Estos modelos de robots eran tal altos como dos personas y estaban provistos de cabezas achatadas y redondas. Cuatro patas mecánicas a manera de garras eran las que le daban movimiento y en su parte frontal, donde deberían haber sistemas de minería, portaba tres cañones láser.
Los Androides Camaleón eran usados por el gremio de coemrcio para trabajar como mineros en diversos planetas donde la atmósfera no podía albergar seres vivos. Pero tras su pronta asimilación a los separatistas, fueron modificados y se rediseñaron para la guerra.
Durante las Guerras Clon, el Conde Dooku reveló a los Separatistas la ubicación del Templo Jedi del planeta Illum, de donde eran extraídos los cristales con los que eran construidos los Sable láser. Sin un minuto que perder la confederación Separatista envió un ejército de 60 Androides Camaleon hasta el gélido planeta de Illum.
Casualmente, la maestra Jedi Luminara Unduli y su padawan Barriss Offee estaban en Illum recolectando cristales cuando esto ocurrió. Trataron de destruír tanto los Androides como las minas que ellos plantaron con intenciones de derrumbar el templo. Pero no salió del todo bien, ambas jedi quedaron atrapadas debajo de un derrumbe de rocas y cristales, solo sus poderes telequinéticos lograron contener el peso del derrumbe. Quedaron sepultadas, llamando telepáticamente al maestro Yoda, que estaba cumpliendo con un misión en el mismo sistema planetario.
Se calcula que al final aproximadamente 56 Androides Camaleón fueron destruidos. Las dos Jedi lograron salír con vida gracias a Padmé Amidala y al maestro Yoda.