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Este artículo trata sobre un tema incluido en las Leyendas.

«Desdeño lo que estos pomposos, auto nombrados señores de la guerra han causado a nuestras fuerzas de combate. Estos niños peleoneros han causado tanto daño al Imperio como la Alianza Rebelde.»
Almirante Daala en 12 DBY[fuente]

La Guerra Civil Imperial (4 DBY-12 DBY) fue una serie de conflictos internos en los que lucharon leales al Imperio Galáctico y múltiples facciones disidentes después del catastrófico fracaso en la Batalla de Endor. Los puristas del Nuevo Orden la llamaron la Guerra de la Purificación, los que se opusieron a las Fuerzas Armadas Imperiales la llamaron el Motín Imperial, y muchos otros la etiquetaron como el Tiempo de la Destrucción.

Para el 12 DBY, el conflicto de luchas internas terminó cuando la almirante Natasi Daala ejecutó a trece señores de la guerra Imperiales en Tsoss Beacon en el Núcleo Profundo y combinó todas las fuerzas Imperiales en el Remanente Imperial.

Imperio dividido[]

Inmediatamente después de la derrota Imperial en Endor, el Gran Visir Sate Pestage tomó el control del Imperio. Él, sin embargo, carecía del carisma, la habilidad política y, lo que es más importante, la Fuerza, que el difunto Palpatine y Darth Vader habían utilizado para mantener unido el Nuevo Orden. El almirante Blitzer Harrsk fue el primer Imperial en declararse independiente y fundar su propio feudo privado, y no sería el último. Los señores de la guerra posteriores incluyeron al almirante Treuten Teradoc, el almirante Zsinj y el general Sander Delvardus, por nombrar a los más destacados.

Pestage logró mantener el trono durante unos escasos seis meses antes de ser depuesto por el Consejo Imperial Regente. Los tres Tribunos que componían este grupo actuaban de hecho bajo la influencia de Ysanne Isard, y su gobierno pronto fue reemplazado por ella.

Ysanne Isard logró mantener el Imperio y defenderse de los señores de la guerra agresivos durante casi dos años. En el 5 DBY se formó el Comité Central de Grandes Moffs en un intento por subvertir el gobierno de Ysanne. Consciente de que estaba perdiendo el control, Ysanne encargó a sus científicos que crearan un virus biológico dirigido únicamente a los no humanos. En el 7 DBY, Isard liberó este virus durante la liberación de Coruscant por parte de la Nueva República. Sabiendo que no podía quedarse en Coruscant por más tiempo, escapó a Thyferra perseguida por miembros del Escuadrón Pícaro y comenzó la Guerra del Bacta. Al final de esa campaña, se creía que Isard estaba muerta.

Los remanentes del Imperio pronto se encontraron compartiendo un enemigo común con la Nueva República por primera vez, ya que ambos gobiernos vieron al señor de la guerra rebelde, Zsinj, como su mayor amenaza. Zsinj estuvo bajo presión de ambos estados, pero no fue hasta que el almirante Rogriss se alió con el general de la Nueva República Han Solo que lograron detenerlo y luego matarlo en la Batalla de Dathomir.

El Imperio continuó siendo derrotado hasta el regreso del Gran Almirante Thrawn. Como último Gran Almirante legítimo, pudo reunir fuerzas Imperiales y montar una campaña que recuperó casi la mitad de la galaxia para el Nuevo Orden, a pesar de su identidad no humana. Este resurgimiento imprevisto llegó a su fin, sin embargo, con el asesinato de Thrawn por parte de su propio guardaespaldas noghri, Rukh, que había desertado a la Nueva República. El capitán Gilad Pellaeon, el hábil segundo al mando de Thrawn, conocía sus limitaciones, así como las de su mando, y ordenó la retirada.

La Nueva República aprovechó de inmediato el vacío de poder Imperial y se movió para eliminar futuras amenazas al aliarse con los señores de la guerra restantes. Usando el pretexto de perseguir a los criminales de guerra Imperiales y otros malhechores, la Nueva República comenzó su ataque contra el Príncipe-Almirante Delak Krennel. A pesar del nuevo aliado de Krennel, un clon de Ysanne Isard, y las maquinaciones de Isard para recuperar su Superdestructor Estelar, el Lusankya, la Nueva República salió victoriosa y comenzó a aprovechar su ventaja aún más. Todo esto dejó a los Mundos del Núcleo con una protección mínima.

Disturbios Imperiales en Coruscant[]

Monument Plaza Mutiny

Lucha en la Plaza de los Monumentos

En el 10 DBY, los señores de la guerra Imperiales sobrevivientes, alentados por lo que el Gran Almirante Thrawn había logrado recientemente con tan poco y en tan poco tiempo, acordaron organizarse bajo el Consejo Imperial Regente (en secreto con la complicidad del renacido Emperador Palpatine) para una ofensiva que empujaría hacia el Núcleo Galáctico. La Nueva República no pudo igualar el poderío militar del Imperio reunificado, y después de una breve y decisiva campaña, el Imperio había retomado el antiguo Centro Imperial en la Segunda Batalla de Coruscant.

Habiendo tomado Coruscant, el Consejo Gobernante decidió que había llegado el momento de reunir un nuevo Senado Imperial que serviría al Emperador Galáctico. Los gobernadores, Moffs y Grandes Moffs estuvieron de acuerdo, pero con el requisito de que a ellos también se les otorgarían escaños en el Senado y que sus votos se ponderarían según el número de mundos que controlaran. Los Consejeros, sin embargo, se negaron porque esto de hecho descentralizaría el poder y lo compartiría entre los gobernantes locales.

Las cosas se vinieron abajo rápidamente. Las fuerzas armadas Imperiales buscaron tomar el poder para sí mismas, pero se produjo una división entre el Ejército y la Armada. Esta última insistió en que solo ella podía elegir un nuevo Comandante Supremo. Luego, los burócratas y la COMPNOR intentaron un golpe de Estado, alegando que cualquier cambio en el Nuevo Orden invalidaría la existencia del Imperio. El BSI y la Inteligencia Imperial, a su vez, se embarcaron en una campaña de asesinatos entre sí. Solo los Adeptos del Lado Oscuro se mantuvieron al margen de esta maniobra entre facciones.

Pronto estalló un conflicto armado entre las diversas facciones Imperiales en Coruscant, con casi tres Grupos de Sector aniquilándose entre sí en órbita, y el Ejército Imperial dividido arrasando gran parte del planeta. Luego, el caos se extendió por gran parte de la galaxia recientemente recuperada, con eventos notables que incluyeron a los Acorazados Estelares Whelm y Panthac destruyéndose entre sí sobre Alsakan, el capitán del acorazado clase Venganza Jabalina chocando su nave contra una Esfera de Torpedos que defendía Chasin, y escuadrones de TIE droide destruyendo el acorazado clase Mandator III Aculeus en Drearia.[15]

Las hostilidades terminaron solo cuando el renacido Emperador Palpatine declaró su regreso varios meses después. Sin embargo, Palpatine deliberadamente no intentó sofocar el motín antes por venganza, refiriéndose personalmente a la carnicería como "eliminar a los débiles",[16] e incluso puede haber alentado este conflicto interno mediante el uso del lado oscuro de la Fuerza. Si bien la mayoría de las bases regresaron al servicio leal, junto con algunos de los señores de la guerra, muchos de los señores de la guerra optaron por huir para salvar sus vidas, ya que no se esperaba que el Emperador tomara amablemente la usurpación de su trono. El Motín Imperial jugó con los planes de Palpatine para establecer un "Imperio Oscuro", un gobierno que abarcara una galaxia gobernado directamente por el lado oscuro de la Fuerza en lugar del poderío militar.

El Regreso de Palpatine[]

Al transferir su espíritu a un cuerpo recién clonado, Palpatine renació y volvió al poder, después de lo cual procedió a reconstruir el Imperio. Solo le tomó 6 años recuperar la fuerza necesaria para desafiar a la Nueva República. Habiendo reagrupado a los muchos señores de la guerra y leales del Imperio fragmentado en una sola fuerza unificada, Palpatine lanzó una serie de ataques devastadores contra la Nueva República desde su nueva capital en Byss en el Núcleo Profundo. Con sus números y también sus superarmas recién construidas, casi puso de rodillas a la Nueva República.

El Consejo Imperial Regente, sin embargo, se mostró reacio a ceder la autoridad que había ganado desde Endor. A instancias de Sarcev Quest, el Consejo ya había prestado su patrocinio a Carnor Jax, un oficial de la Guardia Real y aspirante a Lord Sith que actuaría como una nueva figura decorativa para el Imperio. Quest y Jax comenzaron a trabajar juntos en el corazón de la corte Imperial para derrocar a su Emperador.

Para sentar las bases para un golpe, Quest instaló a Carnor Jax como uno de los cuadros de Protectores Soberanos Imperiales que sirvieron como guardia personal del renacido Palpatine. Juntos sondearon el apoyo, eliminando a rivales como Sa-Di y Nefta, los únicos otros usuarios de la Fuerza en el Consejo. Con fondos proporcionados por otros miembros del Consejo, como Xandel Carivus, Quest sobornó al médico del Emperador para sabotear el material genético de los cuerpos clon que eran clave para el renacimiento de Palpatine.

En los niveles más básicos, los motivos de los conspiradores no son difíciles de entender: se enfrentaron a la locura percibida del Emperador, la transferencia de gran parte de su poder a una élite Jedi Oscura y la destrucción deliberada y desenfrenada realizada por la Operación Mano Sombría. Algunos quizás creían que estaban tomando las medidas necesarias por el bien del Imperio, mientras que otros estaban motivados por la ambición o la preocupación por su propia supervivencia. En cualquier caso, el Consejo ahora tenía un grupo dedicado de conspiradores. Jax y Quest lideraron esta camarilla, pero el papel clave del primero posiblemente indica el apoyo de su amante, la Adepta del Lado Oscuro Lumiya. La aparición posterior de soldados de asalto agujeros negro como guardia personal de Jax también insinúa una conexión con Lord Cronal.

Palpatine parece haber sido ajeno a las maquinaciones del Consejo, y aunque no hay evidencia de que predijeron eventos en Onderon y la destrucción de Byss, sin embargo, estaban listos para hacer su movimiento cuando llegara el momento y eliminar a aquellos que podrían oponerse a ellos. Después de la Batalla de Onderon, orquestaron un golpe de estado, encabezado por aquellos que se habían considerado gobernantes del Imperio y guardianes de los principios del Nuevo Orden desde Endor.

Campaña de Daala[]

«Un Imperio, una flota—solo esto nos garantizará la victoria.»
Almirante Daala[fuente]

Tras el colapso del régimen del renacido Palpatine, el Imperio volvió a caer en el caos y el desorden. Los oficiales de alto rango y los comandantes militares reunieron sus propias fuerzas y se retiraron al Núcleo Profundo, estableciendo dominios y peleando entre ellos por el control de lo que quedaba. Estos señores de la guerra estaban absortos en sí mismos más allá de lo visto en los años posteriores a Endor y cada uno desperdiciaba valiosos recursos para avanzar en su posición individual. Con la esperanza de reunir nuevamente a los remanentes en disputa del alguna vez todopoderoso Imperio Galáctico, la almirante Daala se encargó de actuar como una especie de emisario entre las facciones. Se reunió con un éxito limitado. Cuando Daala se vio obligada a ponerse al servicio del homónimo "Señor de la guerra Supremo" Blitzer Harrsk en su lucha contra el Alto Almirante Treuten Teradoc, no pudo soportarlo más. Aliándose con el principal oficial de la flota de Teradoc, el entonces vicealmirante Gilad Pellaeon, presidió una reunión en Tsoss Beacon de los trece señores de la guerra más poderosos. Su intención era negociar una reunificación y el nombramiento de un Comandante Supremo.

Después de horas de negociaciones, Daala se dio cuenta de que los señores de la guerra se negaban a trabajar juntos. Cansada y enojada, los mató a todos sellando la sala de conferencias y envenenando el aire. Aunque no había sido su intención original, Daala efectivamente se convirtió en Comandante Suprema y Jefa de Estado Imperial. El Imperio estaba nuevamente a punto de emprender la guerra contra la Nueva República. El gobierno estable asociado con el Remanente Imperial aún no se había establecido, pero fue este evento el que inició el proceso por el cual se formó ese gobierno.

Todavía amargada por las pérdidas que había sufrido un año antes, Daala reagrupó a la Armada Imperial bajo la bandera del Acorazado Estelar Caballero del Martillo. Luego colocó a Pellaeon al mando de una flota de diecisiete Destructores Estelares clase Imperial. También le dio el control del Comando Carmesí (una flota de ciento doce Destructores Estelares clase Victoria) al coronel Ivan Cronus, su leal tercero al mando, antes de poner en marcha su plan. En opinión de Daala, el mayor obstáculo para la victoria Imperial estaba en los Jedi y su academia en Yavin 4. Centrada en este objetivo, ordenó a la flota de Pellaeon que liderara el ataque como vanguardia de su nave insignia. La batalla fue un desastre para el Imperio, costándole a Daala la vida de muchos soldados leales, incluyendo a Cronus, así como del Caballero de Martillo. Pellaeon logró recuperar a Daala de una cápsula de escape, aunque sus Destructores Estelares habían sido dañados por los Jedi. Avergonzada y apenada, Daala renunció a su mando y comisión; su acto final fue promover a Pellaeon a almirante y transferirle los poderes de Comandante Supremo de la Flota Imperial, poniendo así fin a la Guerra Civil Imperial.

Consecuencias[]

Las fuerzas Imperiales restantes, ahora conocidas como el Remanente Imperial, sufrieron varias derrotas más en los años siguientes, obligándolas a retirarse del Núcleo Profundo y a ocho sectores remansos en los Territorios del Borde Exterior, consolidando un nuevo territorio excavado en los mini-Imperios de la franja galáctica como la Alineamiento Pentaestelar. Si bien Pellaeon no era un estratega del nivel de un genio como Thrawn, era un oficial inteligente con décadas de experiencia en la Armada, y lo que quedaba de las fuerzas Imperiales se unificó bajo su mando. Durante los siguientes siete años, Pellaeon comandó de manera efectiva y eficiente la guerra en curso del Remanente Imperial contra la Nueva República, que fue proporcionalmente mucho más costosa de lo que había sido cuando los señores de la guerra Imperiales rivales incompetentes luchaban entre sí con más frecuencia que contra los rebeldes. El problema era que la Guerra Civil Imperial simplemente había causado demasiado daño, con un número incalculable de naves perdidas en luchas internas y la mayor parte de la galaxia perdida. Incluso la reunificación del puñado de naves y sistemas Imperiales restantes bajo un comandante capaz como Pellaeon fue demasiado poco y demasiado tarde.

Al ver que la derrota era inminente, Pellaeon finalmente admitió la necesidad de pedir la paz. Después de que se firmó un acuerdo de paz con la Nueva República, el Remanente entró en un período de estabilidad que no se puso a prueba hasta la Guerra Yuuzhan Vong, cuando el Remanente Imperial se alió con la Nueva República y su estado sucesor, la Federación Galáctica de Alianzas Libres, en la lucha contra los yuuzhan vong.

Batallas notables[]

Apariciones[]

Fuentes[]

Notas y referencias[]

 La versión original de este artículo, o parte del mismo, fue traducida de Wookieepedia, ver autores
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