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Este artículo trata sobre un tema considerado Canon.

«Sí, me temo que la Maestra Luminara murió con la República, pero sus restos han continuado sirviendo al Imperio, atrayendo a los últimos Jedi a su fin.»
―El Gran Inquisidor[fuente]

El Duelo en Stygeon Prime, también conocido como el Encuentro en Stygeon Prime o el rescate en Stygeon Prime, fue una confrontación en la Aguja, una prisión en el planeta Stygeon Prime, entre el Imperio Galáctico y un grupo de rebeldes asentados en Lothal que llevaban a cabo una insurgencia contra el dominio Imperial. El duelo, principalmente librado entre el antiguo Padawan Kanan Jarrus y el cazador de Jedi conocido como el Gran Inquisidor, tuvo lugar en el quinto año previo a la Batalla de Yavin, como parte de una misión para rescatar a la Maestra Jedi Luminara Unduli del cautiverio Imperial. Los rebeldes habían descubierto que Unduli había sobrevivido a las Guerras Clon y la subsiguiente Gran Purga Jedi, y se encontraba apresada por el Imperio. Sin embargo, Unduli en realidad había sido ejecutada por el Imperio años atrás y la esencia de la Fuerza residual de sus huesos estaba siendo usada para atraer a Jedi supervivientes hacia su muerte. El Gran Inquisidor, el cazador de Jedi Imperial que asesinó a Unduli, pretendía atrapar a los rebeldes en la Aguja y matar al antiguo Padawan Kanan Jarrus y a su aprendiz, Ezra Bridger.

Los rebeldes se infiltraron en la Aguja tras llegar a Stygeon Prime y se abrieron paso a través de las instalaciones. Jarrus y Bridger localizaron la celda de Unduli, donde averiguaron que estaba muerta y que el Gran Inquisidor les estaba esperando. Jarrus y el Gran Inquisidor se enfrentaron en un duelo con sables de luz, durante el cual el Gran Inquisidor intentó pasar a Ezra Bridger al lado oscuro de la Fuerza. Cuando el chico se negó, el Gran Inquisidor intentó matarlos a ambos, pero consiguieron escapar y, finalmente, escaparon de las instalaciones con los demás rebeldes. No obstante, el Gran Inquisidor continuaría dándoles caza, pretendiendo destruirlos a ellos y a todos los Jedi restantes.

Preludio[]

«Siempre ha habido rumores de que sobrevivió a las Guerras Clon, pero nunca venían acompañados de una localización específica. No podemos dejarlo pasar.»
«Esperaba que dijeras eso. Pondré rumbo al sistema Stygeon.»
―Kanan Jarrus y Hera Syndulla[fuente]

En los años posteriores al alzamiento del Imperio Galáctico, los Jedi que sobrevivieron a la Orden 66[5]—el suceso en el que Darth Sidious, que entonces era conocido en público como el Canciller Supremo Sheev Palpatine, ordenó a los soldados clon del Gran Ejército de la República destruir a la Orden Jedi antes de autoproclamarse Emperador Galáctico[6]—fueron perseguidos y eliminados como parte de la Gran Purga Jedi. Uno de los individuos responsables de ello era el Gran Inquisidor, que recibió a manos de Darth Vader, el aprendiz de Sidious y un Señor Oscuro de los Sith, la tarea de eliminar a todos los Jedi restantes.[5] Uno de estos Jedi era la Maestra Jedi Luminara Unduli,[7] una veterana de las Guerras Clon.[6] El Gran Inquisidor ejecutó a Unduli en la Aguja, una prisión del planeta Stygeon Prime.[7] Tras su muerte, los huesos de Unduli fueron mantenidos en su celda de la prisión, y la esencia de la Fuerza residual de su interior fue usada para atraer a otros Jedi supervivientes hacia sus muertes.[3]

Inquisitor Speaks to Vader

Darth Vader ordena al Gran Inquisidor convertir o asesinar a los «niños de la Fuerza».

Más adelante en el reinado del Imperio, Sidious percibió una nueva amenaza, que denominó los «niños de la Fuerza», que podría alzarse contra él. Vader ordenó al Gran Inquisidor que encontrara a estos individuos y los convirtiera al lado oscuro de la Fuerza o los eliminara. Algún tiempo después, el Agente Alexsandr Kallus del Buró de Seguridad Imperial encontró a un grupo de rebeldes que operaba en y alrededor del planeta del Borde Exterior Lothal. Estos rebeldes organizaron una misión para rescatar a unos wookiees que habían sido esclavizados por el Imperio en las minas de especias de Kessel, a donde Kallus los siguió en un intento de destruirlos. Durante el rescate, el líder de los rebeldes, Kanan Jarrus, se reveló a sí mismo como un Jedi superviviente, mientras que Ezra Bridger—un huérfano callejero de Lothal que acababa de convertirse en parte del equipo rebelde—mostró su habilidad no entrenada para usar la Fuerza. Kallus pensó que eran un maestro y un aprendiz e informó de ello al Gran Inquisidor,[5] que preparó una trampa para ellos en Stygeon Prime en un intento de eliminarlos.[3]

Desconociendo la amenaza que suponía el Gran Inquisidor, Jarrus tomó a Bridger como su Padawan y comenzó a entrenarlo en los caminos de los Jedi. Jarrus, un Padawan en el momento de la Orden 66 cuyo entrenamiento estaba incompleto, no estaba seguro de su capacidad para entrenar al chico, mientras que Bridger permanecía indisciplinado e inseguro. Tras una sesión de entrenamiento fallida a bordo de la nave de los rebeldes, el Espíritu, el equipo observó una transmisión de las Noticias de la HoloNet que fue interrumpida por Gall Trayvis,[3] un antiguo miembro del Senado Imperial que fingía ser un simpatizante rebelde para atraer a las fuerzas rebeldes hacia diferentes trampas.[8] Trayvis afirmó que Unduli seguía viva y que se encontraba apresada en el sistema Stygeon. Jarrus creyó esas afirmaciones, puesto que había oído rumores de que la Maestra Unduli había sobrevivido a las Guerras Clon. Los rebeldes aprovecharon la oportunidad para rescatar a la Maestra Jedi, y Jarrus pensó que ella podría ser una nueva profesora para su aprendiz. Los rebeldes desconocían que el Gran Inquisidor les estaba esperando, puesto que la información acerca de la supervivencia de Unduli era una trampa.[3]

The Spire hologram

Los rebeldes usan una imagen holográfica de la Aguja para idear su plan de infiltración.

Los rebeldes pronto dedujeron que Unduli se encontraba retenida en la Aguja, que era la única prisión Imperial del sistema Stygeon. El equipo se reunió en la cabina del Espíritu, donde Sabine Wren, una experta en explosivos mandaloriana, proyectó una imagen holográfica de la prisión. Wren explicó que la instalación era inexpugnable, a prueba de explosiones, y que estaba defendida por escudos de rayos, armas antiaéreas, y cazas estelares de superioridad espacial TIE/ln, por lo que sería imposible alcanzar la plataforma de aterrizaje principal. A pesar de pensar que tenían pocas posibilidades de éxito, los rebeldes decidieron organizar el rescate y engañar a los escáneres de la instalación para que no detectaran su aproximación. Una vez en Stygeon Prime, planearon introducirse en la Aguja a través de una pequeña entrada custodiada por unos pocos soldados de asalto, irrumpir en la prisión, y abrirse camino hasta la celda de aislamiento en los niveles superiores de las instalaciones, donde liberarían a Unduli antes de escapar del mismo modo con el que habían entrado.[3]

La misión[]

Búsqueda de Unduli[]

«Veo que hoy no te andas con tonterías.»
«Hay mucho más en juego de lo que imaginas.»
―Ezra Bridger y Kanan Jarrus, durante la infiltración en la Aguja[fuente]
Rebels Fight into Spire

Los rebeldes se abren camino a través de la Aguja.

Con su plan ideado, los rebeldes llegaron hasta Stygeon Prime y descendieron por la atmósfera a bordo del Fantasma, una lanzadera de ataque que era parte del Espíritu; su droide astromecánico, C1-10P, permaneció con el Espíritu mientras los rebeldes emprendían su misión. El equipo de ataque para la infiltración estaba compuesto por Jarrus, Bridger, Wren, y el rebelde lasat Garazeb Orrelios. Hera Syndulla, la propietaria y piloto del Espíritu, permanecería con el Fantasma. Wren también llevó consigo unos pocos detonadores, que ella llamaba «milagros», que podrían ser usados en caso de necesidad. La lanzadera se aproximó silenciosamente a la Aguja, donde Jarrus salió de la nave y aterrizó en una pequeña plataforma de aterrizaje frente a la entrada. Una vez allí, empezó a luchar contra los soldados de asalto que custodiaban la entrada. Antes de recibir la orden de unirse a él, Bridger salió de la lanzadera y aterrizó en la plataforma, donde se estrelló contra la puerta y, como resultado del ruido, alertó a más soldados de la presencia rebelde. Wren y Orrelios llegaron para ayudar a Jarrus a enfrentarse a los soldados de asalto restantes, mientras que Bridger usó una ganzúa para abrir la puerta. Los rebeldes entraron en la Aguja en cuanto la puerta se hubo abierto, mientras que Syndulla acopló al Fantasma a un lateral de la prisión, reduciendo su energía y usando un dispositivo de interferencia para evitar la detección Imperial.[3]

Una vez dentro de la prisión, Jarrus recurrió a la Fuerza y pudo percibir la presencia de Unduli; aunque la sentía borrosa, aún creía que estaba viva. Wren, mientras tanto, descubrió desde una terminal de computadora que Unduli se encontraba retenida en una celda de aislamiento en los niveles inferiores. Esto requirió un cambio de planes, puesto que habían creído que Unduli se encontraba en las celdas de aislamiento de los niveles superiores. Jarrus comenzó a idear un nuevo plan mientras tomaban un turboascensor a los niveles inferiores. Mientras viajaban a los niveles inferiores, Syndulla continuó permaneciendo en el Fantasma, donde los sensores detectaron un objeto aproximándose a la lanzadera. Aunque ella creyó inicialmente que se trataba de un caza TIE, pronto descubrió que se trataba de un grupo de criaturas conocidas como tibidees, que creían que la señal de bloqueo del Fantasma era una llamada de apareamiento y se sentían atraídos por ella. Sabiendo que los tibidees podían atraer una atención indeseada, Syndulla desacopló el Fantasma del lateral del complejo y se alejó de la prisión, alejando a los tibidees para evitar la detección Imperial.[3]

Luminaras hologram

Bridger y Jarrus se acercan a lo que creen que es la Maestra Unduli—que en realidad es un holograma.

El equipo de ataque pronto llegó a los niveles inferiores de la prisión. En cuanto el ascensor se detuvo, Jarrus atacó a los soldados de asalto que lo custodiaban; Bridger se sorprendió de la intensidad con la que estaba luchando Jarrus, y Jarrus le explicó que sabía que había mucho en juego ante el potencial rescate de una Maestra Jedi, particularmente si podía instruir a Bridger. Sabiendo que tendrían que escapar por el mismo ascensor, Jarrus dejó a Wren y Orrelios custodiándolo, mientras él y Bridger continuaban hacia las celdas de aislamiento. Cuando hubieron llegado a la celda, Jarrus usó un truco mental Jedi para manipular a los soldados de asalto que la custodiaban y que creyeran que debían estar custodiando el siguiente nivel. Los soldados de asalto se marcharon, y Jarrus y Bridger entraron en la celda, donde vieron lo que creían que era la Maestra Unduli[3] en realidad, se trataba de una grabación holográfica de los momentos previos a su ejecución a manos del Gran Inquisidor.[7] Los dos se acercaron a ella, pero Jarrus podía percibir que algo iba mal. La Unduli holográfica se levantó y caminó hacia un muro, donde atravesó la pared y entró en una pequeña cámara—revelando que era un sarcófago, con su cadáver en descomposición visible en su interior.[3]

El Duelo en Stygeon Prime[]

«Tu maestro no puede salvarte, muchacho. Le falta concentración y disciplina.»
«¡Somos perfectos el uno para el otro!»
«Admiro con creces tu tenacidad. ¿Listo para morir?»
―El Gran Inquisidor y Ezra Bridger[fuente]

El Gran Inquisidor entró en la celda en cuanto Jarrus y Bridger vieron el cadáver, encendiendo su sable de luz y explicando que Unduli había muerto tiempo atrás pero que sus huesos continuaban ayudando al Imperio a asesinar a los Jedi restantes. Bridger intentó contactar con los demás, pero las fuerzas Imperiales de la prisión estaban bloqueando sus comunicaciones. Sin refuerzos disponibles, Jarrus atacó al Gran Inquisidor y los dos se enfrentaron en un combate con sables de luz. El Gran Inquisidor resultó ser un oponente superior, superando rápidamente al antiguo Padawan,[3] y pudo deducir que Jarrus había sido entrenado por la Maestra Jedi Depa Billaba en base a su estilo de lucha; el Gran Inquisidor explicó que había estudiado los registros del Templo Jedi, donde aprendió que Billaba era una maestra de la Forma III, el estilo de combate con sables de luz que Jarrus favorecía. El duelo continuó dentro de la celda hasta que Bridger recurrió a uno de los «milagros» de Wren para crear una apertura en la puerta. Jarrus y Bridger abandonaron la celda, con el Gran Inquisidor siguiéndolos de cerca. Mientras tanto, en el turboascensor, Wren se dio cuenta de que las fuerzas Imperiales bloqueaban su señal y que toda la misión era una trampa, lo que les obligó a ella y a Orrelios a pensar en un nuevo plan de escape.[3]

Inquisitor double blades

El Gran Inquisidor enciende los dos filos de su sable de luz.

Jarrus y el Gran Inquisidor continuaron con su duelo en el área de detención, donde el Gran Inquisidor intentó usar sus habilidades de combate superiores para convencer a Bridger de que debía unirse al lado oscuro de la Fuerza. Bridger, que nunca antes había oído hablar del lado oscuro, intentó atacar al Gran Inquisidor con su tirachinas de energía, pero el Gran Inquisidor usó la Fuerza para empujarlo hasta el otro extremo del bloque de celdas. De vuelta en el ascensor, Wren y Orrelios enviaron un ascensor vacío a los niveles superiores, engañando a los soldados de asalto que les estaban esperando para que creyeran que los rebeldes estaban regresando. Los soldados de asalto abrieron fuego contra el ascensor vacío antes de darse cuenta de que no había nadie en su interior, momento en el cual ya habían entrado en su interior. Cuando lo hicieron, los rebeldes hicieron explotar un detonador, eliminando al ascensor junto a los soldados de asalto. Wren deshabilitó a los otros ascensores en el área de la detonación, lo cual daría a los rebeldes algo de tiempo pero también les obligaría a encontrar otra ruta de escape.[3]

El Gran Inquisidor, intentando burlarse de sus oponentes, animó a Jarrus a rendirse por el bien de Bridger. Jarrus se negó, y el Gran Inquisidor lo lanzó a través del bloque de celdas con la Fuerza. El Gran Inquisidor intentó una vez más pasar a Bridger al lado oscuro, pero el chico se negó y el Gran Inquisidor se abalanzó contra él. Cuando el cazador de Jedi se preparaba para eliminar al Padawan, Jarrus usó la Fuerza para levantar al Gran Inquisidor hacia el techo, dando a Bridger la oportunidad de escapar. El Gran Inquisidor aterrizó en el suelo en cuanto Jarrus lo liberó de su agarre telepático y, mientras los rebeldes comenzaban a huir, el cazador encendió una modalidad de su sable de luz de doble hoja que le permitía girar sus cuchillas alrededor de un disco, añadiendo un elemento adicional de peligro a la lucha. En cuanto lo hizo, los rebeldes escaparon, abriéndose paso a través de los salones de la prisión hasta reunirse con Wren y Orrelios.[3]

Mientras escapaban, el Gran Inquisidor persiguió a los rebeldes por la prisión. Wren dijo a Jarrus que su nueva salida era la plataforma de aterrizaje, que anteriormente habían rechazado, pero que se había convertido en su única opción. Mientras el Gran Inquisidor perseguía a los rebeldes, ordenó un cierre completo de la prisión, haciendo que las puertas del pasillo comenzaran a cerrarse. Los rebeldes pudieron evadirlo, y Orrelios mantuvo abierta una de las puertas el tiempo suficiente como para que los rebeldes pudieran pasar a través de ella, atrapando al Gran Inquisidor en el otro lado. El Gran Inquisidor usó su sable de luz para empezar a cortar a través de la puerta mientras los rebeldes entraban en el interior de la plataforma de aterrizaje, cerrando otra puerta tras ellos y disparando a los controles para prevenir que el Gran Inquisidor pudiera abrir la puerta a través de una consola. Wren intentó abrir la puerta del hangar principal sin éxito, por lo que Bridger trató de usar su ganzúa, lo que provocó una descarga eléctrica que lo aturdió y evitó que pudiera abrir la puerta. Bajo la guía de Jarrus, él y Bridger usaron la Fuerza juntos para levantar la puerta del hangar principal.[3]

Inquisitor Loses Rebels

El Gran Inquisidor observa mientras los rebeldes escapan a bordo del Fantasma.

La puerta fue abierta con éxito, revelando a numerosos soldados de asalto en el otro extremo. Los soldados de asalto comenzaron a disparar inmediatamente, y Orrelios lanzó un «milagro» final, que explotó y eliminó a numerosos soldados Imperiales. Los rebeldes se abrieron camino por la plataforma de aterrizaje y se enfrentaron a los soldados de asalto, mientras Wren contactaba con Syndulla para alertarle de que ya estaban listos para ser recogidos. El Fantasma llegó rápidamente, junto a una «flota» de tibidees que atacaron a los beligerantes soldados de asalto. Los rebeldes corrieron hacia el Fantasma mientras el Gran Inquisidor atravesaba las puertas. Cuando los rebeldes se encontraban muy próximos a la lanzadera, el Gran Inquisidor lanzó su sable de luz hacia ellos, el cual Jarrus desvió con su sable láser. Los rebeldes finalmente subieron a bordo del Fantasma y se alejaron de la prisión, habiendo escapado con éxito a pesar de que su misión de rescatar a la Maestra Unduli había sido un fracaso.[3]

Consecuencias[]

«Lamentamos informar de que Luminara Unduli ha sido eliminada por extremistas rebeldes. La Maestra Jedi se encontraba de camino para testificar ante el Senado Imperial—»
«Ciudadanos, soy el Senador en el exilio Gall Trayvis, aconsejándoos para que no os toméis la versión Imperial de los hechos al pie de la letra. Más importante, os urjo a mantener viva la memoria de la Maestra Luminara.»
Alton Kastle de las Noticias de la HoloNet, y Gall Trayvis[fuente]

Tras el final de la misión, las Noticias de la HoloNet emitieron una transmisión afirmando que la Maestra Unduli había sido asesinada por los rebeldes mientras viajaba para testificar ante el Senado Imperial. Sin embargo, la transmisión fue interrumpida por otra transmisión de Gall Trayvis, que urgió a los ciudadanos a no creer la versión de los hechos del Imperio y a mantener viva la memoria de Unduli.[9] El Fantasma, mientras tanto, abandonó Stygeon Prime y se reunió con el Espíritu, que pronto regresó y aterrizó en Lothal. Una vez en Lothal, Jarrus explicó que no quería abandonar a Bridger como estudiante, sino que simplemente dudaba de su propia capacidad para enseñar al chico. No obstante, ambos acordaron ser menos inseguros acerca de su entrenamiento juntos en el futuro.[3]

Vision of the Inquisitor

Tras sus encuentros, el Gran Inquisidor se convirtió en un símbolo de miedo para Bridger.

Algún tiempo después, Bridger se infiltró en la Academia para Jóvenes Imperiales de Lothal para descubrir la localización de un gran cristal kyber Imperial de gran poder, que los rebeldes querían destruir. Bridger pudo encontrar la información, pero también descubrió que el Gran Inquisidor estaba tomando a estudiantes identificados como sensibles a la Fuerza; estos estudiantes eran conocidos por haber desaparecido posteriormente de la Academia. Él y uno de los estudiantes sensibles a la Fuerza, Jai Kell, pudieron escapar, y el Gran Inquisidor reconoció a Bridger—que había estado fingiendo ser un cadete—como el Padawan con el que se había encontrado en Stygeon Prime, e interrogó a otro cadete, Zare Leonis, acerca de lo que sabía de los rebeldes.[2] Los rebeldes se encontraron con el Gran Inquisidor de nuevo en el decimoquinto aniversario del alzamiento del Imperio,[10] y él hizo frente a Jarrus y Bridger en Fuerte Anaxes, donde Bridger recurrió al lado oscuro para ayudarles a escapar.[11] Como resultado de estos encuentros y del peligro que suponía el Gran Inquisidor, el cazador de Jedi se convirtió en una fuente de miedo para Bridger, que lo veía como alguien que podía matar a sus amigos y dejarlo abandonado y solo de nuevo, tal como había estado cuando era un huérfano en Lothal. Para dar su siguiente paso en su entrenamiento como Jedi, Bridger tuvo que superar este miedo. Cuando lo hizo, pudo adquirir un cristal kyber y construir su propio sable de luz.[12]

Los rebeldes también descubrieron posteriormente que Trayvis era un agente Imperial. Él envió otro mensaje afirmando que quería reunirse con los rebeldes en el Edificio del Capitolio de Ciudad Lothal en Lothal, pero la reunión fue una trampa tendida por el Agente Alexsandr Kallus. Los rebeldes pudieron escapar,[8] y Trayvis—con su tapadera descubierta—apareció en las Noticias de la HoloNet denunciando la supupesta violencia de los rebeldes.[13]

Apariciones[]

Fuentes[]

Notas y referencias[]


Gran Purga Jedi
Cronología galáctica

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[Fuente]
 La versión original de este artículo, o parte del mismo, fue traducida de Wookieepedia, ver autores
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