Clásica de Boonta Eve

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«Soy el único humano que corre»

―Anakin Skywalker

«La carrera de Boonta es mucho más peligrosa que cualquier otra carrera amateur que haya corrido»

―Ben Quadinaros

La Clásica de Boonta Eve, o la Clásica del Día de Boonta, era la carrera de vainas más grande de toda la Galaxia.

Ceremonia

El circuito de Mos Espa

Archivo:Boonta Eve.jpg

El arena central en 32 ABY

Espectaculares y peligrosas, pese a estar prohibidas en la mayoría de las regiones civilizadas, las carreras de vainas, eran muy populares en el Borde Exterior.

En Tatooine se encontraban algunos de los circuitos más complicados, como el de Mos Espa, donde tenía lugar cada año la Clásica de Boonta Eve. La reputación de Mos Espa como el circuito más peligroso de la Galaxia estaba muy justificada, pues la carrera se desarrollaba en el hostil escenario de Tatooine, que incluía tramos de cañones por los que apenas pasaba una vaina.

Todos los años los mejores corredores de vainas de la Galaxia llegaban a Mos Espa, atraídos por los suculentos premios que se entregaban. La carrera congregaba a miles de espectadores que esperaban presenciar un accidente trágico o hacer fortuna en las apuestas.

Fodeandbeed — Fodesinbeed Annodue comentaba la carrera.

El gran circuito acogía a muchos de ellos, pero otros seguían las retransmisiones tanto en el Borde Exterior como en el Interior. La carrera proporcionó importantes ingresos a muchos propietarios de hostales, comerciantes y apostadores de Mos Espa.

Cada Clásica de Boonta Eve generaba un sinfín de anécdotas en las cantinas de Tatooine. Pero únicamente una de ellas iba a entrar en la historia de toda la Galaxia. el inesperado resultado de esta carrera sería decisivo para decidir el destino de Amidala, Reina de los naboo, y la liberación de su planeta. Podría decirse que también iba a ser clave en el destino de la Orden Jedi y de la Antigua República.

Aliados inesperados

¡RARRRRRR!

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El encuentro casual entre un grupo de fugitivos de la invasión de Naboo y un niño esclavo de Tatooine, Anakin Skywalker, sería determinante en el curso de la historia. El Maestro Jedi Qui-Gon Jinn había llegado a Mos Espa con Padmé, la Reina de Naboo, que se hizo pasar por una de sus doncellas, Jar Jar Binks y el Droide astromecánico R2-D2, con la finalidad de adquirir recambios para su nave averiada. Los forasteros necesitaban reunir fondos, pero antes de poder obtenerlos se vieron obligados a refugiarse de una de las tormentas de arena de Tatooine, que aparecían súbitamente y eran extremadamente violentas.

El grupo de Qui-Gon aceptó el ofrecimiento de Anakin para quedarse en su casa, y mientras comían, Padmé y Binks escucharon horrorizados el relato de las condiciones de esclavitud en las que vivían el joven Skywalker, y su madre, Shmi.

Padmé recordó ingenuamente las leyes contra la esclavitud de la Republica, y Shmi le respondió con calma que la República estaba muy lejos de Tatooine. De hecho, tanto ella como su hijo llevaban implantado un sensor que activaría una carga explosiva si intentaban huir y que acabaría con sus vidas. Tras un silencio, Anakin sacó, sin que se notara, otro tema de conversación: encontrar una solución para el grupo de extranjeros.

Una solución

Anakin preguntó al grupo si alguna vez habían visto una carrera de vainas y se jactó de ser el único humano capaz de pilotar una. A los ojos del caballero Jedi, esa revelación no hizo más que confirmar sus sospechas; el chico era especial. Tras una conversación en la que Anakin expresó sus sospechas de que Qui Gon era Jedi, y de que él les ayudaría a llegar a Coruscant (pues es allí donde se dirigía el grupo del Jedi) llegaron a la conclusión de que, si Anakin participaba en la carrera de Boonta Eve, conseguirían reparar su nave dañada y llegar a Coruscant.

Un trato que cambió la historia

Por la tarde, tras la tormenta de arena, Qui Gon entró en la tienda de Watto, el dueño de Anakin, para negociar. El regateo tuvo éxito, y la idea de Qui-Gon convenció al codicioso chatarrero. El Jedi afirmó tener una vaina por la que apostar, y, al no disponer de dinero, acordó con Watto que él pagaría la inscripción de Anakin; si el chico ganaba, el comerciante les proporcionaría los recambios que necesitaban, pero podía quedarse con las ganancias; si perdía, Watto se quedaría con la nave de Qui-Gon. Hecho el trato, la atención del Jedi y del joven esclavo se centró en ultimar la construcción de la vaina de Anakin, que estuvo listo para la mañana siguiente, en la que, Qui-Gon y Jar Jar fueron al circuito para asegurarse de que Watto mantenía su parte del trato. El Jedi y el gungan encontraron al toydariano de muy buen humor. Watto aseguró que, a pesar de la admiración que procesaba por Anakin, perdería frente al dug, Sebulba.

Para sorpresa de Watto, Qui-Gon incluyó en la apuesta por la vaina la posesión de Anakin y Shmi. Como Watto no quería quedarse sin los dos esclavos, accedió a que fueran los dados los que decidieran entre uno u otro esclavo; si el dado salía azul, quedaba libre Anakin, si salía rojo, Shmi. Percatándose de la trampa, Qui-Gon usó la Fuerza para influir en el resultado, y el dado salió azul.

La hora de la verdad

«¡Es Skywalker!»

―Fodesinbeed Annodue al ver que Anakin pasa al primer lugar en la carrera^[fuente]

Una de las muchas cosas que diferenciaban la clásica de Boonta, con las de cualquier otra, eran las medidas de seguridad. Y es que, el Dug Sebulba, saboteó la vaina de Anakin para que éste se estrellara en mitad de la carrera. Cuando la carrera comenzó, la vaina de Anakin se caló, lo que causó millares de risas entre el público, y un gran susto y preocupación para sus amigos. Aunque, increíblemente, la habilidad del muchacho hizo que consiguiera recuperar el tiempo perdido y colocarse a la cabeza de la carrera en la última vuelta, pero el sabotaje de Sebulba surgió entonces efecto, y Anakin perdió la primera posición ante Sebulba. Con su gran habilidad para las máquinas, Skywalker consiguió reparar el daño y hacer que su vaina quedara unida a la de Sebulba. Cuando se acercaban a la linea de meta, Anakin consiguió que la vaina de Sebulba se destrozara, y de ese modo, consiguió ganar la carrera de Boonta Eve, consiguiendo no solo el dinero y el hipermotor para la nave de sus nuevos amigos, sino también su ansiada libertad, y la posibilidad de convertirse en un caballero Jedi.

Participantes de la Carrera

Nombre	Origen	Línea de partida	Resultado
Aldar Beedo	Raza Glymphid de Ploo II	Primera línea	Termina tercero
Ratts Tyerell	Raza Aleena de Aleen	Primera línea	Fallece al estrellarse en la primera vuelta
Sebulba	Raza Dug de Malastare	Primera línea	Se estrella en la tercera vuelta
Mawhonic	Raza Gran de Hok	Primera línea	Se estrella en la primera vuelta
Dud Bolt	Raza Vulptereeno de Vulpter	Segunda línea	Se estrella en la tercera vuelta
Anakin Skywalker	Raza Humano de Tatooine	Segunda línea	Termina primero
Clegg Holdfast	Raza Nosauriano de Nuevo Plympto	Segunda línea	Se estrella en la segunda vuelta
Ebe E. Endocott	Raza Triffiano de Triffis	Tercera línea	Termina cuarto
Gasgano	Raza Xexto de Troiken	Tercera línea	Termina segundo
Boles Roor	Raza Sneevel de Sneeve	Tercera línea	Termina sexto
Teemto Pagalies	Raza Veknoid de Moonus Mandel	Tercera línea	Se estrella en la segunda vuelta
Elan Mak	Raza Fluggrian de Ploo IV	Cuarta línea	Termina quinto
Mars Guo	Raza Phuii de Phu	Cuarta línea	Se estrella en la segunda vuelta
Ark "Bumpy" Roose	Raza Nuknog de Sump	Cuarta línea	Se estrella en la tercera vuelta
Neva Kee	Raza Xamster de Xagobah	Quinta línea	Desaparece durante la segunda vuelta
Wan Sandage	Raza Devlikk de Ord Radama	Quinta línea	Se estrella en la tercera vuelta
Ody Mandrell	Raza Er'Kit de Tatooine	Quinta línea	Sus motores se destruyen mientras eran reparados.
Ben Quadinaros	Raza Toong de Tund	Quinta línea	Problemas en la energía de su vaina
Xelbree	Desconocido	Desconocido	Se estrella en la primera vuelta
Habba Kee	Desconocido	Desconocido	Fallece al estrellarse en la segunda vuelta
Obitoki	Desconocido	Desconocido	Fallece al estrellarse en la segunda vuelta