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Este artículo trata sobre un tema incluido en las Leyendas.

La batalla por el Beso Cortante fue una batalla en el 7 DBY entre la flota de la Nueva República del general Han Solo y las fuerzas del señor de la guerra Zsinj, por la posesión del Superdestructor Estelar Beso Cortante.

Antecedentes[]

Esta batalla ocurrió casi inmediatamente después de la Batalla de Kuat, tan pronto como las fuerzas de la Nueva República pudieron rastrear la flota de Zsinj.

La batalla[]

Preludio[]

«¿Un crucero mon calamari en el camino de dos Superdestructores Estelares? Apunten con todos los cañones de ambas naves.»
―Señor de la guerra Zsinj[1]

Cuando Zsinj escapó con el Beso Cortante, sólo dio un pequeño salto rápido para alejarse de Kuat. Después regresó al espacio real tanto para pagar a los piratas que le habían ayudado como para contar sus pérdidas, mientras el equipo del capitán Raslan terminaba de asegurar el Beso Cortante. Raslan informó a Zsinj que el Superdestructor Estelar estaba completamente funcional excepto por el hipermotor que gastaba demasiada energía al operar. Zsinj desestimó ese problema y compartió un momento de triunfo con su confiable segundo al mando, el general Melvar. Mientras ambos hombres comentaban el éxito de su operación, fueron interrumpidos por el capitán Vellar del Puño de Hierro, quien informó de la aparición de un Crucero Estelar Mon Calamari y naves acompañantes justo delante de ellos. El señor de la guerra ordenó inmediatamente un salto hiperespacial coordinado para ambos Acorazados Estelares, pero el Mon Remonda se movió directamente en las trayectorias de los Superdestructores Estelares, impidiéndoles una línea clara para salir del sistema. En lugar de cambiar de rumbo, Zsinj modificó sus órdenes a ambas naves, ordenando que todos los turbolásers apuntaran al crucero, con la intención de matar finalmente a su némesis Han Solo.[1]

Parásito Uno ataca[]

«Gente, ella es la señora que acaba de abrirnos la puerta principal.»
―Wedge Antilles[1]

Cuando vio que los escudos deflectores del Beso Cortante se activaban, Shalla Nelprin, que gracias a su iniciativa previa durante la toma de posesión del destructor había logrado apoderarse de un Interceptor TIE equipado con hipermotor y unirse al casco del Superdestructor Estelar como Parásito Uno, reinició su caza estelar y procedió a volar ambas cúpulas generadoras de escudos en la torre de mando del Beso Cortante, antes de destruir la ventana de transpariacero del puente. Luego aterrizó pasivamente de nuevo en la torre, esperando una oportunidad para escapar. Lo haría minutos después, cuando los cazas de la Nueva República se hubieran enfrentado al Beso Cortante y se hubieran reunido con sus compañeros Espectros en la batalla.[1]

La batalla se desarrolla[]

«No podemos estar seguros de las intenciones de Solo hasta que pasemos el punto de no retorno. Entonces, o bien se aparta de nuestro camino y podemos llegar al hiperespacio... o embestimos al Mon Remonda y ambas naves probablemente perezcan.»
―General Melvar[1]

Zsinj ordenó rápidamente al Puño de Hierro que adoptara una posición defensiva delante del Beso Cortante, que se encontraba sin escudos, y lanzó todos sus cazas estelares. Wedge Antilles, comandante de la parte de cazas estelares de las fuerzas de Solo, ordenó a todos los escuadrones que dispararan torpedos de protones al Beso Cortante. ​​Debido a que los escuadrones de la Nueva República habían volado el puente, la nave no respondió a las comunicaciones del Puño de Hierro. Justo cuando la nave se consideraba perdida, recibieron una respuesta del Beso Cortante. ​​Un soldado de asalto kuati se había apoderado del puente auxiliar matando a uno de los hombres de Zsinj allí, y estaba tratando de recuperar el Beso Cortante para Kuat, pero, ante la destrucción de la nave, optó por colaborar con Zsinj. Zsinj rápidamente lo conectó con su oficial de comunicaciones, y ambos hombres lograron esclavizar el timón y los motores del Beso Cortante al Puño de Hierro.[1]

Mientras tanto, Wedge Antilles ordenó al Escuadrón Pícaro que atacara a los TIE, mientras que los Espectros acompañaron a los Polearms y sus Alas-B en el ataque contra el Beso Cortante. ​​Justo cuando el Puño de Hierro comenzó a disparar al Mon Remonda, el general Solo ordenó a todas las baterías de estribor que respondieran al fuego. El Mon Remonda siguió cambiando su posición para evitar que el Puño de Hierro saltara y, debido a la forma y configuración naturales de la nave, pudo derribar más de sus armas. La nave disparó andanadas constantes y completas mientras que el Puño de Hierro solo podía usar esos turbolásers delanteros que podían suprimir lo suficiente como para inutilizar los escudos del crucero, pero no por completo. Enfrentado a esto, Zsinj ordenó a su nave que disparara a los motores para detener la nave en el espacio.[1]

Parásito Dos ataca[]

«Entrégame los Alas-B, hijo, y te mostraré algunas tácticas antiguas de fuego masivo.»
―General Edor Crespin a Wedge Antilles[1]

Mientras la batalla se intensificaba, la superioridad numérica de los cazas de Zsinj comenzó a pasar factura, pero cuando las perspectivas parecían sombrías para el Escuadrón Espectro, fueron rescatados por un viejo amigo. El general Crespin, que lideraba el escuadrón de Alas-Y Escuadrón Wookiee Gritón, entró en la lucha, utilizando fuego concentrado para abrumar a cualquier TIE en el camino de su escuadrón. Wedge luego ordenó a los Ala-B que se formaran con Crespin y continuaran sus ataques contra ambos Superdestructores Estelares mientras liberaba al Escuadrón Espectro de su deber de escolta y les ordenaba que ayudaran a los Pícaros y a los Polearms.

Zsinj finalmente destruyó los motores del Mon Remonda, pero antes de que pudiera dar más órdenes, se produjo una explosión que sacudió el puente. Voort saBinring, que previamente se había estrellado a medias en el puente del Puño de Hierro como Parásito Dos, pudo volver a poner en funcionamiento su caza y disparar a la cúpula del generador de escudos del lado de babor de la nave hasta que explotó, reduciendo los escudos del puente del Puño de Hierro en un cincuenta por ciento en su lado expuesto. Para evitar darle al Mon Remonda la oportunidad de dañar severamente al Puño de Hierro, Zsinj ordenó que todo el personal a bordo del Beso Cortante abandonara la nave y que todos los TIE fueran llamados de regreso al Puño de Hierro.

Wedge y el resto de los escuadrones comenzaron a disparar a los TIE que se retiraban hacia el Puño de Hierro, derribando más en ese lapso de tiempo que en toda la batalla. Mientras las dos naves capitales intercambiaban disparos, el Beso Cortante comenzó a disparar cápsulas de escape. El Puño de Hierro luego se desplazó al hiperespacio, dejando al Beso Cortante intacto en manos de la Nueva República, hasta que la nave se autodestruyó, enviando escombros en todas direcciones.[1]

Consecuencias[]

«Cómo va el Beso Cortante?»
―Señor de la guerra Zsinj[2]

Aunque costosa, la batalla por el Beso Cortante fue una victoria de la Nueva República, ya que lograron destruir el Superdestructor Estelar recién adquirido por Zsinj. Shalla Nelprin fue ascendida a teniente y se le asignó la mitad del destruido Beso Cortante, lo que le permitió pintar la mitad de un SDE en su cabina.[1] Zsinj ordenó que se rescataran todos los escombros posibles del Beso Cortante. Previendo una posible derrota en el futuro, utilizaría esos restos junto con un Manto de la Noche Orbital para simular la destrucción del Puño de Hierro más adelante en la campaña.[2]

Apariciones[]

Fuentes[]

Notas y referencias[]

Otros idiomas
 La versión original de este artículo, o parte del mismo, fue traducida de Wookieepedia, ver autores
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