los otros Jóvenes,[1] incluidos Shia Letap y Jeswi Ele[22]. Bandeam, sin darse cuenta de que Skywalker ahora era Vader y había desertado con los Sith, le preguntó qué iban a hacer los Jedi y, en respuesta, Vader ejecutó a todo el Clan.[1]
Mientras el Templo ardía, Bail Organa, el senador de Alderaan y simpatizante Jedi, aterrizó en la plataforma de aterrizaje de uno de los hangares de la Torre para investigar el incendio. Después de ser rechazado por los clones que custodiaban el hangar, el senador en retirada fue testigo de la ejecución de Zett Jukassa, un joven Padawan. Los clones comenzaron a disparar contra Bail Organa hasta que el sargento clon Fox les ordenó que se retiraran.[8] Fox, con la muerte de Jukassa, sintió que ya había habido suficientes asesinatos esa noche.[23]
Cuando la lucha comenzó a calmarse, Darth Sidious llegó al Templo para comprobar el progreso de Vader. Vader se arrodilló ante su Maestro y el Señor Oscuro lo felicitó. Sidious ordenó a Vader viajar a Mustafar para eliminar a los líderes de la Confederación de Sistemas Independientes, una facción opuesta a la República que se había separado tres años antes, reunida allí por Sidious para entablar conversaciones para poner fin al conflicto.[1]
Consecuencias[]
- «Ni siquiera los niños sobrevivieron.»
«No mataron los clones a este Padawan. Con un sable de luz fue.»
«¿Quién? ¿Quién hizo esto?» - ―Obi-Wan Kenobi y Yoda, al encontrar un grupo de aspirantes a Jedi asesinados en el Templo
El Templo Jedi en llamas
Mientras los incendios ardían durante la noche, los ciudadanos de Ciudad Galáctica observaron conmocionados cómo el símbolo de los Jedi era envuelto en llamas. Un organismo senatorial llamado Respuesta de Emergencia del Senado declaró la ley marcial en Coruscant,[8] cerró el recinto del Templo y cerró las vías aéreas circundantes, desviando todo el tráfico fuera del distrito. A las Operaciones de Rescate de Coruscant se les prohibió extinguir los incendios que cremaban el Templo, y se suponía que cualquier nave que intentara acercarse al Templo lo hacía con intenciones de traición. La Fuerza de Seguridad de Coruscant se unió a los clones para rastrear a los Jedi que huían, y los oficiales de la FSC ayudaron cuando la 501 se enfrentó a un grupo de Jedi que intentaban escapar del Templo a través de la Extensión del Puente Shinarcano.[2]
Al salir del Templo, Vader fue a visitar a su esposa a su apartamento y le explicó la destrucción del Templo diciéndole que los Jedi habían traicionado a la República. Él le dijo adónde iba y por qué, mientras le advertía que se mantuviera alejada de otros miembros del Senado, ya que dijo que allí también había traidores.[1]
Todo el asunto fue grabado y registrado desde lejos por numerosos forasteros, y el Templo en llamas fue mostrado constantemente a través de la HoloNet. Dicha cobertura continuó hasta los días posteriores a la Operación: Caída del Caballero. Estas transmisiones, sin embargo, fueron vagas, no dieron ninguna explicación y al mismo tiempo arrojaron especulaciones sobre el estado de varias facetas de la Orden, lo que generó mucha confusión y desinformación desenfrenada.[3]
Los clones comenzaron a contar los muertos una vez que el Templo fue pacificado.[24] Los soldados clon habían matado al Jedi Yoland Fee[25] y al Maestro Ali-Alann.[26] Se presume que la Caballero Jedi Olana Chion murió esa noche, aunque su cuerpo nunca fue identificado adecuadamente.[27] Además de las bajas Jedi, toda la fuerza de seguridad de los Caballeros Jedi había sido asesinada,[7] así como la mayoría de la Fuerza de Seguridad del Templo y los Cuidadores del Templo presentes durante la Operación: Caída del Caballero.[9]
Antes de que se apagaran los incendios, Palpatine convocó una reunión de emergencia del Senado Galáctico el día después del ataque al Templo. Durante la asamblea, informó a los senadores del intento de los Jedi de usurpar el control de la galaxia y de los eventos de la noche, produciendo imágenes de audio grabadas en secreto de su arresto como evidencia de que los Jedi habían intentado deponer al Jefe de Estado de la República sin una orden judicial. También les habló de la pacificación del Templo y de los esfuerzos de los clones en toda la galaxia para acabar con la organización tras darse cuenta de ello. Para convencer completamente a su audiencia de su causa, Palpatine pronunció un discurso afirmando que los Jedi habían orquestado la totalidad de las Guerras Clon para debilitar a la República y poder apoderarse de la galaxia. Palpatine anunció que, para evitar otro intento similar, la República Galáctica sería disuelta y luego reformada como un cuerpo unificado bajo su única y absoluta autoridad, el Imperio Galáctico.[8]
La incursión Jedi[]
- Kenobi: «¿No hemos tenido contacto con el Templo?»
- Yoda: «Un mensaje codificado de retirada recibimos.»
Organa: «Diciéndole a todos los Jedi que regresen al Templo. Indica que la guerra ha terminado.»
Kenobi: «Entonces hay que volver. Si queda alguien caerá en la trampa y morirá.» - — Obi-Wan Kenobi, Yoda, y Bail Organa
Yoda se abre camino hacia el Templo Jedi.
Tras la incursión, dos supervivientes de la Orden 66, Yoda y Obi-Wan Kenobi, recibieron el mensaje ordenando a todos los Jedi que regresaran al Templo e inmediatamente lo reconocieron como la trampa que era. Dado que la sesión de emergencia del Senado desvió gran parte de la guarnición clon estacionada en el Templo hacia el Edificio del Senado, los dos Maestros Jedi regresaron al Templo durante la reunión para aprovechar la reasignación de los clones.[8] Encontraron el Templo en ruinas, los fuegos aun ardiendo y los cuerpos de ambos lados del conflicto estaban esparcidos por los pasillos. Los pilares estaban rotos, las paredes estaban destrozadas, pasillos enteros se habían derrumbado y las estanterías de la biblioteca estaban hechas pedazos.[7]
El dúo descubrió que el Templo todavía estaba completamente custodiado por clones de una amplia variedad de clasificaciones de clones, incluidos francotiradores, soldados ígneos y artilleros pesados junto con los soldados estándar,[7] algunos de los cuales estaban disfrazados de Jedi.[8] Después de abrirse camino a través de sus antiguos aliados junto a Yoda, Kenobi pudo entrar a la sala de balizas. Allí, Kenobi descubrió al grupo de asesinos que Vader había dejado custodiando la baliza y los despachó a todos antes de reconfigurar la baliza para alejar a los Jedi.[7] Encontraron un holocrón que mostraba a Skywalker matando a Cin Drallig y sus Padawan antes de hablar con su Maestro Sith. Kenobi quedó impactado por la revelación de que Skywalker, su antiguo Padawan, había liderado la masacre. Fue con Amidala, quien había visto arder el Templo Jedi desde lejos, y se escondió en secreto en su nave cuando fue a enfrentarse a su marido en Mustafar. Esto llevó a un duelo entre los dos usuarios de la Fuerza.[1]
Los clones continuaron las operaciones de limpieza después de que los Maestros se marcharon. Apilando cuerpos Jedi e inventariándolos con las listas del Archivo, quemaron la mayoría de los cadáveres en los escalones de la entrada pública del Templo. Rápidamente una multitud se reunió ante la pira, mirando confundida los acontecimientos de la noche. Varios Jedi se encontraban entre ellos, como Dass Jennir, Shadday Potkin, y Koffi Arana, quienes vinieron a pesar del mensaje que los alejaba. El Maestro Jedi Kai Hudorra y una Padawan con la que había viajado a Coruscant, Noirah Na, habían tirado sus comunicadores y no se dieron cuenta del mensaje retransmitido advirtiéndoles que se mantuvieran alejados. Uno de los cada vez menos numerosos Jedi cargó hacia los escalones del Templo, llamando a los otros Jedi a unirse a él, sólo para ser rápidamente asesinado por los clones. Su muerte molestó a los presentes y la procesión se disolvió rápidamente.[24]
Murkhana[]
- «Es una transmisión en ráfaga codificada del Templo."
"¿Puedes descifrarlo?"
"No es un simple Nueve Trece. Dame un momento. El Alto Consejo está ordenando a todos los Jedi que regresen a Coruscant.» - ―Roan Shryne y Bol Chatak
El mensaje de la baliza Jedi llegó al mundo del Borde Exterior Murkhana, donde fue recibido por el Maestro Jedi Roan Shryne. La Maestra Bol Chatak, su Padawan Olee Starstone y Shryne escaparon de sus antiguos compatriotas clones después de la caída de la Orden 66, sobreviviendo a la ola inicial de asesinatos. Con la intención de seguir sus órdenes, se dirigieron a Ciudad Murkhana, donde encontraron transporte fuera del planeta. Sin embargo, antes de que pudieran conseguir una nave estelar, el grupo recibió el segundo mensaje del Templo. El trío quedó estupefacto por la transmisión contradictoria, pero antes de que pudieran pensar en ello, una gran fuerza de clones los detuvo. Shryne y Starstone escaparon de la captura y huyeron sin Chatak, quien había sido decapitado por Vader. La pareja finalmente se enteró de lo que había sucedido en los últimos días: que el primer Imperio Galáctico había surgido, mientras que la Orden Jedi ya no existía. El dúo decidió encontrar a los otros Jedi que habían sobrevivido para poder unirse y reconstruir la Orden desde cero.[3]
Confusión[]
- «A veces me despierto a mitad de la noche y miro al techo preguntándome si todo había sido un sueño. Un horrible sueño vacío, donde la esperanza se desvanecía como una estrella de muerte lenta.»
- ―Extracto de los escritos de Minos Fel'Kona
La cáscara quemada del Templo
Los rumores se extendieron como la pólvora tras la masacre del Templo. Uno de ellos fue que, debido a que no se sabía públicamente que eran el mismo hombre, Anakin Skywalker había luchado con los Jedi para proteger el Templo de Vader y la 501. Supuestamente, Skywalker había sobrevivido a todos los demás Jedi y se había enfrentado solo al ataque de la República, y finalmente murió mientras defendía a un grupo de niños. Nick Rostu, un hombre que sirvió como oficial en el ejército de la República durante las Guerras Clon, lo consideraría el mejor de toda la Orden, así como el mayor héroe que la galaxia tenía para ofrecer al público en general. Rostu sintió que su muerte fue la razón por la que la República cayó ante la dictadura de Palpatine.[29] Alternativamente, la gente creyó al recién bautizado Emperador Galáctico Palpatine[3] cuando afirmó que los Jedi habían intentado dominar la galaxia.[1] Usó tales comentarios para justificar la masacre de los Jedi en el Templo y en otros lugares como parte de la Gran Purga Jedi, afirmando que la 501 había sido enviada al Templo para razonar con los Jedi sobre su intento de arrestarlo. Saludó a los clones por matar a los traidores sin ningún tipo de vacilación cuando se negaron a negociar[3] y atacaron en su lugar.[30]
El Maestro Jedi Minos Fel'Kona sobrevivió a la Orden 66 y se refugió en el planeta Cularin como muchos otros Jedi. Quedó desilusionado por la afirmación de Palpatine de que la Orden Jedi era el enemigo de la galaxia y decidió escribir sobre ello en un diario digital. El datapad detalla sus sentimientos tras el ascenso al poder del Imperio. El mensaje de Fel'Kona fue encontrado más tarde y subido a la HoloNet de Cularin.[28]
En los Territorios del Borde Exterior a bordo de la nave estelar Peregrino Gris, la Padawan Maris Brood y su maestro sintieron una perturbación en la Fuerza después de la Operación: Caída del Caballo y la Orden 66. Todos sus intentos de contactar al Templo Jedi no obtuvieron respuesta, el Maestro de Brood la abandonó en busca de respuestas. Su maestro le dijo que Darth Vader había eliminado la Orden Jedi, pero desapareció. Brood juró vengarse de Vader por lo que había hecho, pero Shaak Ti la encontró y la disuadió. Los dos se establecieron en el planeta Felucia y vivieron juntos durante varios años. No obstante, Brood nunca dejó que esos sentimientos de venganza disminuyeran.[31]
Legado[]
- «Es posible que, en el futuro, podamos descubrir lo que significa ser un Jedi en el Imperio. O mejor aún, podremos redescubrir lo que significaba ser un Jedi en la República.»
- ―Extracto de los escritos de Minos Fel'Kona
Sidious envió a Vader al Templo meses después de la masacre para recuperar información sobre los rumoreados holocrones Sith que posiblemente habían estado escondidos en algún lugar de las bóvedas de la biblioteca. Vader creyó reconocer la verdadera intención de Sidious de inmediato: su Maestro deseaba recordarle lo que había hecho, que ahora servía a los Sith.[3] Tras reflexionar, Vader creyó que sus acciones eran como cualquier deber que había realizado como Jedi: lo había completado lo mejor que podía y no sentía remordimiento por ninguno de los que mató. De hecho, sentía que su misión era más justa que cualquier cosa que hubiera hecho por sus antiguos aliados.[32] En realidad, Sidious lo envió al Templo para aceptar lo que había hecho allí para poder superarlo, volverse más fuerte y volverse dócil en su posición de aprendiz. Sidious se sintió confundido cuando, en cambio, Vader regresó con él más enojado que antes y temió haber hecho que, sin darse cuenta, Vader estuviera más descontento con su posición.[3]
Crys Taanzer le cuenta las noticias de la Operación: Caída del Caballero a Bomo Greenbark.
Por esa época, surgió una nueva organización en Coruscant, una resistencia contra el gobierno totalitario conocida como Latigazo. Estas personas ayudaron a algunos de los trabajadores del Templo que habían sobrevivido a la Operación: Caída del Caballero y surgieron rumores que sugerían que los Caballeros Jedi y los estudiantes Padawan también estaban bajo su cuidado. Estos indeseables políticos, etiquetados como "enemigos del estado", fueron transportados a lo largo de un sistema de casas seguras y refugios conocido como Underground Mag-Lev y fueron ayudados a salir del planeta. Algunos de ellos incluso se unieron a la organización.[20]
Después de la batalla, todas las grabaciones oficiales de la batalla fueron borradas[33] y el Templo permaneció prácticamente intacto[34] como un monumento al poder de Palpatine, así como una advertencia para sus enemigos,[13] con la principal excepción de la biblioteca Jedi. El contenido de la habitación fue despojado, saqueado o destrozado más allá de cualquier posibilidad de recuperación a medida que pasó el tiempo después de la Operación.[35] Los únicos registros oficiales de la batalla provinieron de fuentes impresas, más específicamente un artículo sobre la Legión 501 del comandante Mak Tennar, incluido en la guía militar Manual Imperial: Guía del Comandante. Luke Skywalker, el hijo de Anakin Skywalker, anotaría más tarde en el manual que ésta y otras declaraciones impresas son los únicos detalles de la batalla que pudo encontrar, y deseó poder saber más sobre el evento.[36] Nunca se reparó ningún daño de batalla o vandalismo. La única adición fue una plataforma de aterrizaje, hecha para reemplazar el hangar destruido, que sobresalía del costado de la estructura. Muchos caminos en el Templo estaban permanentemente sellados por escombros, y el edificio se usaba para almacenar sables de luz tomados de muchos Jedi asesinados, entre ellos los de Tru Veld. El Imperio difundió rumores sobre el uso del Templo como prisión Jedi para atraer a cualquier Jedi curioso al área para que pudiera ser capturado; El Jedi Fy-Tor-Ana y el ex Padawan Ferus Olin cayeron en esta artimaña.[34] Cuando los Jedi fueron reformados como la Nueva Orden Jedi, los archiveros Jedi como Mander Zuma,[37] puestos en servicio en el 19 DBY,[38] fueron encargados de encontrar ejemplos duplicados de documentos recuperados de los Archivos arruinados para autenticar los hallazgos.[37]
El droide astromecánico personal de Anakin Skywalker, R2-D2, robó un breve clip de Vader y un grupo de clones matando a Drallig y sus Padawan a su cargo. Se lo mostró de mala gana al hijo de Skywalker, Luke, cincuenta y cinco años después.[39] En el 40 DBY, el sobrino de Luke, Jacen Solo, estaba en conflicto con su propia decisión de convertirse en un Lord Sith, por lo que, en el Templo Jedi de reemplazo, retrocedió hasta el momento de la incursión para comprender el motivo de su abuelo para el ataque. Solo vio a Vader asesinar a muchos Jedi, pero fue interrumpido por un soldado clon que levantó su rifle bláster hacia el viajero del tiempo y lo obligó a regresar a su propio tiempo.[40]
En el 138 DBY, Darth Krayt, que había sido un Jedi en el momento de la Operación, recordó haber sentido los gritos de los Jedi moribundos y una intención extrema de matar a través de la Fuerza después de la Orden 66. Krayt estaba a punto de invadir el Templo de los Sith, el Templo Jedi reconstruido que había caído en manos de los Sith a raíz de otra Purga Jedi 149 años después de la Operación: Caída del Caballero. Comparó esa intención asesina con la suya hacia su Voz, Darth Wyyrlok, quien había herido gravemente a Krayt y le había usurpado el restablecido trono Imperial.[41]
Entre bastidores[]
- «Entonces [Sidious] dice: 'Está bien, ahora [salvaré a tu esposa], pero ahora tienes que hacer todas estas cosas: tienes que matar a los Jedi porque si no matas a todos los Jedi, incluso si "Dejen a uno con vida, incluso si es solo uno de los niños pequeños; volverán y nos atraparán y estaremos lidiando con esto para siempre»
- ―George Lucas en el comentario de La Venganza de los Sith
Imagen promocional cortada de un soldado clon disfrazado de Jedi
La erradicación de la Orden Jedi y el cambio de Anakin Skywalker se mencionaron indirectamente por primera vez en la trilogía original y más tarde en EEl Cortejo de la Princesa Leia de Dave Wolverton, aunque las circunstancias de estos eventos no lo fueron. Sin embargo, en 2005, la novelización de Star Wars Episodio III: La Venganza de los Sith y la novelización juvenil se publicaron antes del estreno en cines de la película, representando el evento por primera vez. A pesar de eso, el evento apenas se menciona en la novela, que salta a la escena con Bail Organa después de que Darth Vader matara a Jurokk. LEGO Star Wars: The Video Game, un videojuego no canónico que se lanzó tres días después de las novelas, contó con la primera presentación visual del evento. La breve escena se basó en la escena de La Venganza de los Sith en la que Yoda y Obi-Wan Kenobi ven imágenes de seguridad holográficas de las acciones de Vader. Se ve a Shaak Ti siendo asesinada en su habitación, una escena que iba a estar en la película antes de que fuera cortada,[42] seguida de Vader arrodillándose ante Darth Sidious, como se ve en la película.
George Lucas, el creador de Star Wars, consideró que la parte de la incursión en la que aparecía Sors Bandeam y su clan era muy necesaria. Quería demostrar cuán lejos había caído Skywalker de su pedestal como Caballero Jedi, pero no tenía absolutamente ninguna intención de mostrarlos asesinados. No obstante, otro niño, Zett Jukassa, murió en la pantalla. Fue interpretado por el hijo de Lucas, Jett Lucas.[43]
Las circunstancias que rodearon la incursión se exploraron más a fondo en Star Wars: Battlefront II y el videojuego de La Venganza de los Sith, que hizo que la masacre fuera jugable y al mismo tiempo reveló algunos de los objetivos secundarios de la República en transformación, como la adquisición de datos en la biblioteca Jedi. La versión para Nintendo DS de La Venganza de los Sith implicó erróneamente que la Operation: Caída del Caballero había ocurrido justo cuando Obi-Wan Kenobi había llegado a Utapau, en lugar de después. Battlefront II mostró a Kenobi luchando junto a la 501 allí antes de que fueran transferidos a Coruscant.
En el videojuego de La Venganza de los Sith, Vader y los clones se enfrentaron a Jedi clasificados como brutos Jedi y francotiradores Jedi. Después del lanzamiento del juego, Leland Chee los describió como personajes simplemente genéricos y mecánicos del juego y que no debían tomarse como designaciones canónicas. Su decisión sobre esto fue luego reemplazada por su inclusión en La Senda Jedi de Daniel Wallace.
The Complete Star Wars Encyclopedia declaró que Serra Keto había sido expulsada de la Orden antes de una eventual muerte a manos de Vader, mientras que el videojuego de La Venganza de los Sith la muestra claramente luchando contra Vader como un Caballero Jedi durante la Operación: Caída del Caballero. Además, The Essential Atlas de Daniel Wallace y Jason Fry, publicado en 2009, menciona la Operación en su sección sobre los acontecimientos de La Venganza de los Sith. Esta sección establece que la Operación fue parte de la Orden 66. Sin embargo, esto es incorrecto porque tuvo lugar por orden personal de Sidious a Vader, no debido a su posterior promulgación de la Orden 66.[1]
En el episodio "Fantasmas de Mortis" de la serie de televisión Star Wars: The Clone Wars, el Hijo le muestra a Anakin Skywalker una visión de su futuro que incluye partes de los eventos de La Venganza de los Sith. Una de estas visiones fue la de Skywalker levantando su sable de luz para derribar a un niño inmediatamente después de una visión de Palpatine usando un rayo de la Fuerza, y antes de ver a Padmé Amidala estrangulanda con la Fuerza justo antes de su duelo con Obi-Wan Kenobi. Tomadas como visiones cronológicas de la película, e interpretando la escena de Palpatine a partir del enfrentamiento con Mace Windu, situarían a este niño como víctima de la Operación: Caída del Caballero.
Contenido eliminado[]
Originalmente, Kenobi y Yoda iban a ser recibidos por un escuadrón de soldados clon disfrazados de Jedi en la película. Una imagen promocional de Temuera Morrison como uno de estos clones se encuentra en el segundo disco del DVD de La Venganza de los Sith, lo que sugiere que fueron considerados para la película. Esta escena todavía aparece en LEGO Star Wars: The Video Game y su juego recopilatorio, LEGO Star Wars: The Complete Saga, y los clones son personajes jugables en ellos. No obstante, un grupo de estos clones apareció en la novelización, haciéndolos canónicos dentro de Star Wars Legends.
Apariciones[]
Apariciones no canónicas[]
- «Evil Eyes» — Star Wars Manga: Black (Aparece como visión de Iguni)
- LEGO Star Wars: The Video Game (Primera aparición) (Aparece como holograma)
- LEGO Star Wars: The Complete Saga (Aparece como holograma)
- Star Wars: Republic Commando: Order 66
- Tag & Bink: Revenge of the Clone Menace
Fuentes[]
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