Bestia Zillo

Este artículo es sobre la criatura. Quizá estés buscando el episodio de The Clone Wars del mismo nombre.

«Canciller, debo protestar. Además de ser el último de su tipo, esta criatura puede ser inteligente."
"Me parece difícil de creer. Es, después de todo, solo un animal.»

―Doctora Boll y Canciller Palpatine T2:E19 The Clone Wars^[fuente]

La Bestia Zillo era una especie de reptil insectoide semi-inteligente endémica del planeta Malastare. En la antigüedad, estas gigantescas criaturas cazaban a una especie indígena nativa, los dugs. Sin embargo, los dugs gradualmente tomaron ventaja y erradicaron lentamente a las Bestias Zillo a través de varios métodos, incluida la perforación para obtener combustible en sus hábitats. En el momento de las Guerras Clon, se creía ampliamente que las criaturas se habían extinguido, aunque se rumoreaba que al menos una había sobrevivido.

Durante la Batalla de Malastare, la República Galáctica desplegó una bomba de electro-protones que inmovilizó a una sustancial fuerza de invasión de droides de combate Separatistas. Sin embargo, los temblores de la bomba despertaron inadvertidamente a la última Bestia Zillo. Temiendo un apocalipsis, los dugs exigieron que la República exterminara a la bestia, a lo que la República accedió de mala gana. Buscando obtener la criatura para la investigación científica, el Canciller Supremo Palpatine y el Caballero Jedi Anakin Skywalker hicieron arreglos para que la bestia fuera inmovilizada por varios tanques aturdidores, dando la apariencia de que había sido asesinada.

Esta acción logró tanto dejar inconsciente a la Bestia Zillo como apaciguar a los dugs que creían que estaba muerta. A cambio, el Consejo Dug y la República ratificaron el Tratado de Malastare que permitía a la República acceder a las reservas de combustible del planeta. La Bestia Zillo fue enviada a la capital galáctica Coruscant para su estudio científico, pero escapó después de su llegada, poniendo en peligro la vida de millones de residentes y obligando a los Jedi a tomar acción. Finalmente lograron matar a la Bestia Zillo, pero su cuerpo se conservó y Palpatine ordenó que se intentara clonar.

Características[]

ZilloBeast-SWE — Las Bestias Zillo podían caminar erguidas o gatear con todas sus extremidades.

Con 97 metros de largo, las Bestias Zillo eran criaturas gigantescas que empequeñecían a muchos otros objetos y a la mayoría de los organismos vivos tanto en tamaño como en masa en su entorno. Tenían un cuerpo más o menos serpentino con una larga cola que se arrastraba detrás de su forma. Poseía de manera única un tercer brazo que sobresalía de su espalda. Su armadura en forma de placa era prácticamente impenetrable a explosivos, fuego de bláster e incluso ataques con sables de luz.

A pesar de estas ventajas, un defecto en su armadura protectora, un pequeño espacio sin protección entre las placas, permitió que algunos ataques penetraran y dañaran a la criatura. En una ocasión, esta brecha dio espacio suficiente para que un haz de energía bien colocado desde un tanque aturdidor dejara a la bestia inconsciente. Una Bestia Zillo también podría ser asesinada envenenándola con combustible de Malastare. Este combustible contenía toxinas que lo convirtieron en un método efectivo que los Dugs usaron durante muchos años.

Los ojos de la Bestia Zillo brillaban de un amarillo verdoso pálido en todo momento y sus fosas nasales estaban ubicadas en la parte superior de su cráneo.

Parecía inteligente, sensible y capaz de reconocer rasgos faciales como cuando buscaba a Palpatine. Aún más probable, fue una sensibilidad a la Fuerza que instintivamente sintió la siniestra energía del lado oscuro que emanaba Palpatine, ya que la presencia del Canciller atrajo la furia de la bestia a diferencia de cualquier otra amenaza o provocación.

Historia[]

«El Consejo sospecha que los Separatistas están buscando depredadores naturales mortales… como la ahora extinta Bestia Zillo. Si sus técnicos pueden obtener una muestra del ADN de un Zillo, podrían clonar una nueva bestia de guerra. ¡Imagina un grupo de estos sueltos en Coruscant!»

―Plo Koon, a Ahsoka Tano^[fuente]

Las Bestias Zillo fueron una vez las especies dominantes del planeta Malastare y se aprovecharon de los dugs nativos en la antigüedad. Con el tiempo, los dugs comenzaron a perforar su planeta en busca de combustible, que culminó gradualmente en la casi extinción de la especie debido a la pérdida de su hábitat. Se sabía que los antiguos dugs habían catalogado una lista de debilidades en las criaturas, incluida su vulnerabilidad al combustible debido a su inflamabilidad y a los venenos en el combustible que eran letales para las Bestias Zillo. Sin embargo, los antiguos dugs también emitieron una advertencia a sus futuros descendientes de que una Bestia Zillo algún día regresaría para destruir a toda su civilización.

Durante el Saqueo de Coruscant en 3.653 ABY, el Lord Sith Darth Malgus visitó la oficina del entonces Canciller Supremo desaparecido. En su oficina encontró una estatua que sospechaba que estaba hecha de huesos de Bestia Zillo. Sin embargo, solo había escuchado rumores de los animales.^[5]

Zillo beast attacks — Bestia Zillo atacando a un grupo de dugs en Malastare.

Eventualmente, se creía que la especie había sido erradicada, aunque se profetizó que una de esas criaturas aún sobrevivía y emergería en el futuro para destruirlos. Por lo tanto, los dugs transmitieron un manuscrito a través de las generaciones para preparar a sus descendientes para ese día. Durante las Guerras Clon, Malastare se enfrentó a la amenaza de una invasión Separatista en el 21 ABY, buscando el acceso a sus importantes reservas de combustible.

En respuesta, la República Galáctica envió un ejército considerable de soldados clon para asegurar las reservas de combustible del planeta, y reclutar a los dugs como aliados. Esta misión fue supervisada por la Orden Jedi, que envió al Maestro Jedi Mace Windu y al Caballero Jedi Anakin Skywalker para liderar la campaña. Sin embargo, la gran cantidad de droides de combate en el planeta llevó al Canciller Supremo Palpatine a autorizar el despliegue de una nueva arma: la bomba de electro-protones. El arma destruyó con éxito al ejército de droides, pero inadvertidamente despertó a la última Bestia Zillo, que causó estragos entre los sobrevivientes de la batalla.

Atemorizados y conscientes de la advertencia de sus antepasados, los dugs hicieron preparativos para matar a la criatura y exigieron que la República los ayudara, de lo contrario, Malastare no ratificaría el tratado que permitiría que sus reservas de combustible se usaran para el esfuerzo de guerra. Sin embargo, el Maestro Windu se negó a apoyar esta acción, ya que consideraba esto como el asesinato de una forma de vida inocente. A pesar de sus protestas, el Canciller apoyó públicamente la acción, pero en secreto buscó capturar a la bestia viva para realizar investigaciones científicas.

Un asesor científico cercano a él tenía la intención de estudiar la piel impermeable de la Bestia Zillo, y replicarla sintéticamente para beneficio del Gran Ejército de la República. Por sugerencia de Skywalker, Palpatine acordó llevar a cabo un elaborado ataque diseñado para aturdir a la Bestia Zillo usando fuego de cañones de partículas, que penetraría en los huecos de su armadura y la dejaría inconsciente. Una vez aturdida, la Bestia Zillo parecería lo suficientemente muerta como para apaciguar a los dugs y permitir que firmaran el tratado. Una vez en coma, la criatura debía ser transportada a un mundo pacífico no revelado en el Borde Exterior donde podría estudiarse y luego liberarse de nuevo en la naturaleza.

Zillo Beast airlifted — La Bestia Zillo siendo transportada por varias cañoneras LAAT/c.

Sin embargo, los dugs ya estaban preparados para matar a la criatura y comenzaron a arrojar combustible en el pozo donde se encontraba para matarla. Este acto solo enfureció a la bestia, llevándola a salir de su foso y causando una devastación incalculable tanto en las fuerzas de los dugs como de la República. Sin embargo, el uso del rayo de poder del tanque aturdidor permitió a los Jedi noquear a la criatura.

Con el tratado firmado, el cuerpo de la Bestia Zillo esperaba el transporte, pero el Canciller Palpatine ordenó un cambio en los planes. En lugar de ser llevada a su destino secreto en el Borde Exterior, los científicos querían que el espécimen fuera estudiado en un ambiente contenido. Por lo tanto, se acordó que la criatura fuera llevada a la capital galáctica Coruscant, donde se hicieron los preparativos para su llegada.

Creando estragos[]

Artículo principal: Incidente de la Bestia Zillo

Después de que la Bestia Zillo fuera transportada a Coruscant, fue estudiada por la Dra. Sionver Boll. El Canciller Palpatine supervisó la operación, y le ordenó a la doctora que la matara, para que pudieran extraer las escamas de la bestia para su estudio. Al ver esto desde su prisión, la Bestia Zillo gruñó ferozmente y miró furiosa al Canciller. Además, la Bestia Zillo posiblemente también sintió la verdadera naturaleza de Palpatine como un Lord Sith, Darth Sidious. La doctora aceptó a regañadientes sus órdenes y produjo gas a partir de combustible Malastariano, que, según los dugs, ya se había utilizado con éxito para someter e incluso matar a las Bestias Zillo. Cuando se roció con el gas, la Bestia Zillo se volvió loca al exponerse al gas, y logró escapar de sus restricciones, y escapó del edificio en el que se encontraba. Se desató alrededor de Coruscant, matando a cientos, si no miles, de inocentes antes de atacar el Senado, con la intención de vengarse de Palpatine por ordenar su ejecución. Aunque la Bestia finalmente tuvo la nave del Canciller a su alcance, las acciones de Anakin Skywalker aseguraron que Palpatine escapara. La bestia fue asesinada por la República, con ayudada de los Jedi, usando bengalas para hacerla rugir y así permitirle a los misiles llenos del veneno entrar en su boca. El enorme cuerpo del monstruo finalmente cayó del edificio del Senado, pagando el precio final por los errores de Palpatine y otros en el poder. Después de su muerte, el cuerpo de la Bestia Zillo fue enviado de vuelta a la Doctora Boll con sus nuevas órdenes, las cuales eran clonar a la Bestia Zillo.

Entre bastidores[]

ZilloBeast-TZB — Arte conceptual de la Bestia Zillo.

La Bestia Zillo se estrenó en "La Bestia Zillo", un episodio de la segunda temporada de la serie de televisión The Clone Wars. La mayor parte de la trama de la Bestia Zillo es un homenaje a las películas de Godzilla y otras películas de monstruos gigantes. La trama principal recuerda a la película original de 1954 donde una prueba nuclear estadounidense despertó al monstruo que luego se dirigió directamente a Tokio. Algunas otras referencias incluyen dibujos en varios cascos de los soldados clon pilotos y los tanques aturdidores, así como insignias en el cofre de un droide táctico serie T.

King Kong también fue una inspiración para el monstruo. Estas referencias incluyen capturar deliberadamente al Zillo y llevarlo a la gran ciudad, el uso de gas para dominarlo, y a la bestia trepando por la cima del edificio del Senado y siendo azotada por cañoneras, al igual que Kong subió a la cima del Edificio Empire State y fue atacado por biplanos. En particular, la bestia que cae del edificio del Senado se asemeja a la caída de King Kong desde la cima de las Torres Gemelas del Complejo del World Trade Center original en la película de King Kong de 1976.

La Bestia Zillo aparece en el videojuego LEGO Star Wars III: The Clone Wars. Aquí, lleva un collar de oro que lo aturde cuando se destruye, y, en una versión humorística del episodio en el que apareció la Bestia Zillo, la bestia es sometida con un chupete y llevada por las naves de combate de la República, junto con un móvil para bebés, y una enorme botella de leche llevada por soldados clon.

La Bestia Zillo fue el foco de un evento no canónico en el juego de cartas digital Star Wars: Force Collection. Un evento titulado "The Ancient Terror" se llevó a cabo del 21 al 28 de agosto de 2014, y tuvo a los jugadores en un esfuerzo conjunto para derrotar a los clones de la Bestia Zillo desatados en Coruscant por los Separatistas.