Las estrellas eran enormes y brillantes esferas de plasma y gas que producían su propia luz y energía. Las estrellas que eran el cuerpo central de un sistema planetario recibían el nombre de soles.
Las estrellas eran grandes cuerpos celestiales que generaban calor, luz y radiación y consistían en masas de plasma y gas ardiendo.[1]Karé Kun, piloto de la Resistencia, se refería en ocasiones a ellas como «bolas gigantes de gas explosivo».[2] Las estrellas eran de diversos tipos y tamaños, tales como las enanas rojas,[3] las enanas marrones,[4] las enanas amarillas, las enanas azules,[5] las gigantes rojas,[6] y las estrellas azul-blancas.[7] Durante la era de la Alta República, las estrellas fueron clasificadas según sus propiedades químicas, como las estrellas clase-R, muy pesadas en nitrógeno.[8]
Formación[]
Las estrellas nacían en áreas del espacio conocidas como viveros estelares[9] a través de colisiones de energía en forma de presión y calor, procesos que daban forma al espacio y que se podían divisar a millones de kilómetros de distancia.[10] La ignición del núcleo de un planeta a causa de una fuerza externa también podía resultar en la creación de una estrella.[11] Tras su nacimiento, las estrellas atravesaban varias etapas a lo largo de su vida, como las enanas amarillas, que se expandían convirtiéndose finalmente en gigantes rojas.[6] Las plantas obtenían nutrientes de la luz solar.[12]
Estrellas y planetas[]
«¡Hay muchas!, ¿todas tienen un sistema de planetas?» «Casi todas.»
La mayoría de las estrellas eran orbitadas por conjuntos de planetas y demás cuerpos,[13] en cuyo caso recibían el nombre de soles. Un sol, junto con el resto de cuerpos que orbitaban a su alrededor, formaba un sistema planetario. En ocasiones, un sistema planetario podía incluir varios soles, como es el caso del planeta Tatooine[14] o Mon Cala.[15]
Los planeta que orbitaban alrededor de una estrella normalmente recibían luz y calor de ella,[6] aunque había excepciones. El planeta Umbara era conocido como el «Mundo Sombrío», pues los rayos de su sol nunca llegaban a alcanzar por completo su superficie y lo mantenían en una permanente oscuridad.[16] Al observar el cielo nocturno, las estrellas más remotas parecían meros puntos de luz.[13] En base a las tradiciones de cada planeta, esos puntos de luz se agrupaban en constelaciones.[17] Sin una estrella a la que orbitar, la mayoría de los mundos quedaban sin vida, completamente congelados. El tamaño y la distancia a la que se encontraba el sol afectaba a muchas de las variables y condiciones del planeta que lo orbitaba.[18]
Apariciones[]
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Star Wars: Construye Tu Propio R2-D21 (Building the Galaxy: Designing R2-D2, Part 1; Droid Directory: R2-series Astromech Droids, Part 1; Understanding Robotics: LEDs)
Star Wars: El Desafío del Templo Jedi — «Episodio 2» (Solo mencionado) (Aparece en retrospectiva(s))
Tatooine en el Databank (enlace de respaldo)
