- «Tejida por el Señor Oscuro de los Sith, esta red está. Por ahora, jugar su juego, debemos.»
- ―El Gran Maestro Jedi Yoda
Las Guerras Clon (22–19 ABY) fueron un conflicto a escala galáctica entre la República Galáctica y la Confederación de Sistemas Independientes, que se había separado de la República. También conocidas como la Guerra Clon, fue nombrada por los soldados clon usados por el Gran Ejército de la República contra el Ejército Droide Separatista. Con ambos desplegados en enormes cantidades por cada lado respectivo, fueron las fuerzas militares más grandes de la historia galáctica, y la lucha entre ambos sacudió a la galaxia durante tres, casi cuatro, años.
Antes del conflicto, Darth Sidious, bajo su alter ego Sheev Palpatine, había pasado años amasando poder político, ascendiendo eventualmente a Canciller Supremo de la República. Mediante su aprendiz Sith Conde Dooku, provocó la Crisis Separatista, causando que miles de sistemas estelares de la República se separaran y formaran un nuevo gobierno como una Confederación, con Dooku como su Jefe de Estado. Comenzando con la Primera Batalla de Geonosis, el conflicto rápidamente se expandió por la galaxia con ambos bandos logrando victorias significativas. Según el momento de la guerra parecía que un bando iba a triunfar sobre el otro. Al principio de la guerra, ambos bandos buscaron el control de las principales rutas hiperespaciales para ganar una ventaja estratégica. Este esfuerzo en particular terminó con la victoria de la República cuando el Caballero Jedi Anakin Skywalker y su Padawan, Ahsoka Tano, aseguraron una alianza entre la República y el Clan Hutt.
Batallas, escaramuzas, incursiones y otras acciones continuaron durante los dos años siguientes, con batallas importantes teniendo lugar en Ryloth, Felucia, Malastare, y Kamino. Durante este tiempo, los Separatistas desarrollaron varias superarmas, incluido armas más tradicionales como el cañón de iones de la nave de guerra Malevolencia, así como armas biológicas como una variante del Virus Sombra Azul. Mientras tanto, la República lanzó diversas ofensivas clave, incluido la Segunda Batalla de Geonosis, que destruyó las fábricas de droides de combate de Geonosis, y una operación fallida de los Jedi para capturar al Comandante Supremo del Ejército Droide General Grievous en Saleucami. En medio de este conflicto en escalada, muchos planetas—como Mandalore y otros miembros del Consejo de Sistemas Neutrales—se esforzaron por mantener su neutralidad, pero tuvieron difícil escapar de la masacre.
Tras un año de guerra, la Senadora de la República Padmé Amidala y la Senadora Separatista Mina Bonteri colaboraron en una iniciativa para terminar con la guerra. Sin embargo, su colaboración terminó cuando Dooku y Grievous bombardearon la capital de la República en Coruscant. Después, una conferencia de paz en Mandalore también fracasó en terminar con el conflicto. Sin un final a la vista, los Jedi trabajaron con fuerzas armadas locales, incluido el ejército de Mon Cala y el Gran Ejército Gungan de Naboo, y entrenaron encubiertamente a una célula rebelde insurgente para recuperar Onderon de manos de la ocupación Separatista. Similarmente, la Confederación recurrió a facciones como la Milicia Umbarana y el Imperio Esclavista Zygerriano. Además, una guerra por el poder se materializó cuando la Madre Talzin y su hijo, el ahora Lord Sith renegado Maul, actuaron para ejecutar su venganza contra los Sith y los Jedi.
Durante el tercer y último año de la guerra, la República condujo a los Separatistas a reductos en los Territorios del Borde Exterior, iniciando una campaña conocida como los Asedios del Borde Exterior. En un esfuerzo por revertir el curso de la guerra, Grievous lanzó un ataque masivo contra Coruscant a través del Núcleo Profundo. Gran parte de la flota Confederada se perdió en el ataque, junto con el Jefe de Estado Conde Dooku. La Confederación rápidamente perdió el núcleo de su liderazgo sucesivamente, con Grievous cayendo en combate durante la Batalla de Utapau, y con el Consejo Separatista siendo masacrado en Mustafar. Esto, junto a la ejecución de la Orden 66 y la desactivación del ejército droide, condujo a la capitulación total de la Confederación y, con ello, al fin de la guerra.
Sin que la mayoría de los implicados—tanto combatientes como burócratas—el conflicto fue orquestrado, facilitado, instigado, y eventualmente resuelto por Darth Sidious, cuyo objetivo final era restaurar el Imperio Sith y transformar la República en el Imperio Galáctico con él mismo como Emperador, así como la erradicación de la Orden Jedi. Sidious estuvo engañando a ambos bandos. El engaño de Sidious fue expuesto por el propio Sidious cuando se reveló a sí mismo como el Lord Sith que había provocado las Guerras Clon. Evitando su arresto por parte de Mace Windu y un grupo de Jedi, Sidious tuvo éxito en su objetivo con la ayuda del Caballero Jedi Anakin Skywalker, a quien Sidious hizo caer al lado oscuro de la Fuerza y convirtió en su nuevo aprendiz Darth Vader. Sidious declaró públicamente a los Jedi traidores y desencadenó la Orden 66, que obligaba a los soldados clon de la República a traicionar y ejecutar a sus Generales Jedi, inciando una Gran Purga Jedi por toda la galaxia. Entonces, Palpatine declaró el final de las Guerras Clon en una sesión extraordinaria del Senado y proclamó la transformación de la República en el Primer Imperio Galáctico, y del Senado Galáctico en el Senado Imperial.
Preludio[]
Una venganza de un milenio[]
- «Por fin nos revelaremos a los Jedi. Por fin podremos vengarnos.»
- ―Maul
Los orígenes de las Guerras Clon se remontaban a los tiempos de la Antigua República,[57] que reinó un milenio antes de la guerra. Esta era marcó una época oscura en la historia galáctica,[1] puesto que los Sith se enfrentaron a su antiguo enemigo, los Jedi, por el control de la galaxia.[58] Los Sith sufrieron luchas internas,[59] lo cual finalmente condujo a su derrota a manos de los Jedi, pero aunque los Jedi creyeron que habían erradicado a sus rivales,[60] los Sith simplemente se retiraron y ocultaron entre las sombras. Darth Bane, el último Señor Oscuro de los Sith superviviente, fundó una filosofía conocida como la Regla de Dos, que dictaba que toda la Orden Sith estaría únicamente compuesta por un maestro y un aprendiz.[59] Trabajando en las sombras, los Sith acumularon poder e influencia como preparación para el objetivo final de su gran plan: la dominación galáctica y la venganza contra los Jedi.[8]
De los remanentes de la Antigua República, se formó una República Galáctica moderna. Por primera vez, un Senado Galáctico permitió la representación política de cientos de mundos y sistemas estelares. Las fuerzas armadas de la Antigua República fueron disueltas,[1] lo que condujo a que la Orden Jedi asumiera un papel de guardián de la paz en la República, sirviendo a petición del Senado y su Canciller Supremo.[60] Con el tiempo, el Senado se hizo notorio por su lenta burocracia y su corrupción,[61] y emergieron desavenencias puesto que los céntricos Mundos del Núcleo—incluido la capital de la República, Coruscant—se hicieron notorios por su voluntad de explotar los recursos de los Territorios del Borde Exterior.[1] A la lentitud e inacción de la burocracia se sumó el hecho de que los bloques corporativos como la Federación de Comercio, el Clan Bancario InterGaláctico, y la Tecno Unión recibieron representación en el Senado junto a los mundos miembros de la República.[51]
A los casi mil años de reinado de la República,[15] Darth Sidious se convirtió en el Lord Oscuro de los Sith reinante tras traicionar y asesinar a su maestro Darth Plagueis. Sidious planeó continuar con el plan de venganza de los Sith usando su identidad Sith y su alter ego Sheev Palpatine. Su doble identidad le permitiría engañar y eventualmente destruir a la República y los Jedi. Para infiltrarse entre los Jedi, la República, y el Senado Galáctico, Palpatine se convirtió en senador de su planeta natal Naboo. Como senador de Naboo, diseñó una trama para derrocar al Canciller Supremo del momento, Finis Valorum, y ostentar él mismo la jefatura de estado de la República: cuando la República se vio envuelta en una disputa sobre la tasación de rutas comerciales, Sidious se alió en secreto con Nute Gunray, el Virrey de la Federación de Comercio, y ordenó que la Federación de Comercio bloqueara su planeta natal Naboo. Cuando la burocracia característica del Senado demostró ser inefectiva para resolver la Invasión de Naboo, Palpatine manipuló y engañó a la Reina Padmé Amidala de Naboo para que solicitara un Voto de No Confianza contra el liderazgo de Valorum. El Senado eligió en consecuencia a Palpatine como sucesor de Valorum, y la Orden Jedi ayudó a las Fuerzas de Seguridad Reales de Naboo a terminar con el bloqueo, no sin que antes los Sith se revelaran a sí mismos en la forma de Darth Maul, el actual aprendiz de Sidious. Maul fue derrotado por los Caballeros Jedi y fue dado por muerto, lo que hizo que el Alto Consejo Jedi sospechara de la existencia de un segundo Lord Sith.[60] Ahora Canciller Supremo, Palpatine fue visto como un reformador frente a las fallas de la República. Adicionalmente, gracias a la Invasión de Naboo, Palpatine consiguió vilipendiar a las corporaciones galácticas, que ayudaron a edificar un gobierno Separatista. Aunque la guerra abierta no tendría lugar hasta diez años después, la lucha por Naboo sirvió como la primera chispa de las Guerras Clon de múltiples maneras.[48]
Creación del ejército clon[]
- «Un ejército clon, y debo decir, uno de los mejores que hemos creado.»
«Dígame, Primer Ministro, cuando mi Maestro contactó con vosotros por primera vez para crear el ejército, dijo—¿dijo para quién era?»
«Por supuesto que sí. Este ejército es para la República.» - ―Lama Su y Obi-Wan Kenobi acerca del papel de Sifo-Dyas en la creación del ejército clon
Sidious encontró un reemplazo para Maul en el Conde Dooku, un antiguo Maestro Jedi que había abandonado la Orden Jedi y que se hizo vital para el plan de conquista galáctica de los Sith. Sidious y Dooku, que posteriormente adoptó el nombre de Darth Tyranus, conspiraron para manipular la República y conducirla a una guerra contra un estado opositor. Los Jedi se verían obligados a servir como generales de un ejército de soldados de la República,[15] que eventualmente serían sus ejecutores. Además, el conflicto desestabilizaría la República y la haría vulnerable a un golpe de estado Sith.[8]
Antes de la Invasión de Naboo, el Alto Consejo Jedi rechazó a uno de sus miembros, el Maestro Sifo-Dyas, debido a sus creencias extremistas de que la República necesitaría crear un ejército para un conflicto a escala galáctica que había previsto.[62] Sin inmutarse, Sifo-Dyas contactó con los kaminoanos, una especie conocida por su industria de clonación, y ordenó la producción de un ejército clon a petición de la República. Al hacerlo, Sifo-Dyas eludió tanto al Senado como al Alto Consejo, pretendiendo tener el apoyo del anterior.[15] Cuando los Sith descubrieron la existencia del ejército clon, hicieron todo lo posible para apropiarse del proyecto. En ese momento, el entonces Canciller Valorum pidió a Sifo-Dyas supervisar unas negociaciones confidenciales entre la República y el Sindicato Pyke, un cártel de especias en auge que había comenzado a dominar el inframundo de Coruscant. Desconociendo la petición de Valorum, el Alto Consejo Jedi envió por separado a Sifo-Dyas a resolver una disputa tribal en el planeta Felucia.[62]
Sifo-Dyas nunca llegó a Felucia, y los eventos resultantes se enredaron en una red de subterfugios que la Orden Jedi tardó muchos años en desentrañar. Dooku, como Tyranus, traicionó a su amigo contratando a los pykes para que asesinaran a Sifo-Dyas, y su lanzadera T-6 fue derribada subsecuentemente sobre la luna de Oba Diah, muriendo Sifo-Dyas en la colisión, mientras que el ayudante personal de Valorum, Silman, que le había acompañado en la misión, sobrevivió al ataque. Los pykes entregaron el cadáver de Sifo-Dyas a Tyranus, pero mantuvieron en secreto a Silman como rehén como potencial moneda de cambio para el futuro. La Orden Jedi, por su parte, creyó que Sifo-Dyas había muerto en Felucia tras fracasar en negociar la paz entre las tribus locales.[62]
Tras tomar el control del proyecto de clonación, los Sith seleccionaron al reputado cazarrecompensas Jango Fett como plantilla genética del ejército clon.[15] La Jefe Médica Científica Nala Se sirvió como una de los ingenieras principales del proyecto.[37] En el mundo natal kaminoano de Kamino, Fett proporcionó muestras genéticas y entrenamiento para los llamados soldados clon, que fueron sujetos a un crecimiento acelerado para envejecer el doble de rápido que un humano normal. Como resultado, la primera generación de tropas estuvo lista una década después del encargo original de Sifo-Dyas.[15]
Sifo-Dyas quiso un chip inhibidor implantado en el cerebro de cada clon, como garantía contra Jedi renegados. Sin embargo, Dooku y Sidious cambiaron el propósito de los chips para asegurar la destrucción de los Jedi. Fingiendo ser un Jedi, Dooku presentó el chip a los científicos kaminoanos y los engañó para que pensaran que los chips estaban diseñados para disminuir la agresividad de cada sujeto, así como que Sifo-Dyas había ordenado la implantación de los chips[63] como contramedida contra la traición de Jedi renegados.[37] En realidad, los chips obligarían a cada clon a cumplir con el Protocolo 66, una directiva para los soldados instándoles a ejecutar a sus comandantes Jedi por ser percibidos como traidores a la República.[63] Así, los Sith podrían masacrar a toda la Orden Jedi mediante sus soldados subordinados.[8]
Crisis Separatista[]
- «No permitiré que esta República que ha permanecido en pie durante mil años se parta en dos. Mis negociaciones no fracasarán.»
«Si lo hacen, debe ser consciente de que no hay suficientes Jedi para proteger la República. Somos guardianes de la paz, no soldados.» - ―Sheev Palpatine y Mace Windu
Ocho años después de la Invasión de Naboo, la pan-galáctica Confederación de Sistemas Independientes comenzó a tomar forma cuando el Conde Dooku tomó el mando de una estación de retransmisión de HoloRed en el sistema Raxus y atacó a la República con una retórica condenatoria. Durante los dos años siguientes,[1] se produjo una Crisis Separatista cuando miles de sistemas estelares abandonaron la República y se alinearon con la Confederación.[61][64] La Crisis Separatista hizo entrar a la República en frenesí, particularmente cuando Dooku rechazó repetidamente las solicitudes públicas de negociación de Palpatine.[1] El Senado de la República pronto se vio dividido ante la aprobación de un Acta de Creación Militar. Los defensores del proyecto de ley argumentaban que la República necesitaba una fuerza militar para defenderse de los Separatistas, mientras que sus detractores como la ahora Senadora Padmé Amidala creían que la medida provocaría una guerra civil a gran escala entre la República y la Confederación. La guerra cada vez se volvió más inevitable,[15] con los Lores Sith listos para liderar ambos bandos del conflicto que se avecinaba y que dividiría la galaxia.[8]
Para el 22 ABY,[12] los Sith ya casi habían completado los preparativos para un conflicto abierto entre la República y la Confederación. Nominalmente la Confederación funcionaba como una democracia,[64] y delegados de su variedad de mundos miembro formaron un Senado Separatista.[51] Al mismo tiempo, las corporaciones principales de la galaxia prometieron su apoyo y recursos a la Confederación, y sus líderes obtuvieron una posición en el Consejo Separatista de Dooku.[15] Entre sus miembros se encontraban el Presidente San Hill del Clan Bancario InterGaláctico, el Capataz Wat Tambor de la Tecno Unión, el Magistrado Passel Argente de la Alianza Corporativa, la Presidenta Shu Mai del Gremio de Comercio, y el Archiduque Poggle el Menor de las colmenas geonosianas, así como los Senadores Po Nudo de Ando y Tikkes de Mon Cala.[14][65]
La condición de Nute Gunray para unirse al Consejo Separatista fue que Amidala fuera asesinada como venganza por su humillante derrota a manos de ella en la Batalla de Naboo. Jango Fett y su asociada, Zam Wesell, aceptaron el encargo de Gunray y subsecuentemente se centraron en Amidala. Justo antes de la votación en el Senado del Acta de Creación Militar, Wesell llevó a cabo un intento fallido de asesinato contra Amidala, que provocó que el Alto Consejo Jedi nombrara al Caballero Jedi Obi-Wan Kenobi y a su Padawan, Anakin Skywalker—que habían sido claves en la victoria de la República en la Batalla de Naboo—como guardaespaldas personales de Amidala. El segundo intento de Wesell contra la vida de Amidala volvió a fracasar, y Fett usó un sabledardo kaminoano para ejecutar a Wesell antes de que Kenobi y Skywalker pudieran extraer información de ella. No obstante, Kenobi descubrió la relación del sabledardo con Kamino, y se alarmó cuando su investigación reveló que el planeta había sido borrado de los Archivos Jedi. Con la ayuda del Gran Maestro Yoda, determinó la localización de Kamino en el mapa galáctico, justo al sur del Laberinto Rishi, y viajó hasta allí como parte de su investigación del atacante de Amidala.[15]
Cuando Kenobi llegó a la capital de Kamino, Ciudad Tipoca, el Primer Ministro Lama Su lo recibió y reveló la existencia del ejército clon. Para entonces, 200.000 soldados ya estaban listos para ser desplegados, con un millón de soldados más con su entrenamiento casi completado. Un sorprendido Kenobi informó del descubrimiento al Consejo Jedi, que le ordenó retener a Jango Fett y llevarlo al Templo Jedi de Coruscant para interrogarlo. Fett escapó de Ciudad Tipoca con su hijo, un clon inalterado llamado Boba, y escapó a[15] la capital de la Confederación en Geonosis.[66] Kenobi siguió el rastro de los Fett y, tras un enfrentamiento de cazas estelares en el que fue dado por muerto, los siguió hasta la superficie planetaria. Allí, descubrió que los geonosianos estaban fabricando millones de droides de combate en sus fábricas de droides. También fue testigo de una reunión entre Dooku y el Consejo Separatista, descubriendo que se estaban preparando para destinar sus recursos en un Ejército Droide Separatista. Después los geonosianos capturaron a Kenobi, aunque no antes de que enviara un mensaje a Skywalker.[15]
Skywalker se encontraba junto a Amidala en el cercano mundo de Tatooine y transmitió el mensaje a Coruscant, donde Palpatine y el Alto Consejo Jedi escucharon la noticia de que los gremios comerciales se habían unido a la Confederación. En contra de las órdenes del Consejo, Amidala y Skywalker partieron a rescatar a Kenobi en Geonosis. Mientras Kenobi se encontraba prisionero, Dooku afirmó que toda la República se encontraba bajo la influencia de un Señor Oscuro de los Sith llamado Darth Sidious, e intentó convencer a Kenobi para que le ayudara a destruir a los Sith. Kenobi se negó, y después de que Amidala y Skywalker fueran también capturados, los geonosianos los condenaron a los tres a una ejecución en[15] la Arena Petranaki.[14]
A pesar del informe de Kenobi de que la Confederación estaba formando un ejército, el Senador Bail Organa de Alderaan y otros miembros del Senado aún creían que el Acta de Creación Militar no sería aprobada a tiempo para contener a los Separatistas. En consecuencia, el Representante júnior Jar Jar Binks de Naboo impulsó una moción para que el Senado concediera poderes de emergencia a Palpatine, que podría usar su nueva autoridad para aprobar formalmente la creación de un Gran Ejército de la República. Aunque Palpatine prometió devolver sus poderes de emergencia en cuanto la crisis hubiera acabado,[15] este nunca fue el caso.[8] Mientras el Maestro Yoda viajaba a Kamino para reunir a los soldados clon para el Gran Ejército, el Maestro Mace Windu reunió a un equipo de asalto[15] compuesto por 212 Jedi,[67] desde Maestros del Alto Consejo hasta Caballeros y Padawans de la Orden, para salvar a Kenobi de su apresamiento en Geonosis. La galaxia se tambaleaba al borde de la guerra civil.[15]
La guerra[]
Año uno (22 ABY–21 ABY)[]
Primera Batalla de Geonosis[]
- «¡Esto es solo el principio!»
- ―Dooku
La Batalla de Geonosis[22] comenzó cuando Windu y su equipo de ataque Jedi se infiltraron en la Arena Petranaki para salvar a Amidala, Kenobi y Skywalker de un combate de gladiadores contra tres bestias: un acklay, un nexu y un reek. Mientras los espectadores geonosianos abandonaban la arena, Dooku desplegó una enorme infantería de droides de combate B1, superdroides de combate B2, y droidekas contra los Jedi. Durante la subsecuente batalla terrestre,[15] el miembro del Consejo Coleman Trebor[68] estuvo a segundos de terminar con el conflicto cuando casi pudo matar a Dooku, pero Jango Fett lo mató a tiros antes de que pudiera hacerlo. Windu posteriormente decapitó a Fett, un acto que despertaría la ira de su hijo, Boba. En poco tiempo, solo Amidala, Kenobi, Skywalker, Windu y una pequeña fracción de aliados Jedi quedaban en pie. Con sus droides de combate rodeando a los supervivientes, Dooku exigió su rendición incondicional, pero Windu se negó a permitir que él y sus compañeros se convirtieran en rehenes.[15]
Justo cuando Windu y los demás supervivientes iban a ser ejecutados, Yoda llegó con refuerzos, el Gran Ejército de la República:[15] 192.000 soldados clon[66] a bordo de naves de asalto militar transgaláctico clase Acclamator, con cañoneras LAAT/i transportándolos hasta la Arena Petranaki para rescatar a los Jedi supervivientes. Amidala, Kenobi, Skywalker, Windu y los otros Jedi supervivientes se retiraron de la arena a bordo de las cañoneras de Yoda y se apresuraron a las llanuras rojas de Geonosis, donde estaba tomando forma una campaña terrestre. Jedi como Aayla Secura, Kit Fisto y muchos otros inmediatamente aceptaron posiciones de mando y lideraron a los soldados clon en la batalla contra el Ejército Droide Separatista, trabajando para diezmar la infantería enemiga y evitar que los transportes Hardcell de la Tecno Unión escaparan. Mientras Yoda se dirigía al centro de mando de la República, Windu supervisó un punto de reunión,[15] donde el Comandante Clon CT-411[69][70] le dio el mando de cinco unidades de comandos especiales.[15] El Coronel Meebur Gascon y otros estrategas del Alto Mando de la República aconsejaron al Gran Ejército en sus tácticas de combate.[71]
Una frenética ofensiva tuvo lugar, con los Ejecutores Tácticos Todo Terreno de la República atacando a los tanques droide IG-227 clase Hailfire y droides araña buscadores OG-9 Separatistas. Yoda ordenó a los caminantes de Artillería Pesada AutoPropulsada Turboláser del Gran Ejército derribar a varias naves núcleo de la Federación de Comercio antes de que pudieran escapar. En el suelo, los Jedi y sus soldados clon se vieron obligados a enfrentarse a los droides de combate enemigos y droides araña enanos DSD1, pero lograron avances graduales contra los Separatistas. Superados por el asalto de la República, Dooku y el Consejo Separatista ordenaron una retirada. Poggle el Menor confió a Dooku los planos geonosianos del Arma Definitiva, y Dooku se dirigió a un hangar remoto donde se encontraba su velero interestelar clase Punworcca 116. De camino al hangar, Dooku se encontró con Amidala, Kenobi y Skywalker, que lo persiguieron a bordo de su cañonera LAAT/i. Cuando la escolta de cazas estelares de defensa territorial clase Nantex respondieron, Amidala se cayó de la cañonera, mientras que Kenobi y Skywalker siguieron persiguiendo al Conde.[15]
Cuando Kenobi y Skywalker llegaron al hangar, Dooku los derrotó en un duelo con sables de luz, hiriendo a Kenobi y cortando el brazo derecho de Skywalker. El duelo continuó cuando Yoda, el antiguo Maestro Jedi de Dooku, llegó y resultó ser más que un desafío para el Lord Sith. Dooku consiguió escapar haciendo caer un pilar sobre Kenobi y Skywalker, obligando a Yoda a escoger entre presionar su ataque o salvar a sus compañeros Jedi. Amidala llegó al hangar en otra cañonera, pero ella y su escuadrón de soldados clon no pudieron derribar el velero solar de Dooku. Aunque Dooku y el Consejo Separatista habían escapado con sus fuerzas, la República declaró su victoria en la Batalla de Geonosis.[15]
Dooku viajó en secreto a Coruscant, donde se reunió con Darth Sidious e informó de que el conflicto intergaláctico en cuya instigación habían trabajado finalmente había estallado. Aunque Kenobi creía que los soldados clon habían sido claves para la victoria de la República en Geonosis, Yoda sabía que no era una victoria: las Guerras Clon habían empezado. Desde Coruscant, la República desplegó decenas de miles de soldados clon y una flota de naves de guerra y vehículos de asalto, que formaban la Armada de la República, como parte de su maquinaria de guerra.[15] La Confederación, por su parte, trasladó su capital de Geonosis[66] al planeta Raxus Secundus, que sirvió como sede del Senado Separatista.[51]
El conflicto se expande[]
- «Debo admitir que sin los clones, la victoria no habría sido posible.»
«¿Victoria? ¿Victoria, dices, Maestro Obi-Wan? Nada de victoria. El velo del lado oscuro ha caído. Comenzado, la Guerra Clon ha.» - ―Obi-Wan Kenobi y Yoda, tras la Batalla de Geonosis
A medida que las Guerras Clon engullían mundo tras mundo por toda la galaxia[72] increíblemente rápido; la doncella de Amidala Dormé sospechó que las fuerzas de la Conferación habían tenido a la espera sus fuerzas bajo la impresión de que los eventos de Geonosis terminarían en un triunfo Separatista, solo para que las propias fuerzas de la República terminaran siendo capaces de hacer frente a la CSI.[73] Windu también sospechaba que los Separatistas se estaban moviendo para asentarse en el Borde Exterior y entonces avanzar hacia el Núcleo, teniendo eventualmente fuerza suficiente como para atacar el propio Coruscant, obligando a la República a atacar la presencia de la Confederación en el Borde para mantener a salvo su capital.[74] Los Jedi se vieron obligados a renunciar a su papel tradicional como guardianes de la paz[72] en favor del mando militar del Gran Ejército de la República. Caballeros y Maestros aceptaron el nuevo rango de General Jedi. Incluso los Padawans contribuyeron al esfuerzo de guerra de la República, sirviendo como Comandantes Jedi en el campo de batalla[22] a petición de Palpatine.[75] Entre los recién ascendidos a Generales Jedi se encontraba Anakin Skywalker, a quien el Alto Consejo Jedi ascendió a Caballero.[22] Sin que sus compañeros los supieran, Skywalker se había casado en secreto con Padmé Amidala tras la Batalla de Geonosis,[15] una relación que tendría repercusiones para toda la guerra.[8]
Amidala y Skywalker se vieron también implicados en una misión a Nooroyo entre la Batalla de Geonosis y su boda, durante la cual escaparon de las fuerzas de Gunray cuando el Virrey llegó en persona para negociar la exportación de especias por parte de Nooroyo.[73] Para satisfacer la demanda cada vez mayor de tropas de la República, Kamino continuó con su producción y entrenamiento de soldados clon. A cambio, la Armada de la República bloqueó Kamino,[76] y el Gran Ejército estableció una red de puestos de escucha para monitorear las actividades Separatistas en la vecindad.[77] Debido a la muerte de Jango Fett, los científicos kaminoanos tuvieron que estirar las muestras preexistentes de su ADN para producir más clones. El Alto Consejo Jedi seleccionó a una de sus miembros, la Maestra Shaak Ti, para supervisar el entrenamiento de los cadetes clon en la Ciudad Tipoca de Kamino, ayudada por mercenarios contratados como Bric y El-Les para ayudar a supervisar la instrucción de combate de los clones.[76] Los clones empezaron rápidamente a mostrar signos de individualidad, que mejoró su efectividad.[73]
La República atrajo críticas internas y externas por su uso de soldados clon, a quienes algunos veían como esclavos de los Jedi.[20][78] Un soldado desertó del Gran Ejército después de que la Confederación aniquilara su unidad; escapó al planeta Saleucami, donde tomó el nombre de Cut Lawquane con una familia.[79] Por otra parte, los ciudadanos Separatistas se enorgullecieron del hecho de que los oficiales de las fuerzas armadas de la Confederación fueran combatientes voluntarios, mientras que sus fuerzas armadas principalmente sacrificaban a droides de combate prescindibles por su causa.[20] Un oficial Confederado, el marido de la Senadora Separatista Mina Bonteri, murió mientras defendía una nueva base en el planeta Aargonar de las fuerzas de la República.[51] Al mismo tiempo, la población de la Confederación se vio aislada de los informes de crímenes de guerra cometidos en su nombre. La causa principal de las masacres era el General Grievous,[80] un señor de la guerra cíborg de Kalee que supervisaba al Ejército Droide.[14]
Además de Grievous, Dooku reclutó a otro agente como su teniente y emisario:[81] Asajj Ventress, una esclava convertida en Jedi de Dathomir que había caído al lado oscuro de la Fuerza y se convirtió en aprendiz de Dooku.[30] Aunque Grievous y Ventress desarrollaron una rivalidad durante mucho tiempo,[29] ambos estaban motivados por un profundo sentimiento de odio hacia la Orden Jedi.[20][28] Grievous y Ventress tomaron el hábito de quedarse como trofeo los sables de luz de sus víctimas Jedi caídas, y Dooku guardó alguna de las armas robadas en su palacio de Serenno. Ventress adquirió uno de estos sables láser del Maestro Jedi Tholme, a quien superó en combate durante una campaña importante. Ella decidió ejecutar a Tholme en lugar de aceptar su rendición.[20]
El estallido de las Guerras Clon cambió el equilibrio de poder en numerosos mundos. Desde la Crisis Separatista, un cisma había fracturado a la población gotal de Antar 4, con la Confederación apoyando a grupos terroristas para combatir a los leales a la República de la luna. Los leales permanecieron en el poder hasta poco después de la Batalla de Geonosis, cuando la Confederación conquistó Antar 4, y la luna sirvió brevemente como cuartel general para Dooku. Mientras que millones de refugiados gotal escaparon a su mundo colonial Atzerri, un influjo de koorivar, gossams y otras especies aliadas con la Confederación emigraron a Antar 4. La resultante crisis política en la luna dio paso a una de las primeras células de resistencia de la República. Los lealistas gotal y koorivar ejecutaron numerosos actos de sabotaje contra el régimen Separatista, con la República financiando encubiertamente su campaña de guerrilla. A pesar de sus esfuerzos, la Confederación retuvo el control de Antar 4 a lo largo de la guerra.[1]
Temprano en las Guerras Clon,[82] la Confederación se apoderó del mundo del Borde Medio de Lola Sayu,[14] donde se encontraba la infame prisión de la República conocida como la Ciudadela. La Ciudadela había sido construida cinco siglos antes para retener a los Jedi que se habían vuelto en contra de la República. Los Separatistas convirtieron la instalación en una campo de prisioneros de guerra, usándola para retener a cautivos de la República.[82] Los Separatistas también invadieron Millius Prime, una de las miles de lunas del remoto planeta Iego, y expulsaron a sus habitantes, los pacíficos Ángeles. Los Separatistas establecieron puestos militares tanto en Iego como Millius Prime, pero posteriormente se retiraron del sistema. Antes de partir, instalaron en el campo de asteroides de Iego una red de seguridad de emisores láser que atrapó a sus residentes en la superficie.[83]
Entre otros planetas arrastrados a las Guerras Clon se encontraba Akiva, donde una fábrica de droides Confederada convirtió al planeta en un campo de batalla entre los Jedi y los Separatistas;[84] y Sedratis, donde ocurrió la Batalla de Sedratis. Durante esta última campaña, los pilotos Jedi Skywalker y Huulik resultaron claves para asegurar la victoria de la República sobre las fuerzas de cazas estelares droides de la Confederación.[85] Durante la guerra, agunos fabricantes convirtieron cargueros y transportes en vehículos de combate. También se hicieron nuevos vehículos cargados con armas.[14] En un momento dado, una batalla se libró en la Nebulosa Crombach, durante la cual el bombardero naval NTB-630 del Maestro Jedi Wom-Nii Gnaden chocó contra una fragata estelar clase Munificente.[86]
Bajo el mando del General Darrus Jeht, el crucero de batalla clase Remolino llamado el Remolino sirvió con distinción en la Batalla de Kromus y después en la Batalla de Cularin.[87] Durante el conflicto, como las instalaciones de reparación a menudo sufrían grandes daños durante los combates, las naves estelares Nómadas llegaban a los sistemas estelares después de que las flotas hubieran partido y la lucha hubiera terminado. Las Nómadas ayudaban a la población local con las reparaciones para compensar las instalaciones dañadas.[88]
Distracción en Christophsis[]
- «Vuestra tecnología no os salvará, y vuestros amigos de debajo en el planeta perecerán como resultado de vuestro fracaso. El pueblo de Christophsis y sus recursos se unirán a la Alianza Separatista.»
- ―El Almirante Trench, en un mensaje a sus oponentes de la República
Inmediatamente después de la Batalla de Geonosis, Grievous y el Ejército Droide Separatista lucharon por el control de las principales rutas hiperespaciales de la galaxia, aislando a la República del grueso de su Gran Ejército.[22] Rodeados por la Confederación[89] y con sus fuerzas cada vez más diezmadas, los Generales Jedi eran incapaces de tomar la iniciativa en los Territorios del Borde Exterior, especialmente mientras diversos mundos continuaban desertando a la Confederación.[22] Cuando comenzó la siguiente fase de las Guerras Clon,[89] el Clan Hutt—que controlaba el Espacio Hutt con su red de rutas de suministro que llegaban a todo el Borde Exterior—se convirtió en un aliado disputado por la República y la Confederación.[22]
En un intento de asegurar las rutas de suministro hutts para los Separatistas, Dooku diseñó un plan para secuestrar a Rotta, el hijo del señor del crimen Jabba Desilijic Tiure, y acusar a la Orden Jedi del crimen. Dooku colaboró con el tío de Jabba, Ziro Desilijic Tiure, que esperaba derrocar a su sobrino como líder del Clan Hutt. La primera fase del plan de Dooku requería focalizar la atención de los Jedi en otro lugar; para eso, Dooku ordenó a sus fuerzas conquistar Christophsis,[22] un mundo cristalino del Borde Exterior preciado por su localización y recursos,[90] y también el lugar en el que se estaba produciendo un esfuerzo humanitario de la República supervisado por el Senador Bail Organa. El Almirante Confederado Trench bloqueó Christophsis con un destacamento masivo de la armada de la Confederación, mientras que las fuerzas terrestres Separatistas subyugaron a los habitantes del planeta.[52] Después de que un cierto número de nativos christophsianos organizaran una defensa fútil de su planeta natal, solicitaron ayuda al Alto Consejo Jedi.[78]
Los Generales Jedi Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker, junto al Almirante Wullf Yularen, fueron enviados con una fuerza de ataque a rescatar a Organa y a los christophsianos asediados. Aunque su flota de Destructores Estelares clase Venator no pudo penetrar el inmenso bloqueo de naves de guerra de Trench, Skywalker y Yularen usaron una nave de sigilo para superar a Trench y destruir su nave insignia, el Invencible,[52] aunque Trench sobrevivió por poco a la destrucción de su acorazado clase Providencia y posteriormente volvió a la acción.[91] Habiendo atravesado el bloqueo, Skywalker y Yularen entregaron unos muy necesitados suministros humanitarios al campamento de refugiados de Organa, mientras que Kenobi aprovechó la brecha en la armada Confederada para superar a la flota rival[52] el tiempo suficiente para que una fuerza de invasión de la República aterrizara en el planeta. Los Separatistas fortificaron a sus tropas terrestres con refuerzos, ocultando su verdadero número a la República.[78]
Para entonces, Dooku había enviado a Asajj Ventress a Christophsis para ralentizar aún más los progresos de la República. Mientras Kenobi y Skywalker planeaban emboscar a las fuerzas de droides de combate en la plaza principal de la ciudad, un espía entre las filas de la República, el Sargento Clon Slick, informó a los Separatistas del plan de ataque Jedi. Las acciones de Slick transformaron la potencial victoria de la República en una retirada, y Kenobi y Skywalker retiraron a su hombres a la base de la República. Sospechando de la existencia de un informador, Kenobi y Skywalker partieron en busca de información tras las líneas enemigas, mientras que el Comandante Clon CC-2224 y el Capitán Clon CT-7567—apodados «Cody» y «Rex» respectivamente—investigaron personalmente la fuente de la filtración de inteligencia. Tras descubrir que Slick era el espía, éste bombardeó los depósitos de municiones de la República, haciendo que Cody y Rex movilizaran una búsqueda rápida del traidor. Arrestaron a Slick y lo encerraron en el calabozo, aunque el daño ya estaba hecho. La mayor parte del arsenal de la República quedó destruido, con solo cuatro Cañones de Artillería Antivehículo AV-7 sobreviviendo al sabotaje.[78]
En el cuartel general Confederado, Kenobi y Skywalker encontraron a Ventress y se enfrentaron a ella en un duelo de sables de luz,[22] que ella usó para ganar tiempo para el sabotaje de Slick.[92] Los dos Jedi detuvieron su ataque cuando vieron el alcance de la fuerza terrestre Separatista. Después de que Kenobi y Skywalker escaparan de vuelta a su base, el General Whorm Loathsom asumió el mando de la infantería droide y comenzó el asalto de la ciudad, mientras que Ventress partió a ejecutar la siguiente fase del plan de [78] secuestrar a Rotta el hutt. Ella viajó a Tatooine a bordo de su nave estelar personal, el Tridente, y sacó a Rotta de su mundo natal.[22]
Además del sabotaje de Slick de su depósito de armas,[78] las fuerzas de la República perdieron su apoyo naval cuando las defensas orbitales de los Separatistas expulsaron a Yularen y su flota del sistema Christoph. Aunque estaban fuertemente superados, Kenobi, Skywalker y sus soldados clon consiguieron repeler a la infantería de Loathsom de la ciudad. Tri-droides Octuparras apoyaron la segunda ola de ataque de los Separatistas, pero los Cañones Antivehículo AV-7 detuvieron el avance de la retaguardia de Tanques Blindados de Asalto de Loathsom. Mientras tanto, creyendo que unos renegados habían secuestrado a Rotta, Jabba contactó con Sheev Palpatine para solicitar la ayuda de la República en el rescate de su hijo. Como Kenobi y Skywalker eran los únicos Jedi disponibles para esa tarea, Yoda envió a un mensajero a Christophsis para retirar a los dos Generales Jedi del campo de batalla. El mensajero era la nueva aprendiz Padawan de Skywalker, Ahsoka Tano.[22]
Yularen regresó brevemente a Christophsis a bordo de su nave insignia, el Resuelto, para enviar a Tano a la superficie planetaria a bordo de una lanzadera, y entonces se retiró para reunirse con los refuerzos de la Armada de la República. Tano llegó hasta Kenobi y Skywalker justo cuando estaban preparando las defensas para el próximo ataque droide. Debido a la continuada falta de apoyo de la Armada de la República, Kenobi y Skywalker quedaron atrapados en el planeta con sus tropas, incapaces de cumplir con la orden de Yoda de regresar a Coruscant. Loathsom organizó otro ataque contra las fuerzas de la República, esta vez utilizando un escudo deflector móvil para mantener un perímetro justo delante del avance de sus tropas droides. El escudo hizo inútiles los Cañones Antivehículo AV-7, obligando a los Jedi y a los clones a idear otra estrategia.[22]
Mientras los hombres de Kenobi y Rex participaban en una última defensa de la ciudad, Kenobi fingió rendirse para ganar tiempo para que Skywalker y Tano se infiltraran tras las líneas Separatistas y destruyeran el generador del escudo. Así, los droides volvieron a quedar expuestos a los Cañones Antivehículos AV-7, obligando a Loathsom a capitular. La victoria de la República coincidió con la llegada de refuerzos navales liderados por Yularen y Yoda, que destruyeron el bloqueo Separatista y lo obligaron a retirarse. Aunque la flota de Yularen desplegó refuerzos de infantería para ayudar a la fuerza de invasión a asegurar Christophsis, gran parte del planeta había quedado en ruinas.[22] La República, por su parte, apresó a Loathsom en Coruscant por traición.[14]
Alianza con el Clan Hutt[]
- «Secuestrado, el hijo de Jabba el Hutt ha sido. Un tratado con Jabba, Obi-Wan negociará. Encontrar a quienes retienen al hijo de Jabba, tu misión será, Skywalker.»
- ―Yoda informando a Obi-Wan Kenobi, Anakin Skywalker, y Ahsoka Tano
Ventress llevó al cautivo Rotta a un Monasterio de la Orden B'omarr abandonado en el planeta selvático Teth,[14] situado en el Espacio Salvaje, y fortificó el lugar con dos batallones completos de droides de combate. Después de que un equipo explorador de Soldados de la Fuerza de Reconocimiento Avanzado localizara a Rotta en Teth, Skywalker y Tano se dirigieron allí junto al Capitán Rex y[22] la Compañía Torrente,[93] la unidad bajo el mando de Rex en la famosa Legión 501 del Gran Ejército,[94] para rescatar al huttito. Kenobi, por su parte, entabló negociaciones con Jabba, quien concedió a la República una única rotación planetaria para salvar a Rotta y devolverlo a salvo a Tatooine.[22]
Como el monasterio se encontraba en lo alto de un acantilado, Skywalker, Tano y la Compañía Torrente se vieron obligados a lanzar un asalto vertical, recurriendo a cables de ascenso y un par de caminantes AT-TE para alcanzar la fortaleza. Aunque perdieron a uno de sus caminantes AT-TE y sufrieron numerosas bajas, los Jedi y los clones rompieron las defensas droides y recuperaron a Rotta en el bloque de detención del monasterio. Sin embargo, Tano descubrió que Rotta se encontraba gravemente enfermo, comprometiendo sus posibilidades de entregarlo con vida. Skywalker sospechó de la implicación de Dooku en el secuestro, dado que tanto la República como la Confederación buscaban una alianza con el Clan Hutt.[22]
Sin que lo supieran los Jedi, Ventress usó al droide de protocolo 4-A7 para grabar a Skywalker y Tano mientras recuperaban a Rotta. Ventress transmitió la holograbación a Dooku, quien se la mostró a Jabba como prueba de que los Jedi eran los responsable del secuestro. Tras convencer a Jabba para que considerara unirse a la Confederación, Dooku ordenó a Ventress recuperar a Rotta para poder atribuirse el rescate. Liderando a su fuerza de asalto de droides de combate, Ventress organizó un contraataque contra el monasterio, destruyendo el último caminante AT-TE y la última nave de asalto de la República. Sin forma de escapar, Rex, Skywalker y Tano se atrincheraron dentro del monasterio junto a Rotta y la Compañía Torrente. Mientras Rex se quedaba atrás con la Compañía Torrente para contener a Ventress y su infantería droide, Skywalker y Tano partieron con Rotta en busca de una salida secundaria del monasterio.[22]
A pesar de sus mejores esfuerzos, Rex y sus hombres se vieron superados, y los droides de combate los masacraron a todos a excepción de Rex y otros cinco soldados. Los droides retuvieron a los clones supervivientes como prisioneros en el patio este del complejo. Sin embargo, al cabo de poco tiempo Kenobi llegó a Teth junto al Comandante Cody y un destacamento de refuerzos. Tras golpear a los escuadrones aéreos Separatistas compuestos por cazas estelares droide buitre, Cody y sus soldados llegaron al monasterio a bordo de cañoneras LAAT/i. Ellos y Kenobi proporcionaron apoyo a Rex y a los supervivientes de la Compañía Torrente, mientras que Skywalker y Tano evitaron por poco a Ventress y escaparon con Rotta en un viejo carguero llamado el Crepúsculo.[22]
Cuando Kenobi entró en el monasterio en busca de Skywalker, se enfrentó en un duelo de sables de luz con Ventress. Tras descubrir que Skywalker había escapado con Rotta, Ventress interrumpió su duelo con Kenobi y abandonó el campo de batalla. Mientras tanto, Skywalker y Tano pilotaron el Crepúsculo hacia la órbita de Teth, donde Wullf Yularen y su Destructor Estelar clase Venator se estaban enfrentando a una armada Confederada de fragatas estelares clase Munificente. Cuando los Jedi intentaron subir a bordo del Destructor Estelar de Yularen, un trío de droides buitre bombardeó el hangar principal del crucero. Incapaces de aterrizar en la nave insignia de Yularen, Skywalker y Tano se dirigieron directamente a Tatooine a bordo del Crepúsculo.[22]
Dooku no quedó complacido al escuchar de boca de Ventress que los Jedi habían huido de Teth con Rotta, pero continuó manipulando a Jabba y al Clan Hutt para que se unieran a la Confederación. Durante un informe holográfico a Dooku, Ventress afirmó falsamente que Skywalker había asesinado a Rotta antes de partir hacia Tatooine. Usando este engaño, Dooku convenció a Jabba de que la Orden Jedi pretendía erradicar al Clan Hutt. Entonces, Dooku partió del Palacio de Jabba para matar personalmente a Rotta, lo cual aseguraría que nunca se reuniría con su padre.[22]
En Coruscant, Padmé Amidala recibió noticias de los esfuerzos de los Jedi por devolver a Rotta a Tatooine. En consecuencia, decidió convencer a Jabba de la verdad para forjar un tratado de la República con el Clan Hutt. Como Jabba rechazaba todas las comunicaciones de la República, Amidala visitó a Ziro el hutt, que vivía en un palacio en Coruscant. Después de que Ziro rechazara su intento por reabrir el diálogo entre los hutts y la República, Amidala merodeó por el palacio y fue testigo de una comunicación de Ziro con Dooku vía holograma. Dooku informó a Ziro de que gracias a la trama de los Sith, Jabba mataría a los Jedi cuando acudieran a su palacio en Tatooine, tras lo cual la República se vería obligada a arrestar a Jabba. En consecuencia, Ziro podría tomar el control del Clan Hutt de su sobrino. Sin embargo, Ziro descubrió a Amidala escuchando la conversación, y siguiendo el consejo de Dooku, la encarceló en su palacio.[22]
Mientras Skywalker y Tano llegaban a Tatooine con Rotta a bordo del Crepúsculo, un par de cazas estelares Porax-38 clase Pícaro atacaron su carguero, haciendo que se estrellaran en el Mar de Dunas. Mientras Skywalker distraía a Dooku enfrentándose a él en un duelo con sables de luz, Tano se dirigió con Rotta al Palacio de Jabba, pero un trío de MagnaGuardias IG-100 la interceptó en el exterior del complejo. Skywalker abandonó su confrontación con Dooku para rescatar a Tano, pero asumió incorrectamente que ya se encontraba en el Palacio de Jabba. En consecuencia, Skywalker llegó al palacio antes que su Padawan—provocando la ira de Jabba, que aún creía que Skywalker había matado a su hijo. Con la ayuda del droide astromecánico de Skywalker, R2-D2, Tano derrotó a los asaltantes MagnaGuardias y reunió a Rotta con su padre. A pesar de los esfuerzos de los Jedi, Jabba permaneció decidido a ejecutar a Skywalker y Tano, y ordenó a sus cazarrecompensas que actuaran.[22]
De vuelta en Coruscant, Amidala consiguió informar de su captura a la República gracias a su droide de protocolo, C-3PO.[22] El Comandante Clon CC-1010, apodado «Fox»,[95] respondió inmediatamente con un escuadrón de soldados clon de choque de la Guardia de Coruscant, y asaltaron el Palacio de Ziro para rescatarla. Cuando Fox y sus soldados hubieron arrestado a Ziro, Amidala usó el holoproyector personal de Ziro para contactar con Jabba, quien recibió su mensaje justo cuando iba a ejecutar a Skywalker y Tano. Jabba se enfureció al descubrir la conspiración de Dooku y Ziro para derrocarlo, pero aceptó terminar con las hostilidades contra los Jedi. En consecuencia, Jabba firmó un tratado con la República para garantizar el paso exclusivo del Gran Ejército por las rutas de suministro del Espacio Hutt. Al mismo tiempo, Kenobi aseguró la victoria de la República en Teth y se dirigió a Tatooine con Yoda, para poder formalizar el tratado con Jabba.[22]
La alianza de la República con el Clan Hutt supuso un duro golpe para la Confederación. Sin embargo, Darth Sidious no se preocupó de ello, reduciendo el impacto de la victoria de los Jedi después de que Dooku le informara de lo ocurrido.[22] Por otra parte, el tratado supuso un problema para la República, puesto que firmar tratados oficiales con los hutts legitimaba sus negocios,[96] que el tratado permitió que se expandieran por todo el Borde Medio.[97] Además de que los abogados del cártel interpretaron magistralmente el tratado para dar a los hutts acceso ilimitado a la información de la República,[96] el tratado también permitió confirmar a los hutts que sus organizaciones permanecerían al margen de la guerra y actuarían como no combatientes, mientras que la República se vio obligada a prometer que no llevaría la lucha al territorio hutt a pesar de haberse asegurado su cooperación[97] y rutas hiperespaciales.[22] La República encarceló a Ziro en el Centro de Detención Judicial Central de la República en Coruscant, y su larga condena hizo que desarrollara un profundo resentimiento hacia Amidala.[4]
La guerra llega a Ryloth[]
- «Nuestras ciudades están en ruinas. Nuestros centros de transporte han sido destruidos, así que no puedo volver a casa. Nuestras cosechas están ardiendo. ¡El pueblo twi'lek pasa hambre! Y morirá si no llega la ayuda.»
- ―Orn Free Taa, el senador de Ryloth, apela al Rey Katuunko de Toydaria para pedir ayuda
El planeta natal de los twi'leks, Ryloth, se convirtió en el próximo gran frente de combate de las Guerras Clon cuando la Tecno Unión invadió el planeta,[23] pretendiendo saquear su riqueza y recursos.[43] La armada Separatista implantó un bloqueo de naves de batalla en la órbita de Ryloth, mientras que el Ejército Droide Separatista sometió a la población civil a una brutal ocupación. Además de perder varias ciudades y núcleos de transporte, los twi'leks fueron privados de alimentos y recursos básicos y comenzaron a morir de hambre. En respuesta, el activista político Cham Syndulla fundó[98] una Resistencia Twi'lek[99] para combatir la ocupación de Confederación. El General Jedi Ima-Gun Di, el Capitán Clon Keeli, y su unidad de soldados clon intentaron ayudar a los luchadores por la libertad de Syndulla. A medida que la guerra abierta engullía a Ryloth, el bloqueo Separatista eliminó a la flota de la República del Almirante Dao, diezmando las líneas de suministro de la República hacia Ryloth y atrapando a Di, Syndulla y sus hombres junto a numerosas familias twi'lek.[98]
Con Ryloth necesitado de ayuda, el Alto Consejo Jedi preparó un envío de comida y suministros médicos para los twi'leks. Sin embargo, como las fragatas clase Pelta de la República no tenían alcance suficiente para llegar a Ryloth, el Consejo Jedi seleccionó al planeta Toydaria como un punto de preparación adecuado para que partieran las naves. Para complicar las cosas estaba el hecho de que Toydaria se había declarado neutral en la guerra. Como resultado, el Alto Consejo pidió al Senador Bail Organa que supervisara las negociaciones en Toydaria, junto con Jar Jar Binks. No obstante, la armada Separatista interceptó la transmisión entre Organa y el Alto Consejo. En consecuencia, Dooku envió a Senador Lott Dod de la Federación de Comercio para frustrar los esfuerzos diplomáticos de Organa con el Rey Katuunko, el monarca de los toydarianos.[98]
Gracias a la intervención de Dod, Katuunko declinó públicamente permitir que Toydaria colaborara en el envío humanitario de la República a Ryloth. Sin embargo, Katuunko aceptó en privado permitir que Organa transfiriera sus suministros desde Toydaria a Ryloth. Para evitar que la Federación de Comercio descubriera el acuerdo, Binks distrajo a Dod y a su personal en un banquete oficial por la noche, mientras Organa supervisaba la partida del cargamento desde Toydaria. Para entonces, el Ejército Droide Separatista había casi superado las defensas de la República en Ryloth. Di, Keeli y sus hombres sacrificaron sus vidas para que Syndulla y los suyos pudieran escapar de un cañón con sus familias. Poco después, tres fragatas clase Pelta de la República penetraron en el bloqueo Confederado y desplegaron ayuda humanitaria para los twi'leks. No obstante, la incapacidad del Gran Ejército para seguir apoyando a la Resistencia Twi'lek erosionó la fe de Syndulla en la República.[98]
Sin refuerzos de la República, solo Syndulla y su Resistencia Twi'lek permanecían contra la ocupación Separatista de Ryloth. Los twi'leks sufrieron enormemente en la confrontación contra el Ejército Droide, y los Separatistas obligaron a los luchadores por la libertad a rendirse y desarmarse. Aun así, la infantería droide continuó masacrando a los luchadores twi'lek, lo que hizo que buscaran escondites entre los restos de una nave de aterrizaje C-9979 Confederada estrellada. Syndulla y sus rebeldes emprendieron una campaña de guerrilla, eliminando periódicamente a las patrullas de droides de combate de la región. Por el momento, los twi'leks se quedaron solos para librar la Batalla de Ryloth en curso.[43]
La determinación de Organa y Binks para ayudar a los twi'leks de Ryloth convenció a Katuunko para que considerara unir a Toydaria a la República.[98] Como la Orden Jedi esperaba establecer una base de suministros en el sistema Toydaria, el Maestro Yoda buscó una reunión con Katuunko en la luna coralina de Rugosa. Sin embargo, Dooku supo del encuentro y envió a Asajj Ventress para negociar con la Delegación real toydariana en nombre de la Confederación. Después de que un par de fragatas estelares clase Munificente interceptaran su fragata de la República, Yoda llegó a la superficie de Rugosa en una cápsula de escape junto a tres hombres de la Guardia de Coruscant: el Teniente Thire y los soldados Jek y Rys.[81]
Pare evitar un debate político con Yoda, Ventress propuso un desafío. Ella enviaría a sus mejores tropas para capturar a Yoda, quien aceptaría el desafío para evadir su captura. Katuunko, en consecuencia, consideraría aliar Toydaria con el bando vencedor. Aunque Katuunko era reticente a someter a Yoda a una prueba, Yoda aceptó las condiciones de Ventress y prometió llegar al lugar al anochecer. Aunque carecían de ventaja numérica, Yoda y sus soldados prevalecieron sobre el batallón de droides de combate de Ventress, incluso cuando ella incumplió su acuerdo con Katuunko—ordenando a sus droides disparar a matar, y enviando después a droidekas como refuerzo.[81]
Cuando Katuunko informó a Dooku de su deseo de unirse a la República, Dooku ordenó a su aprendiz asesinar a Katuunko. Yoda y sus hombres llegaron justo a tiempo para salvar a Katuunko, con Yoda usando la Fuerza para detener en el aire a los sables de luz de Ventress, justo a centímetros de la garganta de Katuunko. En lugar de rendirse, Ventress distrajo a Yoda detonando unos explosivos cerca de la nave estelar de Katuunko, el Ojo del Ladrón. Mientras Yoda se centraba en apartar telequinéticamente los escombros que se cernían sobre ellos, Ventress aprovechó la oportunidad para escapar a bordo de su velero solar. Tras la victoria de Yoda, Katuunko prometió el apoyo de Toydaria a la República y aceptó hospedar una base en su sistema. Él y su delegación partieron entonces de Rugosa junto a Yoda y sus soldados.[81]
El ascenso del Malevolencia[]
- «Esta arma misteriosa ha golpeado en docenas de sistemas, y ha desaparecido sin dejar rastro.»
«Amigos míos, no podemos permitirnos perder más naves.» - ―Mace Windu y Sheev Palpatine
Las fuerzas armadas de la Confederación no perdieron tiempo en desarrollar nuevos proyectos para su maquinaria de guerra. Uno de ellos fue el Malevolencia,[24] un enorme crucero pesado clase Subyugador[14] que se convirtió en la preciada nave insignia del General Grievous. El viaje inaugural del Malevolencia abrió una brecha en el territorio de la República, golpeando varios sistemas estelares y aniquilando a todas las naves de la República que encontraba. Una clave del éxito de la nave de batalla eran sus dos cañones de iones, que desactivaban los escudos deflectores de las naves estelares y el resto de sus sistemas de a bordo, dejando a sus objetivos vulnerables al fuego de turboláser. Como el Malevolencia no dejaba testigos, los ciudadanos de la República nombraron a la amenaza no identificada de Grievous como el «arma misteriosa», sembrando el miedo por toda la República.[24]
El Alto Consejo Jedi pronto envió a uno de sus miembros, el General Plo Koon, a dar caza al arma de Grievous. Koon y su flotilla de tres Destructores Estelares clase Venator rastrearon al Malevolencia hasta el sistema Abregado, donde Dooku y Grievous estaban supervisando la funcionalidad del crucero pesado. El resultado de la batalla consiguiente fue idéntica a la de sus predecesoras: el Malevolencia desactivó los cruceros con una ola de iones, y entonces destruyó a las naves indefensas usando su batería de turboláseres. La mayor parte del personal que escapó en cápsulas de escape fue asesinado cuando Grievous envió tras ellos equipos de droides de combate cohete serie B1 a bordo de naves de abordaje clase Droch.[24]
Tanto el Canciller Palpatine como el Consejo Jedi eran reticentes a dedicar recursos en la búsqueda de supervivientes de la flota de Koon. Sin embargo, Anakin Skywalker y Ahsoka Tano—cuya flota se encontraba estacionada en el cercano sistema Bith—se encargaron de hacerlo. Cuando llegaron al sistema Abregado a bordo del Crepúsculo, los únicos supervivientes eran Koon y el Comandante Clon CC-3636, apodado «Wolffe», junto al Sargento Clon «Sinker» y el soldado CT-4860 «Boost» del escuadrón Wolfpack del 104º Batallón. Skywalker y Tano rescataron a Koon y a los clones, y escaparon del sistema a bordo del Crepúsculo, evitando por poco convertirse en la próxima víctima del Malevolencia. Dooku se disgustó mucho por el fracaso de Grievous para impedir su huida.[24]
Con la identidad de la misteriosa arma de Grievous descubierta, el Senado encargó a Skywalker y al Escuadrón Sombra de la Armada de la República, compuesto por cazas estelares Ala-Y, erradicar al Malevolencia. Después de que el Malevolencia atacara un convoy médico de la República en el sistema Ryndellia, Skywalker dedujo correctamente que el próximo objetivo de Grievous sería el Centro Médico de la Nebulosa Kaliida, una instalación clasificada del Borde Exterior que trataba a más de 60.000 soldados clon heridos. Usando un atajo de contrabandistas conocido como el Paso de Balmorra, Skywalker, Tano, Koon y el Escuadrón Sombra alcanzaron al Malevolencia ante el centro médico de la República, que se encontraba al borde de la Nebulosa Kaliida. Mientras el Escuadrón Sombra iniciaba su ataque contra el Malevolencia, la Doctora Nala Se y el resto de su equipo comenzaron a evacuar el centro médico con la ayuda de los naboo. Sin embargo, no estaban seguros de cuántos pacientes podrían evacuar antes de que el Malevolencia completara la carga de sus cañones.[100]
El ataque inicial del Escuadrón Sombra contra el Malevolencia costó la vida de casi la mitad de la unidad de pilotos. En un recuento de bajas, Skywalker escuchó la recomendación de Tano y Koon de abandonar su objetivo principal, el puente del Malevolencia, y centrarse en los cañones de iones del crucero pesado. Sus torpedos de protones infligieron un daño suficiente como para que el cañón de iones se sobrecargara cuando Grievous intentó disparar contra la estación médica. Después, Obi-Wan Kenobi y Wullf Yularen llegaron con una flota de tres Destructores Estelares, y rápidamente abrieron fuego contra el Malevolencia. Con sus dos cañones de iones y el hipermotor no funcionales, Grievous se vio obligado a ordenar al Malevolencia que se retirara, poniendo rumbo al espacio Confederado.[100]
Los Separatistas enviaron refuerzos para ayudar al dañado Malevolencia, pero la General Jedi Luminara Unduli los interceptó antes de que pudieran llegar a la Nebulosa Kaliida. Incluso sin estos refuerzos, el Malevolencia pudo resistir por su cuenta, puesto que su gran tamaño le permitía resistir a las ráfagas de disparos de la flota de la República. No obstante, Dooku y Darth Sidious prepararon una trampa para Padmé Amidala, enviándola a la Nebulosa Kaliida bajo la premisa de negociar un tratado entre la República y el Clan Bancario InterGaláctico. Cuando Amidala llegó, Grievous subió su yate nubiano tipo H a bordo del Malevolencia mediante un rayo tractor, pretendiendo tomar a la preciada senadora como rehén para asegurar un paso seguro para el Malevolencia. La táctica funcionó tal como Dooku había previsto, con Skywalker ordenando a los equipos de artilleros de la flota de la República que detuvieran los disparos para proteger a su mujer.[101]
Mientras Koon, Tano y Yularen permanecían atrás para dirigir la flota, Skywalker y Kenobi organizaron una misión de rescate para salvar a Amidala. Tras usar el Crepúsculo para entrar en el Malevolencia, se reunieron con Amidala, que había destruido su yate nubiano tipo H para ralentizar a Grievous. Amidala y Skywalker se dirigieron al puente, donde sabotearon la computadora de navegación del Malevolencia para introducirle una nueva destinación. Kenobi intentó sabotear el hipermotor de la nave de guerra, pero Grievous lo interceptó y lo persiguió por el sistema de raíles interno de la nave, donde Kenobi interrumpió su duelo. Él, Amidala y Skywalker escaparon del Malevolencia a bordo del Crepúsculo, pero Grievous los persiguió con un escuadrón de droides buitre.[101]
No mucho después, el sabotaje de Skywalker salió a la luz. En lugar de saltar al hiperespacio, el Malevolencia chocó contra una luna cercana. Perdido, Grievous abandonó el campo de batalla a bordo de su caza estelar, el Desalmado Uno. Gracias a este giro de los acontecimientos, la República se alzó con la victoria en[101] la Batalla de la Nebulosa Kaliida,[14] acabando con la amenaza del Malevolencia.[101]
Guerra por recursos[]
A medida que el conflicto se aposentaba, se hizo aparente que las Guerras Clon también eran una guerra por los recursos, dado el gasto económico que suponía usar soldados clon y droides de combate. Por eso, los mundos económicamente importantes se convirtieron en lugar de múltiples batallas.[102] El planeta Ukio había abandonado la República durante la Crisis Separatista,[89] pero fue[102] reclamado[89] por la República durante la guerra; debido a su utilidad como granero, Ukio era de interés para ambos bandos. Por su parte, Atraken y Khorm también fueron objetivos de la República y la CSI, puesto que ambos contenían recursos minerales naturales.[102]
La Batalla de Khorm fue librada en algún momento tras la Batalla de Abregado.[14] El General Skywalker y el Comandante Clon Wolffe lideraron a la República en combate,[103] mientras que Asajj Ventress estuvo presente al frente de los Separatistas. Durante un encuentro cercano entre los dos,[104] Wolffe perdió su ojo derecho a manos de Ventress,[103] lo que le obligó a usar un reemplazo cibernético.[14]
Batalla en la Estación Rishi[]
- «De acuerdo, escuchad. Solo hay un objetivo de interés en este sector: Kamino. Es lo más cercano que los clones tenemos a un hogar. Hoy luchamos por algo más que la República. Hoy, luchamos por todos nuestros hermanos de casa. ¿Entendido?»
«¡Señor, sí, señor!» - ―Rex y los soldados novatos Echo, Cincos y Heavy acerca de defender la Estación Rishi
En las semanas siguientes, la inteligencia de las máquinas de guerra de la República y la Confederación se convirtieron en fuentes de contención. Cuando Grievous fijó como objetivo Kamino, sabía que los puestos de escucha del Gran Ejército en el sistema podían impedir sus esfuerzos. Por eso, Grievous envió a un equipo de infiltración compuesto por droides comando serie BX para silenciar la Estación Rishi, un puesto de avanzada de la República localizado en una luna yerma del sistema Rishi. Bajo la apariencia de una lluvia de meteoritos, los droides comando aterrizaron en la luna y atacaron la Estación Rishi, matando a la mayor parte de la guarnición de la instalación. El Sargento O'Niner, el oficial al mando de la estación, se encontró entre las bajas. Entonces, los droides fijaron la señal de todo despejado de la estación, evitando que la Armada de la República supiera que Grievous y su flota se acercaban a Kamino a través del sistema Rishi. Además, Asajj Ventress se había infiltrado en las defensas de Kamino y servía de espía para Grievous, complementando sus preparaciones para la invasión. Todo esto ocurrió mientras los Audaces de la 224ª de la República se encontraban en una campaña en el planeta Mimban.[77]
Después de que los Separatistas tomaran la Estación Rishi, el Comandante Cody y el Capitán Rex llegaron para inspeccionar la base. Después de que los droides comando destruyeran su lanzadera,[77] la Obex,[105] Cody y Rex escaparon del puesto de avanzada. Pronto encontraron a los supervivientes restantes del ataque inicial:[77] los soldados CT-1409,[106] CT-782,[76] y CT-5555,[37] apodados respectivamente «Echo», «Cincos» y «Hevy». Aunque los soldados novatos apenas habían entrado en combate, Cody y Rex los instaron a recuperar la Estación Rishi, y consiguieron superar al escuadrón de droides comando. No obstante, su victoria era efímera. Al perder el contacto con los droides comando, Grievous desplegó tropas de refuerzo para asegurarse de que la Estación Rishi permanecía bajo su control.[77]
Con el tiempo agotándose, Rex decidió intentar desconectar la señal de todo despejado, destruyendo la Estación Rishi. Aunque el plan de Rex era una opción desesperada, el cese de la señal alertaría a la flota de la República de la invasión de Grievous. Para destruir la Estación Rishi, Echo sugirió la idea de usar el suministro de tibanna líquido del puesto de avanzada, un combustible altamente explosivo que servía como fuente de calor durante el largo invierno de la luna. Mientras Cody, Cincos y Hevy defendían la entrada principal de la estación contra los droides de combate entrantes, Rex y Echo conectaron a un trío de[77] droides de energía serie PLNK,[66] que contenían el tibanna líquido, a un sistema de detonación. Rex tuvo algunos problemas con el detonador manual, y Hevy se quedó atrás para intentar repararlo, mientras sus compañeros escapaban a los riscos de debajo de la estación. Sin embargo, Hevy no pudo reparar el control remoto, por lo que decidió activar manualmente los explosivos.[77]
Gracias al sacrificio de Hevy, la destrucción de la Estación Rishi apagó la señal de todo despejado. Anakin Skywalker, Obi-Wan Kenobi y Wullf Yularen llegaron en consecuencia al sistema Rishi con una flota de la República. Sabiendo que su armada carecía de ventaja táctica, Grievous aceptó la derrota y retiró sus fuerzas del sistema. Tras la batalla, Kenobi y Skywalker honraron a Echo y Cincos por sus esfuerzos, así como al difunto Hevy por su sacrificio. Además, Rex introdujo a Echo y Cincos en la Legión 501.[77]
Inteligencia y contrainteligencia[]
- Kenobi: «Nuestra inteligencia ha confirmado que los espías de Grievous han estado interceptando nuestras transmisiones.»
- Tano: «Debe de tener algún tipo de puesto secreto de escucha en algún lugar.»
- Skywalker: «Eso explicaría cómo ha sido capaz de emboscar a nuestras flotas.»
- Kenobi: «Divide tus escuadrones, Anakin. Encuentra esa base y destrúyela.»
- ―Obi-Wan Kenobi, Ahsoka Tano, y Anakin Skywalker [fuente]
Eventualmente, los Separatistas construyeron la Estación Skytop, una nave núcleo que convirtieron en un puesto de escucha en el sistema Ruusan. La Estación Skytop espió a la inteligencia de la República interceptando varias transmisiones y adquiriendo información vital para las fuerzas armadas de la Confederación.[107] En medio de este subterfugio, Grievous logró una serie de victorias que comprometieron la iniciativa de la República en el Borde Exterior. Grievous eliminó a todo el grupo de combate de la República del planeta Falleen en su camino a conquistar Bothawui, un mundo estratégico[25] del Borde Medio.[108] Rex, Skywalker, y Ahsoka Tano movilizaron en consecuencia a una fuerza operativa de la República para defender Bothawui.[25]
Durante la posterior Batalla de Bothawui,[109] Rex flanqueó a la flotilla de Grievous usando un escuadrón de caminantes AT-TEs que habían sido escondidos en el campo de asteroides de Bothawui. Skywalker y el Escuadrón Oro, una unidad de cazas estelares V-19 Torrente, rápidamente volvieron la batalla a favor de la República. Sin embargo, cuando Skywalker intentó evitar que Grievous escapara a bordo del Desalmado Uno, Skywalker perdió a su droide astromecánico personal, R2-D2, después de que un escombro golpeara su interceptor Delta-7B. A pesar de la huida de Grievous, las fuerzas de la República emergieron victoriosas en Bothawui.[25]
La pérdida de R2-D2 podía tener consecuencias potencialmente catastróficas para la República. Como Skywalker nunca había borrado la memoria de R2-D2, el droide contenía datos clasificados de las fuerzas armadas de la República. Sin que la República lo supiera, el chatarrero Gha Nachkt encontró a R2-D2 y prometió el droide a Grievous. Cuando Skywalker y Tano buscaron en el carguero de Nachkt,[25] la Garra del Buitre,[110] fracasaron en encontrar a R2-D2 entre la colección de Nachkt. Añadido a los problemas de Skywalker se encontraba el hecho de que su astromecánico de reemplazo, R3-S6,[25] era un droide espía de Grievous.[111]
Cuando la inteligencia de la República confirmó la existencia del nuevo puesto de escucha de la Confederación, Skywalker recibió órdenes de Kenobi de encontrar y eliminar la base. Mientras su flota inspeccionaba una región concreta del espacio, Skywalker decidió encabezar una misión de exploración en solitario para barrer el corredor exterior de la zona. Sin embargo, cuando Skywalker y R3-S6 se quedaron solos en el interceptor Delta-7B, R3-S6 activó la señal de rastreo del caza estelar, conduciendo a Grievous y un par de naves de guerra directamente al lugar. Fue únicamente gracias a la intervención puntual de Rex y Tano, que reunieron rápidamente a un escuadrón de soldados y llegaron a bordo del Crepúsculo, que Skywaker escapó por poco de su destrucción a manos de Grievous.[25]
Mientras Nachkt llevaba a R2-D2 a bordo de la Estación Skytop, el Crepúsculo interceptó una transmisión del droide desaparecido. Rex rastreó la señal hasta la ubicación de la Estación Skytop en la atmósfera superior de[111] una de las tres lunas del planeta Ruusan.[107] Aunque Kenobi le había ordenado erradicar la Estación Skytop sin rescatar a R2-D2, Skywalker convirtió el rescate del droide en una de las prioridades de la misión. Mientras Rex, Tano y un equipo de ataque colocaban detonadores termales en el reactor de la instalación, Skywalker recuperó a R2-D2 antes de que los MagnaGuardias IG-100 de Grievous pudieran escapar con el droide. Sin embargo, R3-S6 retuvo a Rex, Tano, y su escuadrón de clones en la sala del reactor el tiempo suficiente como para que las patrullas de seguridad de la Estación Skytop los encontraran.[111]
Aunque Tano y sus aliados repelieron a los droides de combate, sus problemas no habían terminado. Grievous los emboscó, asesinando a la mayoría de soldados clon en el proceso. Tano se enfrentó a Grievous en un duelo con sables de luz para que Rex y el otro soldado superviviente,[111] Denal,[107] pudieran terminar de colocar los explosivos en el reactor. Cuando lo hubieron hecho, Denal y Rex se reunieron con Skywalker, R2-D2 y el Crepúsculo en el hangar principal de la Estación Skytop. Allí, R3-S6 reveló sus verdaderas lealtades al cerrar las salidas y activar a un trío de droides buitre, evitando que Rex y Skywalker pudieran ayudar a Tano en su confrontación con Grievous.[111]
A petición de Skywalker, Rex activó los explosivos del reactor, haciendo que la Estación Skytop se desplomara hacia la atmósfera inferior de la luna. Cuando R2-D2 hubo abierto la puerta del hangar desde un terminal exterior, Tano llegó—habiendo escapado de su duelo con Grievous—y escapó con Denal, Rex, y Skywalker a bordo del Crepúsculo. Antes de que partieran del sistema Ruusan, Skywalker recuperó personalmente a R2-D2, que había eliminado a R3-S6. Grievous también escapó, aunque la pérdida de la Estación Skytop se convirtió en otra mancha en su carrera.[111]
Liderazgo Separatista en la mira[]
- «La captura de Gunray podría suponer una grave amenaza para nosotros, amigo mío. El virrey no resistirá mucho a un interrogatorio Jedi.»
«Ya he puesto un plan en marcha, mi señor. Mi mejor agente, Asajj Ventress, se infiltrará en la nave Jedi y liberará a Gunray o lo silenciará para siempre.» - ―Darth Sidious y Darth Tyranus
Cuando las Guerras Clon entraron en un punto muerto,[112] varios miembros importantes de la Confederación se vieron en la mira de la República. Uno de estos líderes era Nute Gunray, que estableció una breve alianza con el Senador Onaconda Farr de Rodia. Aunque Rodia era parte de la República, el Senado había sido demasiado lento para ayudar a la población rodiana tras unos ataques piratas que habían destruido las naves de importación de Rodia. En consecuencia, Farr había perdido la fe en la República y aceptó el ofrecimiento de ayuda de Gunray para distribuir suministros a Rodia. A cambio, Farr ayudó a Gunray a capturar a Padmé Amidala, con quien Gunray todavía se sentía agraviado, cuando ella acudió a Rodia en una misión diplomática. Aunque Farr se sentía mal por traicionar a Amidala, encarceló a su vieja amiga en una torre de detención local hasta que llegó Gunray. Sin embargo, cuando Gunray acudió a recoger a Amidala, Farr se sorprendió al sabr que Gunray pretendía ejecutarla.[26]
Aunque Amidala escapó de la torre de detención, surgieron complicaciones cuando los droides de combate de Gunray fijaron como objetivo tanto a ella como a Jar Jar Binks, quien la había acompañado a Rodia. Binks consiguió la ayuda de un gran kwazel maw, que destruyó a la mayoría de los droides de Gunray y a su lanzadera de transporte clase Sheathipede. Además, la indiferencia de Gunray ante el sufrimiento de los rodianos, así como su trato brutal con Amidala, convencieron a Farr de que unirse a la Confederación había sido un error. Farr ayudó a Amidala a arrestar a Gunray en nombre de la República, concluyendo el idilio de Rodia con los Separatistas. Posteriormente, Sheev Palpatine envió a los rodianos un convoy con los suministros que necesitaban.[26]
Bajo el mando del Comandante Clon CC-1004, apodado «Gree»,[26] el 41º Cuerpo de Élite[14] llegó a Rodia para poner a Gunray bajo la custodia de la República. El Alto Consejo Jedi envió a la General Jedi Luminara Unduli, junto a Ahsoka Tano, a proporcionar seguridad adicional ante la transferencia de Gunray a Coruscant, donde el virrey iba a ser juzgado. Como Darth Sidious creía que Gunray no resistiría el interrogatorio de los Jedi, Dooku encargó a Asajj Ventress el rescate de Gunray. Dooku también sobornó al Capitán Faro Argyus, el líder del destacamento de Comandos del Senado asignado a la transferencia de Gunray, para que ayudara en la operación.[113]
Ventress lanzó su asalto justo cuando Argyus, Gree, Tano y Unduli abandonaban Rodia con Gunray a bordo del Destructor Estelar Tranquilidad. Un trío de naves de abordaje clase Droch penetró la coraza del Tranquilidad, y entonces desplegó a un equipo de abordaje droide que erradicó a gran parte de la Compañía Verde del Cuerpo de Élite. Ventress se dirigió al nivel de detención del Tranquilidad, donde se enfrentó a un breve duelo con Tano,[113] tras haberse enfrentado ambas por última vez durante la Batalla de Teth.[22] Aunque Argyus, Gree y Unduli acudieron al rescate de Tano y evitaron que Ventress escapara con Gunray, Ventress usó unas cargas explosivas que había instalado en la sala de motores del Tranquilidad para romper todos los sistemas de a bordo del crucero. Cuando Unduli persiguió a Ventress hasta la sala del motor, Ventress casi la superó, y fue solo gracias a la ayuda de Tano que Unduli pudo continuar con su duelo con sables de luz.[113]
Mientras Ventress continuaba centrando la atención de los Jedi, dio una señal a Argyus para que actuara. Argyus mató a sus dos compañeros Comandos del Senado que estaban custodiando a Gunray, y entonces liberó a Gunray de su celda. Argyus y Gunray resistieron los intentos de Gree de detenerlo y tomaron el control de la fragata clase Consular que había transportado a Gunray hasta el Tranquilidad. Similarmente, Ventress robó una cápsula de escape y se unió a ellos a bordo de la fragata, aunque ejecutó a Argyus cuando él insinuó que se atribuiría todo el mérito por el éxito de la operación. No obstante, Unduli pudo transmitir los datos de rastreo de la fragata de Gunray al General Jedi Kit Fisto, cuya flota se encontraba cerca de la última posición conocida de Gunray.[113]
Como Fisto lideraba el intento de recapturar a Gunray, Dooku vio una oportunidad para poner a prueba a uno de sus agentes. Debido a que las recientes derrotas de Grievous habían disminuido la fe de Dooku en él, Dooku organizó una prueba para su mejor general. Usando la baliza de rastreo de la fragata de Gunray, Dooku atrajo a Fisto y sus fuerzas hasta la fortaleza personal de Grievous[112] en la tercera luna de Vassek. El Centro de Mando del Borde Exterior de la República también envió al Comandante Clon Fil[114] y al Caballero Jedi Nahdar Vebb, el antiguo Padawan de Fisto, que lideraron a un equipo de soldados para ayudar en la búsqueda de Gunray. Grievous desconocía el plan de Dooku de reevaluar su competencia.[112]
Fisto, Vebb y sus soldados se infiltraron en la fortaleza de Grievous y eliminaron a un destacamento de droides de combate del que asumieron incorrectamente que se trataba de la protección de Gunray. En lugar del virrey, Dooku contactó holográficamente con Fisto y Vebb y les ofreció un botín alternativo. Cuando se dieron cuenta de que la fortaleza pertenecía a Grievous, Fisto y Vebb decidieron capturar al elusivo general, puesto que el arresto de Grievous sería vital para el esfuerzo de guerra de la República. Sin embargo, cuando Grievous regresó a su fortaleza, resultó no ser una presa fácil. Grievous evadió temporalmente a los intrusos de su guarida, pero se vio obligado a someterse a unas reparaciones a manos de su droide médico,[112] EV-A4-D.[115]
Tras hacer que sus MagnaGuardias IG-100 aseguraran el perímetro, Grievous se dispuso a tomar ventaja sobre sus perseguidores. Usó las contramedidas implantadas en su fortaleza—incluido un pozo incinerador y su mascota roggwart, Gor—para eliminar a Fisto, Vebb, y sus soldados. Fil y el resto de sus hombres perecieron, pero Fisto logró derrotar al fiero roggwart. A lo largo de lo ocurrido, Vebb mostró su creciente disposición a usar una fuerza excesiva en respuesta a las tácticas de Grievous. La situación se complicó cuando Fisto se infiltró en la sala de control de Grievous, y Vebb se negó a seguir a su antiguo Maestro hacia el interior. En su lugar, Vebb se quedó atrás para enfrentarse a Grievous en solitario. Incapaz de ayudar a su antiguo Padawan, Fisto solo pudo mirar a través del sistema de vigilancia cómo Grievous asesinaba a Vebb. Antes de escapar de la luna a bordo de su interceptor Delta-7B, Fisto se enfrentó a Grievous y consiguió recuperar el sable de luz del difunto Vebb, que Grievous había reclamado como trofeo. Aunque Grievous había superado a Vebb y a los soldados clon, tal como Dooku había esperado, el Conde no estuvo complacido por el fracaso de Grievous para derrotar a Fisto.[112]
Captura temporal de Dooku[]
- Dooku: «Estoy seguro de que la situación se resolverá por sí misma pronto.»
- Kenobi: «Pronto, serás juzgado en el Senado, y posiblemente pasarás un largo tiempo en una celda como esta.»
- Skywalker: «Y eso si tienes suerte.»
- ―En Florrum, Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker verifican en persona que Dooku se encuentra bajo la custodia de la Banda Ohnaka [fuente]
Dooku fue el siguiente oficial Confederado que se convirtió en un objetivo de la República. Como parte de una partida de caza contra el Lord Sith, Anakin Skywalker se infiltró en la nave insignia de Dooku, una fragata estelar clase Munificente, mientras patrullaba en el Borde Exterior. Skywalker se dejó capturar para conducir a sus fuerzas hasta la localización de la fragata. Mientras Obi-Wan Kenobi liberaba a Skywalker y le ayudaba a detener a Dooku, Ahsoka Tano y el Capitán Rex asediaron la fragata de Dooku desde a bordo del Resuelto. Sin embargo, Dooku escapó de la batalla en curso en su velero solar, con Kenobi y Skywalker persiguiéndolo de cerca en una lanzadera de transporte clase Sheathipede robada. Los tres se estrellaron en el planeta Vanqor. Mientras Dooku obtenía un paso seguro gracias a la Banda Ohnaka, hasta el cercano mundo de Florrum, Kenobi y Skywalker quedaron atrapados en Vanqor, y Tano tuvo que recogerlos en la superficie del planeta.[116]
No obstante, Dooku aún no se encontraba a salvo. La Banda Ohnaka tomó a Dooku como rehén en Florrum, y el líder de los piratas, Hondo Ohnaka, se lo ofreció a la República a cambio de una suma de un millón de créditos, pagados en especia. Antes de que Sheev Palpatine aceptara el trato, el Alto Consejo Jedi envió a Kenobi y Skywalker a Florrum para confirmar que Ohnaka y sus hombres efectivamente tenían a Dooku bajo custodia. Sin embargo, después de que los Jedi llegaran,[116] Ohnaka los drogó y también los tomó como rehenes, pretendiendo obtener una recompensa de la República aún mayor. Sin conocer la situación de Kenobi y Skywalker, Palpatine envió al Senador Kharrus y un equipo de escoltas de la Guardia de Coruscant para entregar la recompensa en especias y asegurar la custodia de Dooku.[117]
Individuos renegados de la Banda Ohnaka causaron más problemas para la República. El teniente de Ohnaka, Turk Falso, lideró a una facción de los piratas que derribó la lanzadera de Kharrus sobre Florrum, esperando robar la recompensa. Kharrus y la tripulación de la lanzadera murieron en la colisión, dejando a Jar Jar Binks, que era parte de la delegación, como el oficial al mando del Comandante CC-5869, apodado «Stone», y sus soldados. Para cuando Binks, Stone y su escuadrón llegaron a la base de operaciones de Ohnaka, Dooku había escapado. Consiguió escapar matando a Falso y robando su[117] lanzadera de ataque clase Flarestar.[66] En lugar de arrestar a Ohnaka, Kenobi y Skywalker dejaron en paz a Ohnaka y sus piratas. Los Jedi partieron con Binks y los clones a bordo del Crepúsculo,[117] a bordo del cual los Jedi habían viajado a Florrum.[116] Mientras que Ohnaka y los Jedi se separaron en buenos términos,[117] Dooku guardó rencor a Ohnaka.[118]
Crisis tras crisis[]
- «Conde Dooku, he localizado un mundo en el que podemos probar mi… Perdóneme, nuestra nueva arma.»
«Espero que su coste merezca la pena. Puede proceder.» - ―Lok Durd y Dooku acerca de probar el Defoliador en Maridun
El sistema Quell se convirtió en el siguiente punto caliente de las Guerras Clon cuando la armada interceptó a la flota de naves de guerra de la General Jedi Aayla Secura.[119] En la resultante Batalla de Quell,[120] las fragatas Separatistas sometieron a los cruceros de Secura a un bombardeo pesado. Pronto, solo la nave insignia de Secura se mantenía en pie sobre el planeta Quell. Skywalker, Tano, el Capitán Rex y Wullf Yularen llegaron a bordo del Resuelto para extraer a Secura; el Comandante Clon CC-5052, apodado «Bly»; y su tripulación de a bordo de la nave perdida. Rex, Skywalker y Tano subieron a Secura, Bly y unos pocos soldados a bordo de un crucero clase Consular. Antes de que pudieran llegar al Resuelto, un ataque de droides buitre atacó y activó inadvertidamente el hipermotor de la fragata. El Jedi y los clones se vieron a sí mismos envueltos en un viaje inesperado, y se estrellaron en el remoto planeta Maridun. Yularen se quedó atrás para supervisar la campaña de la República sobre Quell.[119]
Atrapados en Maridun, Bly, Rex, Secura y Tano buscaron atención médica para Skywalker, que había sufrido heridas graves durante el escape de la nave insignia de Secura. Llevaron a Skywalker a una aldea de pacifistas lurmen, que trataron sus heridas.[119] Justo cuando la condición de Skywalker estaba mejorando, el General Separatista Lok Durd seleccionó a Maridun como lugar de pruebas para la nueva arma de la Confederación. Durd había desarrollado un Defoliador, un cañón que exterminaba a la materia orgánica mientras dejaba ilesos a los sujetos inorgánicos, como los droides de combate. Durd decidió usar a los colonos lurmen como sujetos de prueba para[53] su Tanque de Despliegue Defoliador.[121]
Cuando Durd acudió a subyugar a los lurmen, el anciano de la aldea, Tee Watt Kaa, convenció a Bly, Rex, Secura, Skywalker y Tano para que se marcharan y así evitar un potencial conflicto. Sin embargo, los Jedi y los clones regresaron al darse cuenta de que Durd planeaba probar el Defoliador en la aldea lurmen. En la escaramuza subsiguiente, los Jedi y los clones usaron un par de generadores de escudo Separatistas robados para proteger a los lurmen de las cápsulas incendiarias del Defoliador. Sin embargo, después de que la infantería droide de Durd rompiera las defensas de los Jedi y los clones, Wag Too—el curandero de la aldea e hijo de Watt Kaa—convenció a los demás jóvenes de la colonia para ayudar en la defensa de su hogar. Tuvieron éxito, mientras que Skywalker consiguió destruir el Defoliador y capturar a Durd. No obstante, Watt Kaa cuestionó si había merecido la pena para Too y sus amigos sacrificar su pacifismo para alcanzar la victoria.[53]
Poco después, un breve pero sangriento conflicto estalló en el mundo glacial de Orto Plutonia. Tanto la República como la Confederación tenían bases en Orto Plutonia, que llamaron la atención de un asentamiento local de talz. En un esfuerzo por conservar su aislamiento, los talz exterminaron los puestos de avanzada de la República y Separatistas en su mundo. Los pantoranos, que habitaban la única luna de Orto Plutonia, Pantora, reclamaban Orto Plutonia como un protectorado. En consecuencia, el Presidente pantorano Chi Cho y la Senadora Riyo Chuchi solicitaron que un destacamento de soldados investigara la pérdida de contacto con[122] la Estación Glid,[123] la base de la República en Orto Plutonia. Rex, Skywalker y Obi-Wan Kenobi dirigieron a un pelotón de soldados clon de asalto para entornos fríos del Gran Ejército.[122]
Cuando Kenobi y Skywalker entablaron contacto con el Jefe Thi-Sen de los talz, él les comunicó su deseo de una resolución pacífica del conflicto. Sin embargo, Cho consideró a los talz como salvajes, declarando que la Convención de Sistemas Civilizados no se aplicaba a ellos. A pesar de los esfuerzos de Chuchi, Skywalker y Kenobi por encontrar una solución diplomática, el testarudo Cho insistió en declarar la guerra a los talz en un esfuerzo por exterminarlos. Las hostilidades abiertas estallaron cuando los talz emboscaron a Cho, Rex y sus tropas. Muchos talz y soldados clon perdieron la vida hasta que Chuchi recibió la aprobación de la Asamblea Pantorana para negociar un final del baño de sangre.[122]
A pesar de su juventud e inexperiencia, Chuchi mostró coraje para cerrar personalmente un acuerdo de paz con Thi-Sen. Mientras Cho sucumbía a las heridas fatales que había sufrido, Chuchi aceptó ceder por completo la jurisdicción de Orto Plutonia a Thi-Sen y los talz. Después Chuchi partió de Orto Plutonia junto a Kenobi, Rex, Skywalker y sus tropas, dejando a los talz en paz.[122] Tras la muerte de Cho, los pantoranos escogieron eventualmente al Barón Papanoida como su nuevo presidente.[124]
La Batalla de Ryloth termina[]
- «Los twi'leks del planeta no pueden esperar para siempre, Maestro. Cuanto más tiempo mantenga la Tecno Unión el control de Ryloth, más difícil será liberarlos.»
«Estoy de acuerdo. No tenemos mucho tiempo.» - ―Anakin Skywalker y Mace Windu
La Tecno Unión continuó subyugando Ryloth, y Wat Tambor fue nombrado emir del mundo conquistado.[125] El Senado de la República autorizó finalmente que una fuerza de invasión del Gran Ejército liberara el planeta natal de los twi'leks, reabriendo Ryloth como un campo de batalla de la República. Skywalker, Tano, y Wullf Yularen recibieron la orden de eliminar el bloqueo orbital Confederado del Capitán Mar Tuuk sobre Ryloth. El primer asalto de la República contra el bloqueo fracasó, puesto que la flota de Tuuk destruyó al Destructor Estelar Redentor y obligando a las otras naves de guerra de Skywalker, el Defensor y el Resuelto, a retirarse del sistema Ryloth. Tano también sufrió un golpe devastador contra su moral cuando perdió a una unidad entera de pilotos clon, el Escuadrón Azul, siendo esta su primera vez como primera al mando.[23]
La siguiente estrategia de Skywalker y Tano tuvo mejores resultados. Como el Defensor había sufrido grandes daños, Skywalker sacrificó el crucero para lanzarlo directamente contra la Nave de Batalla clase Lucrehulk de Tuuk. Tuuk escapó de su nave de mando justo antes de su derrota, cediendo el mando del bloqueo a los droides de combate comandantes OOM de seis fragatas. El caos subsiguiente permitió al Resuelto regresar al sistema Ryloth. Tano dirigió la parte inferior del Resuelto hacia el bloqueo enemigo para tender una trampa a los droides comandantes. Cuando las fragatas avanzaron, Tano desplegó varios escuadrones de cazas estelares del Resuelto y bombardeó las fragatas, dejando al bloqueo en apuros.[23]
Gracias a los esfuerzos de Skywalker y Tano, Obi-Wan Kenobi y Mace Windu pudieron entrar de forma segura en la atmósfera de Ryloth con una fuerza de tres naves de asalto militar transgaláctico clase Aclamador que contenían una fuerza de invasión. Sin embargo, un enclave Separatista en la ciudad de Nabat evitó que Kenobi y Windu aterrizaran sus fuerzas en la superficie. Desde Nabat, el droide táctico serie T TX-20 puso en su punto de mira a las naves de asalto de la República con ráfagas de disparos[126] de cañones de protones J-1.[66] Windu retiró los transportes a una altitud más alta hasta que Kenobi, el Comandante Cody,[126] y la Compañía Fantasma del 212º Batallón de Ataque[93] pudieran eliminar a los cañones de protones de Nabat. Una vez allí, los soldados Boil y Waxer entablaron amistad con Numa, una joven huérfana twi'lek que había perdido a sus padres cuando los Separatistas irrumpieron en Nabat. Con la ayuda de Numa, Kenobi y la Compañía Fantasma deshabilitaron los cañones de protones y también rescataron a los residentes twi'leks de Nabat, a quienes TX-20 había estado usando como escudos vivos para proteger su enclave del ataque. Una vez liberados, los twi'leks atacaron a TX-20 y lo destruyeron como venganza por la subyugación de su hogar.[126]
La liberación de Nabat por parte de la Compañía Fantasma permitió a Windu y sus transportes usar la ciudad como zona de aterrizaje.[126] Mientras Skywalker y Tano derrotaban a los remanentes del bloqueo Confederado y aseguraban el espacio de Ryloth, Kenobi liberó más aldeas twi'leks de la ocupación de la Tecno Unión. Kenobi pronto recuperó el desierto Jixuan, poniendo el hemisferio del sur de Ryloth bajo el control de la República. En respuesta a las crecientes victorias de la República, Wat Tambor atrincheró a la mayoría de su infantería droide en la capital de Lessu. Recayó en Windu y el Comandante Ponds asegurar Lessu y arrestar a Tambor. Sin embargo, una unidad de Tanques Blindados de Asalto infligió numerosas bajas en el Escuadrón Rayo de Windu durante una emboscada en un cañón del exterior de Lessu. Como el Gran Ejército no podía recurrir a refuerzos, Windu decidió conseguir la ayuda de Cham Syndulla y su Resistencia Twi'lek.[43]
Cuando Windu lo encontró, Syndulla aún tenía dudas acerca de trabajar con la República, puesto que el Gran Ejército había sido previamente incapaz de ayudar a la Resistencia Twi'lek. Syndulla también desconfiaba del senador de Ryloth, Orn Free Taa, debido a su rivalidad política antes de la guerra. Sin embargo, Syndulla cambió de opinión cuando Dooku ordenó a Tambor robar todo lo que pudiera de las aldeas twi'lek y después destruir todo lo demás. Al hacerlo, Dooku esperaba usar la destrucción de Ryloth como mensaje político acerca de las implicaciones de una victoria de la República.[43]
Ponds y el Escuadrón Rayo presenciaron la campaña de bombardeos de Tambor de primera mano, mientras bombarderos clase Hiena atacaban todas las aldeas de su rango desde Lessu, incluso aquellas que estaban repletas de civiles inocentes. Skywalker y Tano concentraron sus esfuerzos en eliminar los bombarderos, pero había demasiados escuadrones con los que lidiar. La dureza de Tambor recordó a Syndulla y Taa su deseo común: lograr la libertad de Ryloth. Bajo la mediación de Windu, Syndulla prometió no aprovechar la situación para ganar poder político. Taa, por su parte, aceptó la petición de Syndulla de preservar la independencia de Ryloth, asegurando que el Gran Ejército no cometería una ocupación tras finalizar la invasión Confederada. Con eso, Syndulla unió sus fuerzas a las de Windu, y los nuevos aliados organizaron un ataque conjunto sobre Lessu.[43]
Aunque Dooku le había ordenado retirarse de Ryloth, Tambor aplazó su partida para maximizar el botín del cual podía apoderarse robando a los twi'leks. Como resultado, Windu y los soldados de la Fuerza de Reconocimiento Avanzado Razor y Stak se infiltraron en uno de los Transportes Multitropa entrantes de Tambor para cruzar el puente de plasma de Lessu, que era el único modo de acceder a la capital. Cuando Razor y Stak reactivaron el puente, Syndulla lideró a sus luchadores por la libertad twi'leks y a los soldados clon de la República—montando en blurrgs y Transportes de Reconocimiento Todo Terreno, respectivamente—mientras cargaban hacia Lessu. Mientras Syndulla supervisaba la campaña terrestre, Windu arrestó a Tambor, que se había demorado demasiado y se vio abandonado cuando su droide táctico, TA-175, partió a bordo de su lanzadera. A pesar de la presencia de Tambor en Lessu, Dooku ordenó a TA-175 que los bombarderos clase Hiena arrasaran la capital. No obstante, Skywalker y Tano interceptaron a los bombarderos en sus interceptores Delta-7B y los destruyeron antes de que alcanzaran Lessu. Después, Tambor aceptó una rendición incondicional exigida por Syndulla y Windu.[43]
La Batalla de Lessu, como pasó a ser conocida,[127] dio paso al final de la larga Batalla de Ryloth. Ahora libres una vez más, los twi'leks celebraron un desfile en Lessu para festejar su victoria, con Syndulla, Taa y Windu como asistentes.[43] Los logros de Syndulla y Windu en Lessu les hicieron convertirse en parte del folklore twi'lek, con canciones nombrando su ataque como el Martillo de Ryloth.[127]
Año dos (21 ABY–20 ABY)[]
El Virus Sombra Azul[]
- «¿Dónde está el antídoto, Vindi?»
«Confundes mi papel, Jedi. Mi trabajo era crear una pandemia, no curarla.»
«No tenemos tiempo para juegos.»
«Sí, ¡mátame ahora y ahorra a estos viejos huesos el fiero abrazo del Sombra Azul! Porque cuando el primer droide salga del laboratorio, ¡será el fin de Naboo!» - ―Anakin Skywalker y Nuvo Vindi después de que el droide LEP sirviente de este último detone una bomba viral en el laboratorio subterráneo
En el Borde Medio, Naboo se convirtió en un lugar de experimentación en guerra biológica por parte de la Confederación.[128] Operando desde un laboratorio secreto de la Federación de Comercio[14] bajo los pantanos orientales de Naboo, el Doctor Nuvo Vindi tuvo éxito en fabricar armas a partir del Virus Sombra Azul, una enfermedad letal sin cura conocida, mediante una cepa aérea. También creó bombas virales para expandir la enfermedad en sistemas estelares clave de la República. Cuando las Fuerzas Reales de Seguridad de Naboo descubrieron una patrulla de los droides de combate de Vindi, Padmé Amidala y Jar Jar Binks regresaron para ayudar a la Reina Neeyutnee y al Capitán Gregar Typho a investigar la potencial incursión. Amidala y Binks siguieron el rastro de los droides de combate hasta su origen en los pantanos orientales, donde las fuerzas de Vindi los capturaron.[128]
En respuesta, Kenobi, Skywalker y Tano lideraron una incursión en el laboratorio de Vindi para rescatar a Amidala y Binks, así como para evitar que Vindi escapara con su arsenal de bombas. El Capitán Rex y las unidades clon[128] Árbol Tranquilo, Lobos de Nieve, y Fuego Salvaje[129] proporcionaron apoyo táctico a la operación de los Jedi. Tras salvar a Amidala y Binks, Skywalker ayudó a Kenobi a arrestar a Vindi. Además, los especialistas en artillería clon consiguieron desarmar todo el suministro de bombas virales de Vindi antes de que pudiera propagar la enfermedad por Naboo.[128] Kenobi y Skywalker escoltaron posteriormente a Vindi hasta la capital de Naboo, Theed, para juzgarlo por sus crímenes.[83]
Sin embargo, la crisis no había terminado. El droide de servicio serie LEP personal de Vindi había conservado en secreto uno de los viales que contenían el Virus Sombra Azul. El droide usó una bomba viral para liberar la enfermedad por el laboratorio. Mientras Kenobi y Skywalker viajaban al lejano planeta Iego para encontrar una potencial cura, Amidala y Binks trabajaron con Rex, Tano y sus hombres para eliminar a los droides de combate restantes del laboratorio. Si los droides escapaban del complejo sellado, propagarían la enfermedad al resto de Naboo. Aunque el Virus Sombra Azul infectó a todo el mundo a excepción de Binks, el personal de la República consiguió erradicar a los droides de combate.[83]
Durante su viaje a Iego, Kenobi y Skywalker desactivaron una red láser Separatista sobre el planeta, liberando a los habitantes de su confinamiento en la superficie planetaria. Los dos Jedi también obtuvieron una muestra de raíz de reeksa, que fue usada para curar a Amidala, Rex, Tano y sus hombres del Virus Sombra Azul, llevando a su fin el incidente.[83]
Victorias y sacrificios[]
- «La derrota en Felucia ha afectado a nuestros esfuerzos en todo el sector. Nos llevará semanas hasta que podamos…»
- ―Obi-Wan Kenobi
Felucia, un mundo selvático del Borde Exterior, se convirtió en un campo de batalla frecuente a lo largo de la guerra.[130] Desde un primer momento, la posición estratégica de Felucia en la Ruta Comercial Perlemiana[131] hizo que fuera el lugar de una campaña entre la Confederación y la República. Kenobi, Skywalker y Tano intentaron repeler la presencia militar Separatista en el planeta, pero los droides de combate superaron su destacamento de soldados clon, liderado por el Comandante Cody y el Capitán Rex. Cuando el Comandante Wolffe llegó con una flota de Destructores Estelares y rompió el bloqueo orbital de la Confederación, Plo Koon y el piloto clon Warthog se abrieron paso con un escuadrón de cañoneras LAAT/i.[132]
Desde sus cazas estelares, Koon y Warthog escoltaron a las cañoneras hasta la superficie, donde evacuaron a Cody, Kenobi, Rex, Skywalker y sus hombres de la zona de operaciones principal de la República. Antes de abandonar Felucia, las cañoneras también recogieron a Tano y su patrulla de soldados en otra parte de la jungla. Aunque Tano se negó inicialmente a retirarse, ella y sus soldados subieron a bordo de las cañoneras antes de que los refuerzos droides comprometieran su posición. La derrota de la República en Felucia interrumpió los esfuerzos del Gran Ejército en el sector circundante del espacio. Tano también hizo frente a una sanción disciplinaria del Alto Consejo Jedi por desobedecer las órdenes de evacuar de Felucia.[132]
Devaron, otro planeta boscoso, pronto se convirtió en uno de los próximos campos de batalla de la guerra.[133] Trabajando para Darth Sidious, el cazarrecompensas Cad Bane colaboró con la mercenaria Cato Parasitti para robar un holocrón de la Bóveda de Holocrones de los Archivos Jedi en Coruscant.[132] Después Bane fijó como objetivo al Maestro Jedi Bolla Ropal, el guardián del cristal de memoria kyber de la Orden Jedi, un dispositivo con información de todos los niños sensibles a la Fuerza de la galaxia. A petición de Sidious, Nute Gunray proporcionó a Bane fragatas estelares clase Munificente de la Federación de Comercio, que Bane usó para asediar el puesto de avanzada de la República en Devaron. Para cuando Rex, Skywalker, Tano y Wullf Yularen llegaron al sistema Devaron a bordo del Resuelto, Bane ya había superado a las fuerzas de la base de la República y había secuestrado a Ropal, subiéndolo a bordo de su nave de mando. El Resuelto se deshizo de la mayoría de las fragatas de Bane y también destruyó el hipermotor de la nave de mando, atrapando a Bane en el sistema. Cuando Ropal se negó a usar el holocrón para acceder al cristal de memoria, Bane hizo que sus droides de combate torturaran a Ropal hasta la muerte.[133]
Debido a la falta de recursos, Rex, Skywalker y Tano usaron a un trío de caminantes AT-TE como naves de abordaje para su fuerza de asalto, compuesta por el Batallón Ejecutor y el Batallón Carnívoro. Cuando los Jedi y los clones se hubieron infiltrado en su nave de mando, Bane los atrajo hacia una emboscada con su infantería droide en el muelle de artillería de la fragata. Bane separó a Tano de sus aliados y la tomó como rehén, usándola como moneda de cambio para obligar a Skywalker a abrir el cristal de memoria kyber. Debido a que la secuencia de autodestrucción de la fragata se encontraba activa, Rex, Skywalker, Tano y su destacamento se apoderaron de una lanzadera y escaparon de la fragata. Bane, aún en posesión del holocrón y el cristal de memoria,[133] se coló en su lanzadera matando al soldado Denal y robando su armadura.[134] Una vez a bordo del Resuelto, Bane se apoderó de un caza estelar V-19 Torrente y saltó al hiperespacio antes de que Skywalker y Tano pudieran arrestarlo.[135]
Tras su victoria en Devaron, Bane continuó su trabajo para Sidious y se dispuso a abducir a cuatro niños sensibles a la Fuerza registrados en el cristal de memoria kyber. Tras secuestrar al nautolano Zinn Toa en el planeta Glee Anselm, Bane capturó a Wee Dunn en la plaza Kay-Tap de Rodia, evitando los esfuerzos de Kenobi por detenerlo. Sin embargo, Skywalker y Tano interceptaron a Bane antes de que pudiera hacerse con un tercer niño, Roo-Roo Page de los gungans, en la ciudad Jan-gwa de Naboo. Bane estuvo poco tiempo bajo la custodia de la República, la cual terminó cuando condujo a Kenobi y Mace Windu hasta una trampa en la Estación Black Stall, su base de operaciones. Aunque Bane escapó, Kenobi y Windu recuperaron el holocrón robado de su posesión. Además, Skywalker y Tano rescataron a Dunn y Toa de la instalación secreta de Sidious en el mundo volcánico de Mustafar. No obstante, la Orden Jedi no supo que Sidious se encontraba detrás de todo el complot.[135]
A pesar de su derrota previa en Felucia,[132] la República mantuvo su presencia en el sistema Felucia en la forma de la Estación Médica HCTFF2 de Felucia, una estación médica clase Refugio. Sin embargo, carecía de medidas para defenderse, y se convirtió en un objetivo fácil de una pequeña flotilla Confederada. Cuando Kenobi, Skywalker y Tano investigaron la pérdida de contacto con la Estación Médica HCTFF2 de Felucia,[136] una estación automatizada de despliegue de droides buitre Separatista[137] soltó a un escuadrón de droides buitre. Los cazas estelares droide atacaron la lanzadera T-6 de los Jedi, obligándolos a aterrizar de emergencia en Felucia. Allí, los Jedi ayudaron a los mercenarios Sugi, Embo, Seripas y Rumi Paramita a defender una aldea feluciana de granjeros de una extorsión de la Banda Ohnaka, que esperaba robar los cultivos de nysillin de los granjeros.[136]
Batalla de Malastare[]
- «Necesitamos firmar ese tratado para acceder a las reservas de combustible de Malastare. Sin ellas, nuestros ejércitos serán vulnerables.»
- ―Sheev Palpatine recuerda a Nakha Urus la necesidad de un tratado entre la República y los dugs
Una de las campañas más fieras y largas de las Guerras Clon fue[138] la Batalla de Malastare.[139] En colaboración con el Doge Nakha Urus y sus soldados dugs, Skywalker y Mace Windu lideraron a un grupo de batalla para proteger al planeta Malastare—cuya industria de combustible era vital para la máquina de guerra de la República—de una incursión Confederada. Sin embargo, un enorme destacamento del Ejército Droide Separatista estuvo cerca de conquistar Malastare. Desesperado por asegurar una victoria de la República, Sheev Palpatine autorizó el uso de la bomba de electro-protones,[138] un arma experimental que había desarrollado la Doctora Sionver Boll[140] para actuar únicamente en contra de los sujetos mecánicos. La bomba de electro-protones generó un pulso electromagnético que dejó intertes a todos los droides de la Confederación. En la zona de detonación de la bomba se produjo un agujero que engulló a algunos caminantes AT-TE de la República y personal de la República, que requirieron de un esfuerzo de rescate.[138]
Sin embargo, el cráter no fue la única consecuencia de la bomba de electro-protones. La detonación también despertó a una Bestia Zillo, un miembro de una especie colosal que se creía extinta. La Bestia Zillo demostró ser resistente a todo, incluido el sable de luz de Skywalker. Debido a una antigua enemistad entre los dugs y las Bestias Zillo, Urus y[138] su Consejo Dug[141] exigieron que la República les ayudara a exterminar a la criatura. Sin embargo, Windu era contrario a esto, puesto que la criatura podía ser la última de su especie. Las acciones de Windu complicaron las relaciones diplomáticas de la República con los dugs, y el Gran Ejército todavía necesitaba acceso al combustible de Malastare. Para apaciguar a Urus, Skywalker y Windu usaron los tanques de asalto RX-200 clase Falchion de la República para inmovilizar a la Bestia Zillo, aparentando que la criatura estaba muerta. Como resultado, Urus y su consejo aceptaron firmar un tratado que proporcionaba a la República acceso exclusivo a las reservas de combustible de Malastare.[138]
Tras la Batalla de Malastare, Palpatine ordenó a Skywalker y Windu que transportaran a la Bestia Zillo hasta Coruscant para estudiarla. Palpatine ordenó a Boll que sintetizara las escamas altamente resistentes de la criatura para crear una nueva versión de la armadura de soldado clon. No obstante, la Bestia Zillo se escapó del[139] Centro Científico y Técnico de la República[142] y sembró el caos en Coruscant, infligiendo grandes daños y aterrorizando a la población. Incapaces de apaciguar a la criatura, los Jedi y sus soldados clon se vieron obligados a matar a la Bestia Zillo.[139]
Segunda Batalla de Geonosis[]
- «Lo que me preocupa es que esta guerra parece no tener un final cercano.»
«Por lo que es crucial que nuestra invasión de Geonosis tenga éxito.» - ―Obi-Wan Kenobi y Ki-Adi-Mundi
No pasó mucho tiempo hasta que las Guerras Clon regresaron a Geonosis. Aunque la República había ocupado el mundo desértico desde el estallido de la guerra, el esfuerzo bélico pan-galáctico del Gran Ejército requirió que muchas de las fuerzas de ocupación de Geonosis fueran trasladadas a otros lugares. Gracias al declive de la atención de la República, la Confederación pudo reestablecer una mayor presencia en Geonosis.[14] El Archiduque Poggle el Menor supervisó la construcción de una serie de nuevas fábricas de droides de combate para expandir las filas del Ejército Droide Separatista.[27] La fábrica principal de Poggle recibió inversiones sustanciales de la Federación de Comercio y el Clan Bancario InterGaláctico. Durante una visita al palacio de Lott Dod en Cato Neimoidia, Padmé Amidala descubrió un disco holograma con las coordenadas de la fábrica y se lo robó al senador del Clan Bancario, Rush Clovis. La República y el Alto Consejo Jedi descubrieron en consecuencia la existencia de las nuevas fábricas de droides de Poggle.[143]
En ese momento, el suministro total de droides de combate a la Confederación superaba al de soldados clon para la República, con el Conde Dooku afirmando que la proporción era de cien a uno.[81] Esperando detener la producción genosiana de nuevos droides de combate, el Gran Ejército organizó una inmensa invasión liderada por los Jedi para recuperar Geonosis. Como Poggle se había atrincherado en su fábrica principal, los Jedi idearon un ataque por tres flancos contra el generador de escudo de rayos de la instalación. El General Jedi Ki-Adi-Mundi y el Comandante Clon CC-1993, apodado «Jet», lideraron el ataque por el norte, mientras que Obi-Wan Kenobi y el Comandante Cody supervisaban la carga central. Anakin Skywalker y Ahsoka Tano—que se habían enfrentado a las fuerzas Confederadas cerca del planeta Dorin—encabezaron un ataque desde el sur con el Capitán Rex. Wullf Yularen dirigió los esfuerzos de la Armada de la República, incluido sobre otras áreas de la campaña a escala planetaria.[27]
Cuando comenzó la Segunda Batalla de Geonosis,[14] las defensas geonosianas interceptaron a la mayoría de cañoneras LAAT/i de la República. Solo Cody y su destacamento de caminantes AT-TE lograron llegar a Punto de Lluvia, la zona de aterrizaje de la República cercana al generador de escudo de rayos, donde Cody organizó a sus caminantes para que adoptaran una formación defensiva. Los cañones sónicos LR1K y cazas estelares clase Nantex de los geonosianos derribaron al resto de cañoneras de la República. Kenobi quedó gravemente herido cuando su cañonera fue derribada, y Cody envió a los soldados Waxer y Boil a rescatarlo junto al soldado Trapper, el otro único superviviente del transporte. Mundi también sufrió heridas cuando su cañonera se estrelló, pero él y Jet se abrieron paso a través de una cueva repleta de soldados geonosianos, donde su escuadrón de soldados clon lanzallamas quemó a los geonosianos. Rex, Skywalker, Tano y sus tropas destruyeron una enorme barricada de droides de combate y se reunieron con Jet, Mundi y sus hombres.[27]
Mientras Cody y Kenobi continuaban defendiendo Punto de Lluvia de las oleadas entrantes de soldados geonosianos, Mundi y Skywalker combinaron sus fuerzas y acudieron a reforzar a sus compañeros. Al mismo tiempo, Yularen pudo enviar un escuadrón de cazas estelares Ala-Y para proporcionar apoyo aéreo al avance de Mundi y Skywalker. En consecuencia, los Jedi y los clones pudieron asegurar Punto de Lluvia. Para la etapa final de su operación, Skywalker y Tano lideraron a un pequeño escuadrón de soldados clon a través del escudo de rayos, y usaron granadas de pulso electromagnético para inhabilitar los cañones de protones J-1 geonosianos. Cuando lo hubieron hecho, Cody avanzó con un destacamento de caminantes AT-TE y eliminó el generador de escudo. Con el escudo de rayos desaparecido, Rex, Mundi y el grueso principal de las tropas aterrizó allí a bordo de sus cañoneras. Los geonosianos restantes se rindieron, terminando la primera fase de la invasión de la República.[27]
Mientras Kenobi, Mundi y los otros heridos regresaban a la flota de la República para recibir tratamiento médico,[27] Rex, Skywalker, y Tano llevaron a cabo la siguiente fase de la invasión: diezmar la fábrica de droides principal de Poggle. Luminara Unduli; su Padawan, Barriss Offee; y el Comandante Gree acudieron con infantería como refuerzo para apoyar el ataque de Skywalker. Sin embargo, un único puente era la única forma de cruzar el cisma que aislaba la fábrica de Poggle del área circundante. Como el puente formaba un cuello de botella natural, los soldados clon de la República quedarían completamente expuestos en su avance a la fábrica. Como resultado, Unduli hizo que Offee memorizara todo el laberinto de catacumbas de debajo de la instalación. Mientras Offee y Tano se infiltraban en la fábrica desde las catacumbas de debajo, Unduli y Skywalker colaboraron con Gree y Rex para liderar un ataque frontal contra la fábrica como táctica de distracción. Sin embargo, aunque la fábrica funcionaba a la mitad de su capacidad, Poggle y su droide táctico, TX-21, ya habían reunido diez guarniciones de nuevas tropas listas para ser desplegadas.[144]
Mientras Unduli, Skywalker y sus soldados se dirigían frontalmente hacia las defensas droide de la fábrica, Poggle permitió a TX-21 desplegar veinte unidades de su nueva creación: el súper tanque. Los escudos de rayos de los súper tanques les permitían resistir ataques de los Cañones Anti-Vehículo AV-7 de la República. Como respuesta, los súper tanques lanzaron una oleada devastadora de misiles, infligiendo numerosas bajas entre las tropas de la República. Gree y Rex lideraron la retirada de sus soldados, atrayendo a los súper tanques hacia el puente que cruzaba el cisma. Skywalker y Unduli treparon por debajo del puente, colocando detonadores termales en su camino hacia el otro lado del abismo. Cuando hubieron alcanzado la fábrica, Skywalker y Unduli usaron los explosivos para derribar el puente, haciendo que los súper tanques cayeran por el abismo.[144]
Mientras tanto, Offee y Tano llegaron al reactor de la fábrica desde las catacumbas, pero TX-21 las interceptó con un súper tanque y un escuadrón de soldados geonosianos. Aunque Tano destruyó a TX-21, los geonosianos les arrebataron su suministro de detonadores termales. Incapaces de encontrar otra forma de eliminar el reactor, Offee y Tano entraron en un súper tanque y dispararon contra el reactor. Su ataque generó una cadena de explosiones que destruyeron la estructura interna de la fábrica, haciendo que se desmoronara hasta sus cimientos.[144]
Aunque Unduli aceptó el destino de Offee, Skywalker no estaba dispuesto a dejar caer a su pupila, y dirigió frenéticamente la búsqueda de las Padawans perdidas por parte de sus tropas. Atrapada con Offee en los restos de su súper tanque, Tano usó su celda de energía para potenciar su comunicador, lo que condujo a sus maestros hasta su localización. Como resultado, Unduli y Skywalker pudieron rescatar a Offee y Tano de entre los restos. Mientras el grueso de las tropas continuaba sus esfuerzos,[144] Offee y Tano regresaron a la flota para su recuperación temporal.[55]
Como parte de su campaña continuada en Geonosis, el Gran Ejército erradicó a otras fábricas de droides geonosianas clave. Sin embargo, Poggle permaneció libre, puesto que había escapado de su fábrica principal antes de su caída. Kenobi, que se había recuperado de sus heridas anteriores, se unió a Unduli para liderar la caza de Poggle. Mientras se producía una tormenta de arena, Unduli y el soldado Buzz rastrearon a Poggle hasta el Templo Progate, la sede de la reina secreta de los geonosianos, Karina la Grande. Los soldados de Karina—en realidad, zombies geonosianos que estaban siendo reanimados por sus gusanos cerebrales—mataron a Buzz y secuestraron a Unduli, arrastrándola a las catacumbas de debajo del templo. Cuando la tormenta hubo amainado, el Comandante Cody, Kenobi y Skywalker llevaron a un escuadrón de soldados a las catacumbas para rescatar a Unduli. Sin embargo, los zombies geonosianos se aprovecharon de los túneles laberínticos para causar bajas en el equipo de búsqueda de Kenobi y Skywalker.[55]
Eventualmente, Cody, Kenobi, Skywalker y sus soldados restantes buscaron la sala del trono de Karina, donde Poggle había apresado a Unduli. A pesar del intento de Kenobi por negociar, Karina se negó a aceptar la ley de la República. En su lugar, Karina hizo que Poggle diera a Unduli un gusano cerebral que controlaría su mente. Antes de que el gusano pudiera infectar a Unduli, Cody y sus soldados encendieron las luces de sus cascos apuntando hacia Karina y los geonosianos, cegándolos temporalmente. Skywalker liberó a Unduli de sus ataduras, y juntos esposaron a Poggle y lo llevaron con ellos mientras se retiraban junto al resto de sus compañeros. Cody y sus hombres eliminaron los apoyos del túnel en su camino de salida, enterrando a Karina bajo pilas de escombros, matándola. Cody, Unduli, Skywalker, Kenobi y sus soldados lograron escapar con Poggle del Templo Prograte justo antes de que se hundiera.[55] Con esto, terminó la Segunda Batalla de Geonosis con una victoria de la República, comenzando la segunda ocupación de Geonosis.[145]
Después de la recaptura exitosa de Geonosis por parte de la República, Mace Windu supervisó una campaña en el planeta Dantooine. Sus soldados sufrieron numerosas heridas, requiriendo suministros médicos de una estación médica cercana al planeta Ord Cestus. Como era imperativo para los Jedi escoltar a Poggle hasta Coruscant, Offee y Tano se embarcaron personalmente en la entrega de suministros médicos al centro médico de Ord Cestus. Kenobi, Mundi, Skywalker y Unduli partieron a bordo de un Destructor Estelar clase Venator para transportar a Poggle a Coruscant. Complicando el asunto se encontraba el hecho de que un gusano cerebral infectó al soldado Scythe de la Compañía Tango, el destacamento de tropas que escoltaba a Offee y Tano a bordo de su fragata clase Pelta, TB-73.[145]
En poco tiempo, Scythe ya había infectado a la mayoría de soldados con los gusanos cerebrales. Bajo el control mental de los parásitos, los soldados mataron a los pilotos clon de TB-73 y activaron los escudos de seguridad del puente, ganando el control de la fragata. Offee y Tano supieron de lo ocurrido cuando los soldados Edge y Ox las atacaron en el comedor de la nave. El Teniente Trap, el oficial al mando de la Compañía Tango, también abrió fuego contra las Padawans, y Offee lo mató en defensa propia. Para contener a los parásitos de a bordo de la fragata, Offee partió a desactivar los motores, mientras Tano contactaba con Kit Fisto, que estaba supervisando el centro médico de Ord Cestus, para advertirle de la infección. Sin embargo, Scythe y sus compañeros interceptaron a Offee cerca de la sala del reactor y la infectaron con un gusano cerebral. Con Offee infectada, Tano era ahora la única persona indemne a bordo del TB-73.[145]
Cuando Offee se enfrentó a ella, Tano cruzó sables láser brevemente con su amiga antes de escapar a los conductos de ventilación de la fragata. Mientras tanto, tras saber de lo ocurrido gracias a Tano, Skywalker interrogó violentamente a Poggle y averiguó que los gusanos cerebrales eran vulnerables a las bajas temperaturas. En consecuencia, Tano rompió el sistema climatizador del TB-23, y el frío intenso neutralizó a los gusanos cerebrales que controlaban a los soldados clon. Tano actuó a tiempo, mientras el TB-23 salía del hiperespacio cerca de la estación médica. Aunque Offee atacó a Tano antes de que pudiera apagar los motores del TB-23, un par de naves de la República usaron sus rayos tractores para reducir la velocidad de la fragata, evitando por poco una colisión con el centro médico. Con los gusanos cerebrales contenidos, Fisto y su personal trataron a Offee, Tano y los miembros supervivientes de la Compañía Tango, garantizando una recuperación completa para todos ellos.[145]
La caza de Grievous[]
- «Llegó el momento de que alguien acabe al fin con ese monstruo.»
- ―Anakin Skywalker, acerca del General Grievous
Aunque las victorias de la República superaban sus derrotas, el Ejército Droide Separatista continuó haciendo avances en los Territorios del Borde Exterior,[28] y, tras la Segunda Batalla de Geonosis, ambos bandos comenzaron a jugar efectivamente «al gato y al ratón» entre ellos.[146] Pronto, Grievous comenzó a fijar como objetivos específicamente a miembros del Alto Consejo Jedi,[79] incluido el General Eeth Koth.[28] En lo profundo del Borde Exterior,[147] mientras Koth y su flota investigaban ataques contra rutas hiperespaciales,[146] Grievous y su destructor ligero clase Recusante lanzaron un asalto contra la nave insignia de Koth. Grievous abordó entonces la nave con un equipo de asalto de droides comando serie BX, que rápidamente superó al destacamento de soldados clon del Destructor Estelar.[28] Aunque Koth ordenó al Capitán Lock[147] y sus hombres abandonar la nave, Koth se enfrentó a Grievous a bordo del puente, y casi superó a Grievous en un duelo con sables de luz a pesar de tener una herida en el brazo. Sin embargo, los MagnaGuardias IG-100 de Grievous electrocutaron a Koth, permitiendo a Grievous subyugar al Maestro Jedi y tomarlo como rehén.[28]
Cuando Grievous retransmitió su captura de Koth al Templo Jedi de Coruscant, Koth usó señales de mano para informar al Alto Consejo Jedi de su localización: el sistema Saleucami. Los Generales Jedi Adi Gallia, Obi-Wan Kenobi, y Anakin Skywalker se ofrecieron voluntarios para liderar una operación para capturar a Grievous y rescatar a Koth. Mientras Wullf Yularen y la armada de la República atacaban la flota de Grievous sobre Saleucami, Kenobi y el Comandante Cody atrajeron a Grievous hasta su crucero ligero clase Arquitens. Con Kenobi enfrentándose a Grievous como distracción; Gallia, Skywalker, el Capitán Rex y un escuadrón de soldados a bordo de una lanzadera clase Eta abordaron el destructor ligero de Grievous para salvar a Koth. Sin embargo, Grievous había anticipado las tácticas de la República y había delegado el mando de su nave insignia a su droide táctico, TV-94. Aun así, Gallia y Skywalker destruyeron a TV-94 y a sus unidades de droides comando a bordo del puente, y entonces liberaron a Koth de su campo de contención allí.[28]
A bordo del crucero ligero de Kenobi, las cosas no iban según lo planeado. Kenobi destruyó a los MagnaGuardias IG-100 de Grievous, pero ni Kenobi ni Grievous pudieron tomar ventaja en su subsiguiente duelo. Grievous pronto se retiró hacia su nave insignia a través de la esclusa de aire, donde Cody y tres de sus hombres lo interceptaron. Grievous evitó sus intentos de someterlo, y entonces ordenó a la tripulación de su destructor que disparara contra los motores del crucero ligero. Los disparos desestabilizaron el crucero justo mientras Kenobi, Cody y sus soldados perseguían a Grievous por la esclusa de aire. Grievous se enfrentó brevemente a Kenobi y también hizo frente a Gallia, que había acudido a ayudar a Kenobi. No obstante, cuando la esclusa de aire se rompió, todos los combatientes se vieron obligados a lidiar con la ruptura hacia el vacío del espacio. Mientras Grievous escapaba, Gallia ayudó a Cody, Kenobi y al soldado restante a llegar hasta el destructor enemigo.[28]
Grievous subió a bordo de una nave de tropas C-9979 para llegar a la superficie de Saleucami, obligando a Cody, Gallia y Kenobi a suspender su persecución. En lugar de perseguirlo, se unieron a Koth, Rex y Skywalker a bordo de su lanzadera para alejarse del destructor de Grievous. Sin embargo, Grievous pronto hizo frente a las consecuencias de haberse centrado en el crucero ligero de Kenobi en lugar de la nave insignia enemiga. Cuando el crucero explotó, los escombros colisionaron contra la nave de aterrizaje de Grievous, haciendo que se estrellara en Saleucami y obligando a Grievous y sus tropas a recurrir a cápsulas de escape. Gracias a este giro de los acontecimientos, el grupo de ataque de la República cambió sus objetivos. Mientras Gallia escoltaba a Koth a una fragata médica para recibir tratamiento, Skywalker y Yularen se quedaron completando los esfuerzos de la flota contra los remanentes de la armada Confederada. Simultáneamente, Kenobi se dirigió a la superficie de Saleucami con Cody, Rex y un contingente de tropas para rastrear al elusivo Grievous.[28]
En Saleucami, Grievous y sus droides de combate descubrieron que el transmisor de su cápsula de escape no había sobrevivido a la colisión, impidiendo que pudieran contactar con su flota en órbita. Como solo una de las otras cápsulas de escape había sobrevivido, Grievous y sus tropas se dirigieron a su localización, atravesando los campos de Saleucami. Mientras tanto, tras inspeccionar el lugar de colisión de la nave de aterrizaje C-9979, Kenobi dividió sus fuerzas. Mientras Rex tomaba a un pequeño escuadrón—compuesto por los soldados de la 501 Hardcase;[79] CT-5597,[148] apodado «Jesse»;[79] y CT-6116,[149] apodado «Kix»—a bordo de deslizadores BARC para explorar los parajes pantanosos de Saleucami en busca de Grievous; Cody y Kenobi permanecieron junto a la fuerza principal de caminantes AT-TE para continuar buscando en territorio seco.[79]
Durante el curso de la patrulla de Rex, un par de droides comando dispararon contra él, sin alcanzar su corazón por dos pulgadas. Cuando Hardcase y Jesse derribaron a los francotiradores droide, ellos y Kix llevaron a Rex hasta una granja cercana que pertenecía a la familia Lawquane. Suu Lawquane aceptó permitir a Rex pasar la noche en su granero hasta que se recuperara. Después de que Kix, el médico del escuadrón]], cubriera su herida con un parche de bacta, Rex permitió de mala gana a sus hombres seguir con la misión sin él, cediendo el mando de la unidad a Jesse. Cuando llegó la noche, Rex conoció al marido de Suu: Cut Lawquane, un soldado clon que había desertado del Gran Ejército. A pesar de su distinta ideología, Rex gradualmente encontró puntos en común con Lawquane basados en su dedicación para proteger a sus seres queridos. Para Rex, estos eran sus camaradas del Gran Ejército; para Lawquane, estos eran sus hijos junto a Suu: Jek y Shaeeah.[79]
Mientras tanto, Hardcase, Jesse y Kix se dirigieron a la última cápsula de escape de la nave de tropas C-9979 junto a Cody, Kenobi y sus fuerzas. Ambos grupos convergieron en el sitio justo cuando Grievous llegaba con su propio escuadrón de droides de combate. Tras solicitar una extracción a su flota desde la superficie, Grievous lideró a sus droides de combate en una defensa de su posición. Aunque Kenobi se enfrentó a Grievous en otro duelo, no pudo detener a Grievous e impedir que subiera a bordo de una lanzadera clase Sheathipede hasta reunirse con su flota en la órbita de Saleucami. Similarmente, la flota de la República fracasó en interceptar a Grievous antes de que escapara del sistema. En consecuencia, los repetidos intentos de Kenobi para detener a Grievous terminaron en fracaso.[79]
En la granja de los Lawquane, otra de las cápsulas de escape de la nave de aterrizaje C-9979 causó problemas para Lawquane y su familia. Una unidad de droides comando había colisionado en la cápsula de escape cerca de la granja de la familia, y Jek y Shaeeah reactivaron inadvertidamente a los veinte droides letales. Mientras Suu subía a sus niños al piso de arriba para ponerlos a cubierto, Lawquane confió a Rex ser la última línea de defensa de su familia. Lawquane, mientras tanto, se enfrentó a los droides comando en combate directo cuando atacaron su granja. Debido a sus esfuerzos combinados, Lawquane y Rex consiguieron derrotar a los droides. A la mañana siguiente, Rex partió a reunirse con Kenoi y el grupo principal de las tropas antes de que abandonaran Saleucami. Antes de partir, Rex prometió no delatar a Lawquane ante sus superiores, habiendo cambiado su concepto del antiguo soldado.[79]
Frágil neutralidad de Mandalore[]
- «¡Pretendemos salvar a vuestro pueblo!»
«Convertirá nuestro planeta en un objetivo militar, lo cual nos traerá la guerra. ¡Mandalore debe seguir siendo un sistema neutral!» - ―Sheev Palpatine y Satine Kryze debaten las implicaciones de una ocupación de Mandalore por parte de la República
Además de causar malestar en la ciudadanía de la República,[150] las Guerras Clon provocaron un incremento de los crímenes por toda la galaxia, especialmente debido a que la Orden Jedi estaba centrada en el esfuerzo de guerra de la República.[22] Muchos sistemas estelares estuvieron determinados a preservar su neutralidad entre la República y la Confederación. Como resultado, más de mil quinientos sistemas se coaligaron en el Consejo de Sistemas Neutrales, un órgano que defendía su continua neutralidad en la guerra. Eventualmente, el consejo tuvo un nuevo líder: la Duquesa Satine Kryze, que gobernaba el planeta Mandalore a través de un régimen pacifista[45] conocido como los Nuevos Mandalorianos.[151] Aun así, Kryze atrajo críticas cuando se propagaron rumores de que estaba ensamblando un ejército para la Confederación.[45] En realidad, los verdaderos conspiradores eran Dooku y Darth Sidious,[152] que se aliaron con la Guardia de la Muerte, un grupo disidente mandaloriano que pretendía revivir la cultura guerrera de Mandalore. El líder de la Guardia de la Muerte era Pre Vizsla, quien—como gobernador de la única luna de Mandalore, Concordia—fingía ser un aliado de Kryze mientras conspiraba con Dooku para acabar con su gobierno.[45]
La Guardia de la Muerte atrajo la atención de la República cuando uno de sus miembros atacó un crucero de la República, y entonces se suicidó para no someterse a un interrogatorio. Como respuesta, el Alto Consejo Jedi envió a Kenobi para investigar los vínculos potenciales de Mandalore con los Separatistas. Kryze, que era una vieja amiga de Kenobi, ayudó en su investigación, igual que el primer ministro de Mandalore, Almec. Después de que un bombardero de la Guardia de la Muerte destruyera la capilla memorial de la ciudad capital de Mandalore,[45] Sundari,[153] el bombardero se tiró desde un balcón para evitar ser capturado por Kenobi. Kenobi y Kryze acompañaron el cuerpo del difunto bombardero hasta Concordia, donde los recibió Pre Vizsla.[45]
La investigación continuada de Kenobi lo condujo a una base secreta de la Guardia de la Muerte en las minas concordianas, donde dos soldados de la Guardia de la Muerte lo superaron. Solo la intervención de Kryze salvó a Kenobi de morir en un destructor de rocas. Mientras intentaban escapar de la base, Kenobi y Kryze se encontraron con Vizsla, que se reveló como líder de la Guardia de la Muerte. Vizsla usó el sable oscuro, un arma antigua de los tiempos de la Antigua República, para enfrentarse a Kenobi en un duelo de sables de luz. Sin embargo, Vizsla fue incapaz de derrotar al Maestro Jedi, y Kenobi abandonó Concordia con Kryze.[45] Después, Kryze decidió defender su posición ante el Senado Galáctico,[154] y Kenobi se unió a Skywalker, el Comandante Cody, el Capitán Rex y un escuadrón de soldados clon para protegerla durante su viaje hacia Coruscant.[45]
Sin que Kryze lo supiera, otro agente de la Guardia de la Muerte era parte de su círculo de consejeros cercanos. El Senador Tal Merrik,[154] que representaba al planeta Kalevala del sistema Mandalore,[155] introdujo de contrabando un trío de sondas asesinas mortíferas en el crucero estelar de Kryze,[154] el Coronet.[156] En la escaramuza posterior, Cody, Rex y Skywalker destruyeron a la primera sonda asesina en la bahía de carga del Coronet, pero una segunda sonda pasó a través de ellos hasta llegar al comedor, donde Kenobi protegió a Kryze y a su séquito. Incluso tras su destrucción, ambas sondas asesinas desplegaron numerosos droides mini-asesinos SDK4a, que sembraron el caos entre los Jedi y los clones, así como entre el contingente de Protectores Mandalorianos de Kryze. Cuando él y sus compañeros hubieron eliminado a la mayoría de sondas asesinas, Skywalker supo gracias al manifiesto de carga del Coronet que un senador de la República había aprobado la entrada de la caja que contenía a las sondas asesinas. Los vínculos de Merrik con la Guardia de la Muerte fueron revelados cuando Kenobi lo interrogó junto a los otros senadores—Onaconda Farr, Orn Free Taa, y Kin Robb—que eran invitados de Kryze a bordo del Coronet.[154]
Aunque Rex destruyó a la tercera y última sonda asesina, Merrik permaneció con ventaja. Merrik tomó a Kryze como rehén y mató a la tripulación del puente del Coronet, solicitando inmediatamente refuerzos a Vizsla. Cuando el Coronet hubo salido del hiperespacio, un trío de naves de abordaje clase Droch llegó para cubrir la huida de Merrik. Las naves de abordaje perforaron el casco del Coronet y desplegaron superdroides de combate B2, que se enfrentaron a los soldados clon y los guardias reales en los pasillos del crucero. Sin embargo, Merrik había colocado explosivos en los motores del Coronet, y los usó junto a Kryze como chantaje para llegar hasta una de las naves de abordaje, incluso mientras Kenobi lo perseguía junto a la cautiva Kryze hasta allí. Kryze desarmó a Merrik y se apropió de su bláster, pero ni ella ni Kenobi estaban dispuestos a matar a Merrik con tantas vidas en juego. No obstante, Skywalker intervino, asesinando a Merrik y recuperando el detonador de sus explosivos. Cody, Rex y sus hombres terminaron con el equipo de abordaje Separatista, asegurando una conclusión segura del viaje del Coronet.[154]
Aunque Kryze había llegado a salvo a Coruscant, Vizsla continuó colaborando con la Confederación para tomar el control de Mandalore. El Senado de la República iba a votar si enviar una fuerza militar para estabilizar Mandalore. Como los mandalorianos no estaban a favor de una ocupación de la República, Vizsla y Dooku teorizaron que una situación así haría que la población de Mandalore viera a la Guardia de la Muerte como libertadores heroicos. Para eso, Palpatine hizo que sus agentes alteraran una grabación holográfica del Viceministro Jerec, uno de los aliados más cercanos de Kryze. Cuando Kryze habló ante el Senado, Palpatine presentó el testimonio de Jerec, que criticaba las políticas pacifistas de Kryze y defendía una intervención de la República en los asuntos de Mandalore. La sesión del Senado ocurrió el mismo día en que Jerec perecía en un atentado de la Guardia de la Muerte en Kalevala, evitando que Kryze pudiera refutar la veracidad de las afirmaciones de su amigo.[152]
Sumado a los problemas de Kryze se encontraba el hecho de que Vizsla envió a un asesino de la Guardia de la Muerte para asesinarla en Coruscant. El primer intento de asesinato contra Kryze aceleró el voto del Senado acerca de ocupar Mandalore, y provocó que el Senado autorizara la invasión. A pesar de este revés, Kryze se negó a rendirse. Buscó reunirse con Davu Golec, un contacto mandaloriano del Ministerio de Inteligencia de la República. Golec entregó a Kryze un disco con el mensaje original de Jerec, pero el asesino de la Guardia de la Muerte disparó a Golec antes de que pudiera revelar más información. Ahora huyendo de la[152] Fuerza de Seguridad de Coruscant,[157] Kryze finalmente decidió recurrir a Kenobi en busca de ayuda.[152]
Mientras el Vicepresidente Mas Amedda exigía que Kryze se entregara a las autoridades de la República, Kenobi y Kryze se dieron cuenta de que la conspiración alrededor del mensaje de Jerec se había originado en las altas esferas de la República. Tras derrotar al asesino de la Guardia de la Muerte y obligarlo a huir, Kenobi escoltó a Kryze hasta el Edificio del Senado. Allí, Kryze se entregó a la Guardia del Senado, mientras Kenobi transfería el disco con el mensaje original de Jerec a Padmé Amidala. Amidala presentó la grabación en la siguiente sesión del Senado, convenciendo a la República para que reculara en su ocupación de Mandalore. Como resultado, Kryze consiguió conservar la neutralidad de su pueblo,[152] evitando también una mayor expansión del esfuerzo de guerra de la República.[61]
Un tiempo después de la victoria de Kryze en el Senado,[152] la alianza de Vizsla con Dooku se desintegró, y Dooku retiró su apoyo a la Guardia de la Muerte. DUrante la reunión entre ambos,[158] Dooku arañó a Vizsla con su sable de luz[159] en la cara.[158] Además, sin el apoyo necesario de la población mandaloriana, la Guardia de la Muerte abandonó su plan de conquistar Mandalore. Vizsla y sus aliados vagaron por la galaxia como vagabundos,[160] estableciéndose eventualmente en el planeta Carlac.[158] Aunque los Nuevos Mandalorianos mantuvieron su neutralidad,[152] algunos mandalorianos escogieron entrar en las Guerras Clon en algún momento. Algunos de los reputados guerreros del planeta Concord Dawn entrenaron al Gran Ejército de la República. Entre ellos se encontraba Fenn Rau de los Protectores Mandalorianos, que sirvió como instructor de vuelo para la Armada de la República.[161] Rau también comandó al Escuadrón Calavera, una unidad mandaloriana que apoyaba las campañas de la República.[162]
Crimen al alza[]
- «Me temo que nuestra neutralidad ha causado sufrimiento a nuestra gente. La guerra entre los Separatistas y la República asola toda nuestra galaxia. Esto ha hecho que se cierren rutas comerciales a Mandalore, y nos ha obligado a recurrir a un mercado negro repleto de corrupción.»
- ―Las declaraciones del Primer Ministro Almec durante una reunión del Consejo de Gobierno Mandaloriano
Mientras el crimen continuaba asolando a una galaxia golpeada por la guerra,[163] Mace Windu se convirtió en víctima de una serie de intentos de asesinato después de que Boba Fett se aliara con los cazarrecompensas Aurra Sing, Bossk, y Castas para vengarse de Windu por haber matado a su padre, Jango, en la Primera Batalla de Geonosis.[164] El joven Fett fingió ser un cadete de la Brigada de Clones Jóvenes del Sargento Clon Crasher cuando la unidad se embarcaba en una misión de entrenamiento a bordo de la nave insignia del Almirante Shoan Kilian, el Resistencia, justo mientras Windu y Anakin Skywalker acudían a bordo del Destructor Estelar para retirarse del frente de guerra. Tras fallar en matar a Windu en sus aposentos a bordo del Resistencia, Fett saboteó el reactor del crucero, obligando a Kilian a estrellar su nave en el cercano Vanqor.[165] Después, Fett y su equipo secuestraron a Kilian, el Comandante Ponds y un oficial de navegación clon con la esperanza de que la Confederació les diera una recompensa a cambio de los rehenes.[164]
Cuando Skywalker y Windu viajaron al lugar de la colisión del Resistencia en busca de Kilian y su tripulación, Fett tendió otra trampa. Detonó un explosivo en el puente del Resistencia, sepultando a Skywalker y Windu bajo montones de escombros. Ambos Jedi sobrevivieron al ataque, aunque a duras penas.[164] Para entonces, la Confederación había empezado a ofrecer recompensas por los Jedi, algunos tan altas como un millón de créditos.[166] Como resultado, Fett y sus aliados buscaron obtener pruebas de la muerte de Skywalker y Windu para poder sacar provecho del incidente. Sin embargo, el droide astromecánico de Skywalker, R2-D2, ahuyentó a los cazarrecompensas y consiguió llegar al Templo Jedi, donde informó a Plo Koon y Ahsoka Tano de la precaria situación de Skywalker y Windu. En respuesta, Koon y Tano viajaron con el Comandante Wolffe y su Wolfpack a Vanqor, donde rescataron a Skywalker y Windu antes de que los restos del Resistencia se desmoronaran.[164]
Habiendo fallado dos veces en ejecutar a Windu, Fett y su equipo recurrieron a otros métodos para atraer a su objetivo. En una holotransmisión directa al Templo Jedi, Sing ejecutó a Ponds y amenazó con matar a Kilian y a su oficial de navegación en un intento de provocar que Windu les hiciera frente. Sin embargo, como Windu aún se estaba recuperando de las heridas que había sufrido en Vanqor, Koon y Tano partieron tras Fett y su equipo. Koon y Tano rastrearon a los cazarrecompensas hasta Florrum, donde buscaron a Hondo Ohnaka y su banda de piratas. Ohnaka, por su parte, se mantuvo al margen del complot de Sing contra Windu, incluso después de que Sing matara a Castas por intentar vender información a terceras partes. Una confrontación letal se produjo cuando Koon y Tano se enfrentaron a Fett y Sing. Cuando Koon capturó a Fett, Sing abandonó a su joven protegido y se reunió con Bossk, que estaba custodiando a Kilian y su oficial de navegación.[69]
En última instancia, Koon convenció a Fett—que ya era reacio al brutal trato de Sing con los rehenes—para que desvelara la localización de los prisioneros. Tano llegó a tiempo para evitar que Bossk ejecutara a Kilian y al oficial clon. Tano también evitó que Sing escapara a bordo de la nave estelar del equipo, la Esclavo I, dañando el estabilizador del vehículo en pleno vuelo. La Esclavo I se estrelló, llevándose a Sing consigo.[69] Aunque Tano y sus compañeros pensaron que Sing había muerto en la colisión, Ohnaka la rescató posteriormente de los restos de la Esclavo I, y ella regresó al trabajo activo.[4] La Orden Jedi, por su parte, encarceló a Bossk y Fett en el Centro de Detención Judicial Central de Coruscant,[69] donde permanecieron presos durante algún tiempo.[167]
Mientras tanto, los mandalorianos descubrieron que su costosa neutralidad no era gratuita. Las Guerras Clon interrumpieron el comercio intergaláctico, privando a numerosos sistemas estelares de sus muy necesitados suministros. La situación obligó a Mandalore a recurrir al mercado negro en busca de comida y otras necesidades. En Sundari, Tee Va y sus contrabandistas mooganos aprovecharon la corrupción en la Guardia Mandaloriana, así como en los servicios y sistema educativo de la ciudad, para distribuir té con slabina diluida en las escuelas locales. Mientras visitaba Mandalore, Padmé Amidala ayudó a Satine Kryze a desmantelar la operación de los mooganos porque la mezcla de té y slabina había tenido un efecto letal en la juventud de Sundari.[168]
Además, se produjo una crisis cuando el Primer Ministro Almec usó el mercado negro para monopolizar la importación de suministros del planeta. Ahsoka Tano, que estaba sirviendo como instructora invitada en la Academia Real del Gobierno, ayudó a Kryze y a un grupo de jóvenes cadetes—Amis, Lagos, Soniee, y el sobrino de Kryze, Korkie—a descubrir a Almec como culpable y arrestarlo.[169] Las Guerras Clon continuaron cambiando la galaxia, promoviendo la avaricia y la corrupción en la República y más allá.[168] El cazarrecompensas Durge estuvo activo durante las Guerras Clon[170] como activo contratado por los Separatistas[171] que trabajaba por cuenta propia.[172] Un asesino llamado Ochi también estuvo en activo, comenzando su carrera como cazador de Jedi.[173]
Mientras Palpatine aseguraba al Senado que el esfuerzo de guerra de la República avanzaba bien, otras fuentes reportaban lo contrario.[168] Aunque la República había reforzado su flota en la Vía Hydiana[164] y tenía la lealtad de la Tercera Legión durante una guerra civil a gran escala en el planeta Balith, estalló otra crisis. La guerra había desplazado a incontables civiles, lo que hizo que Bail Organa, Padmé Amidala, y la Senadora Mon Mothma[4] de Chandrila[174] organizaran una Conferencia de Refugiados en Alderaan.[14] Amidala sirvió como oradora principal de la conferencia, que hablaba de los esfuerzos de la República por ayudar a los refugiados. La conferencia fue interrumpida cuando Ziro el hutt contrató a Aurra Sing para matar a Amidala como venganza por su encarcelamiento en Coruscant. Ahsoka Tano y Gregar Typho ayudaron a Amidala a derrotar a Sing,[4] que pronto se liberó de su apresamiento[175] y reanudó su carrera como cazarrecompensas.[176]
Las transmisiones de Murkhana[]
- «Sí, el Conde Dooku tuvo éxito en usar la HoloRed con propósitos propagandísticos para los Separatistas, pero las fuerzas de la República cortaron rápido estas transmisiones. Si no recuerdo mal, la COMPOR fue establecida como resultado de las acciones de la armada en ese tiempo.»
- ―Cinco años después de las Guerras Clon, el Vicealmirante Imperial Dodd Rancit recuerda el asalto de la República en Murkhana
A los nueve meses del inicio de las Guerras Clon, la Confederación usó el planeta Murkhana, uno de sus bastiones principales del Borde Exterior, como sede de una operación importante. Establecido en Ciudad Murkhana, un equipo de científicos Confederados desplegó una serie de transceptores de hiperonda para hackear la HoloRed, la red de comunicaciones intergaláctica de la República. Sin embargo, en lugar de reunir tranquilamente información de las operaciones militares de la República, Dooku aprovechó su infiltración para emitir una campaña de propaganda sin precedentes. La Confederación hackeó la HoloRed y emitió transmisiones acerca de las victorias de guerra Separatistas y falsificaciones de crímenes de guerra de la República. Como resultado, la población de los Mundos del Núcleo de la República comenzó a temer que la Confederación estuviera a punto de ganar la guerra.[1]
Para bloquear las transmisiones de la Confederación, la República envió al Capitán Wilhuff Tarkin y numerosos pelotones del Duodécimo Ejército a invadir Murkhana. Durante la batalla, Tarkin lideró personalmente a las primeras oleadas de soldados clon hacia Ciudad Murkhana. Tras superar a las fuerzas terrestres Separatistas, Tarkin y sus soldados detuvieron a los científicos responsables de las transmisiones. Entonces, Tarkin torturó a los científicos enemigos para que divulgaran detalles de su tecnología de hackeo y esteganografía, permitiendo a los especialistas de la República desmantelar las transmisiones. Las fuerzas de la República también destruyeron la única antena de HoloRed de Murkhana para detener las transmisiones de los mundos circundantes de la Ruta Comercial Perlemiana. Murkhana retuvo sus vínculos Separatistas, pero gran parte de Ciudad Murkhana permaneció repleta de restos del combate.[1]
Tras su victoria en Murkhana, Tarkin ejecutó a miles de personas que habían instigado la toma de posesión de la HoloRed por parte de Dooku, previniendo la posibilidad de otra intromisión en las comunicaciones. Las acciones de la Armada de la República en Murkhana también condujeron a la creación de la Comisión para la Protección de la República. Tarkin, por su parte, pasó el año siguiente sirviendo a Sheev Palpatine en una capacidad encubierta. Tarkin alcanzó un cierto número de victorias similares para la República, ganando eventualmente la capitanía de un Destructor Estelar bajo el mando del General Jedi Even Piell.[1]
Batalla de Kamino[]
- «El planeta clon de Kamino será un objetivo peligroso.»
«Asegúrate de cumplir con tu parte de la misión. Debemos detener la producción de clones si queremos ganar esta guerra.» - ―Asajj Ventress y el General Grievous
Aunque Grievous y Asajj Ventress habían fracasado en su primer intento de invadir Kamino,[77] el planeta natal de los clones permaneció como un objetivo crítico de la Confederación. Por eso, Dooku optó por autorizar una segunda invasión de Kamino. Puso a Grievous al mando de toda la misión, mientras que envió a Ventress al frente de un intento de infiltración en las defensas de Kamino a bordo de su nave estelar personal, el Tridente. Sin embargo, Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker supieron de la inminente invasión gracias a una transmisión interceptada entre Grievous y Ventress. Actuando rápidamente, Kenobi y Skywalker viajaron a Kamino a bordo del Resuelto, llevando consigo al Comandante Cody, el Capitán Rex, y elementos de la Legión 501 para reforzar las defensas de Ciudad Tipoca. Shaak Ti,[29] que supervisaba el entrenamiento de cadetes clon en Ciudad Tipoca,[76] también centró sus esfuerzos en ayudar a Lama Su a asegurar las fortificaciones de la República en las instalaciones de clonación.[29]
Cuando Grievous entró en el sistema Kamino con una flota de naves de guerra, Wullf Yularen estaba listo con el bloqueo de la República. Utilizando la formación de ataque Eco-3, Grievous se enfrentó a la flota oponente de Yularen en combate. A instancias de Ti, Skywalker movilizó a los equipos de ataque de la Armada de la República, liderando a un contingente de pilotos clon a bordo de ARC-170, V-19, y Alas-Y en la órbita para diezmar a las naves de Grievous. Mientras tenía lugar una batalla espacial a su alrededor, Grievous se dirigió hacia los océanos de Kamino con un contingente de droides de combate. Para superar el bloqueo de la República, Grievous camufló sus naves de aterrizaje haciéndolas pasar por escombros de las naves de guerra destruidas. Ventress estaba esperando a Grievous bajo las olas de Kamino con el Tridente y su destacamento de droides de combate serie AQ. Cuando Grievous y sus tropas hubieron llegado, Ventress desplegó sus acuadroides para que ensamblaran los fragmentos de las naves de asalto clase Tridente que Grievous había llevado consigo.[29]
Incluso mientras Skywalker incrementaba su asalto contra la armada Confederada, tanto Kenobi como Ti percibieron que algo iba mal. Al sacrificar sus transportes para proteger a su nave insignia, Grievous estaba exhibiendo una temeridad inusual. Sospechando de las tácticas de Grievous, Kenobi se adentró en los océanos a bordo de un submarino de Kamino para investigar los restos de las naves Confederadas derribadas. Cerca del fondo oceánico, Kenobi presenció a los acuadroides preparando las naves de asalto de la Confederación. Cuando los acuadroides atacaron su nave estelar, Kenobi escapó de vuelta al nivel del mar con la ayuda de un aiwha.[29]
Habiendo concentrado la atención de la República en la batalla espacial, Grievous y Ventress iniciaron su ataque principal: la campaña terrestre. Emergieron de los océanos a bordo de sus naves de asalto clase Tridente, que subieron al[29] Complejo Militar de Ciudad Tipoca[14] y abrieron puntos de entrada para sus tropas. Al hacerlo, las naves de asalto infligieron daños estructurales graves al Complejo Militar y sus instalaciones de clonación. Kenobi rápidamente convocó a Skywalker de su batalla sobre Kamino, y él y Ti se apresuraron a dirigir sus unidades de soldados clon para defender Ciudad Tipoca. Como Grievous y Ventress no tenían droides de combate suficientes para controlar la ciudad, enviaron al grueso principal de las tropas a distraer a los Jedi y los clones. Tras reunirse cara a cara por primera vez, Grievous y Ventress se dividieron para alcanzar por separado sus objetivos. Mientras Grievous asediaba los barracones de tropas del Complejo Militar, Ventress partió a apoderarse de la última muestra del ADN de Jango Fett. La Confederación esperaba usar el ADN de Fett para explorar nuevas estrategias contra el Gran Ejército.[29]
Antes de llegar a la sala del ADN clon, Ventress mató[29] al Comandante Colt de los Comandos Avanzados de Reconocimiento.[76] Sin embargo, antes de que Ventress pudiera escapar con la muestra de ADN de Jango Fett, Skywalker la intercceptó en la sala del ADN y se enfrentó a ella en un duelo con sables de luz. Similarmente, Kenobi hizo frente a Grievous en el exterior de los barracones, donde se enfrentaron nuevamente en otro episodio de su larga rivalidad. Mientras tanto, los soldados de la 501 Cincos y Echo lideraron a un escuadrón de cadetes clon para proteger su hogar. Cuando Cody, Rex y el clon de mantenimiento 99 les entregaron un suministro de carabinas bláster DC-15A y detonadores termales de la armería cercana, los cadetes ayudaron a sus oficiales al mando a defender a los barracones de los droides de combate B1 de Grievous, atrapando a los droides en un clásico movimiento de pinza. Aunque los cadetes y los soldados desviaron con éxito a los droides, 99 murió bajo el fuego bláster enemigo mientras intentaba proveer a sus compañeros. Cody, Echo, Cincos y Rex lamentaron la pérdida de 99,[29] puesto que aunque la malformación del clon lo había mantenido al margen del servicio activo,[76] creían que su camarada había muerto como un verdadero soldado.[29]
Cuando los acuadroides irrumpieron en el centro de mando de Ciudad Tipoca, Shaak Ti rechazó el ataque y dejó a Lama Su en el centro de mando, liderando personalmente la ofensiva desde la línea de frente contra las tropas invasoras. Ti y sus soldados clon repelieron con éxito a los acuadroides hacia al hangar principal del Complejo Militar, donde los soldados clon dispararon oleadas de fuego bláster contra los droides enemigos[29] con sus cañones bláster rotatorios Z-6.[177] Los clones también usaron lanzacohetes RPS-6[178] para desacoplar las naves de asalto clase Tridente de las paredes exteriores del Complejo Militar. Como resultado, el Gran Ejército hizo profresos firmes en sus esfuerzos por recuperar Ciudad Tipoca.[29]
En última instancia, Grievous y Ventress no pudieron alcanzar sus objetivos. Kenobi persiguió a Grievous por las plataformas exteriores de Ciudad Tipoca, donde Grievous evadió a su rival y se apropió de una cápsula de vuelo kaminoana. Similarmente, el duelo de Skywalker con Ventress se trasladó a las plataformas exteriores, donde Skywalker finalmente recuperó la muestra de ADN de Jango Fett. Un escuadrón de casi veinte soldados clon acudió a ayudar a Skywalker y rodeó a Ventress. Aunque Skywalker pretendía permitir que sus soldados ejecutaran a Ventress, ella escapó con Grievous en su cápsula de vuelo robada. De este modo, la Confederación fracasó en ganar[29] la Batalla de Kamino,[1] y la República emergió triunfante.[29]
Algunos miembros del personal de la República recibieron varias recomendaciones de ascenso por su actuación en la Batalla de Kamino. Cody y Rex ascendieron a Echo y Cincos al prestigioso rango de Comando Avanzado de Reconocimiento,[29] mientras que Wilhuff Tarkin fue condecorado por su implicación en la campaña.[1] Los kaminoanos reanudaron su producción de soldados clon para la República,[63] y Ti continuó colaborando con los clonadores de Kamino para entrenar y expandir las filas del Gran Ejército durante el resto de la guerra.[37] En otro momento, Kit Fisto estuvo implicado en una batalla en Kamino, durante la cual luchó contra los droides Separatistas.[179]
Intrigas políticas[]
- «La Federación de Comercio es neutral en esto, pero Pantora debe saldar su deuda antes de que podamos reanudar el comercio con el sistema.»
«¡Eso es mentira! Es bien sabido que la Federación de Comercio está aliada con los Separatistas.»
«¡Insidias! No somos Separatistas simplemente por el hecho de hacer negocios con ellos. ¿Cuántas veces debo recordarle el Tratado de Comercio de 1647? La Federación de Comercio es neutral.»
«¡Pido al Senado que escuche nuestras súplicas! Ignoren el débil intento de la Federación de hacer pasar esto por un asunto financiero local, y permitan reanudar el comercio.» - ―Lott Dod y Riyo Chuchi se dirigen al Senado Galáctico reflejando el conflicto entre la Federación de Comercio y los pantoranos
No todas las batallas de las Guerras Clon se libraron entre los soldados clon de la República y los droides de combate de la Confederación. Ocasionalmente, Dooku recurrió a sus contactos en los gremios comerciales para diseñar complots que obligaban a los planetas a unirse a la Confederación. Una de estas estrategias implicó a la luna Pantora, que era miembro de la República. Bajo el pretexto de que los pantoranos tenían cuantiosas deudas, la Federación de Comercio suspendió todo el comercio con el sistema Pantora y bloqueó Pantora. Cuando el Senado de la República permaneció apático ante su causa, los pantoranos comenzaron a alzarse contra la República. Complicando el asunto se encontraba el ofrecimiento de ayuda de Dooku a los pantoranos con la condición de que se unieran a la Confederación. El incidente ocurrió no mucho después del inicio del primer mandato del Barón Papanoida como presidente de Pantora. Como respuesta a la crisis desatada, Papanoida envió a la Senadora Riyo Chuchi a Coruscant para convencer al Senado de posicionarse a favor de Pantora.[124]
Esperando legitimar el bloqueo de Pantora, Lott Dod reiteró las reivindicaciones de neutralidad de la Federación de Comercio, que garantizaba el Tratado Comercial de 1647. Aun así, Chuchi se negó a retroceder en sus refutaciones de las afirmaciones de Dod, ganando el apoyo de compañeros como Padmé Amidala. Dooku recurrió a otras tácticas para convencer a los pantoranos de que se unieran a la Confederación. Después de que Papanoida y su familia llegaran a Coruscant para reunirse con Chuchi, los Separatistas contrataron a Greedo y otro cazarrecompensas para secuestrar a las dos hijas de Papanoida, Chi Eekway y Che Amanwe, en el apartamento de la familia. Al mismo tiempo, Dooku se ofreció personalmente a ayudar a Papanoida a encontrar a sus hijas.[124]
Ahsoka Tano, que era una buena amiga de Chuchi, se ofreció voluntaria para ayudar en la búsqueda de las hijas de Papanoida. Papanoida y su hijo, Ion, siguieron el rastro de Greedo hasta el Palacio de Jabba en Tatooine. Hablando con Jabba, Papanoida citó el tratado del Clan Hutt con la República y convenció a Jabba para que le permitiera confirmar que Greedo era uno de los secuestradores, comparando la sangre de Greedo con una muestra de sangre de la escena del crimen. Cuando Greedo admitió haber secuestrado a Amanwe y Eekway, llevó a Papanoida y su hijo hasta la cantina de Mos Eisley, donde se encontraba retenida Amanwe. Tras un tiroteo con los cómplices de Greedo, Papanoida e Ion consiguieron rescatar a Amanwe.[124]
Mientras tanto, Chuchi y Tano efectuaron una visita diplomática en la Nave de Control de Droides de la Federación de Comercio que estaba bloqueando Pantora. A bordo de la nave, encontraron y liberaron a Eekway de una celda de retención. Chuchi también convenció al oficial de la nave de batalla, Sib Canay, así como a otro enviado, para que terminaran con el bloqueo debido a su implicación ilícita en el secuestro de las hijas de Papanoida. Canay cargó con la culpa de todo lo ocurrido, con Dod afirmando públicamente que la influencia del Virrey Nute Gunray[124]—a quien Dod describía como un extremista,[98] puesto que Gunray era un miembro del Consejo Separatista[8]—se extendía hasta oficiales disidentes como Canay. Al final, la Federación de Comercio retiró su bloqueo de Pantora y reanudó el comercio con los pantoranos.[124]
Posteriormente una potencial brecha emergió entre la República y el Clan Hutt,[166] quienes habían sido aliados desde el complot de Dooku y Ziro el hutt para derrocar a Jabba.[22] Como Ziro poseía un holodiario que documentaba los negocios ilícitos del Consejo Hutt, Jabba y el Consejo Hutt decidieron obtener forzosamente la custodia de Ziro, que se encontraba apresado por la República.[166] Para ello, los hutts contrataron a Cad Bane para que liberara a Ziro del Centro de Detención Judicial Central de la República. Bane lo hizo colaborando con los cazarrecompensas Aurra Sing, Shahan Alama, y Robonino para diseñar una crisis de rehenes en el Senado de la República.[176] La brecha de seguridad de alto nivel de Bane en Coruscant[180] obligó en consecuencia a Sheev Palpatine a liberar a Ziro de la cárcel.[176] Los Maestros Jedi Obi-Wan Kenobi y Quinlan Vos intentaron recapturar a Ziro, pero la antigua amante de Ziro, la renombrada cantante Sy Snootles, lo asesinó en Teth y recuperó los registros del Consejo Hutt como parte de un anterior acuerdo con Jabba. Debido al millón de créditos ofrecidos por la Confederación a cambio de un Jedi, Bane—que también había perseguido a Ziro hasta Teth—atacó a Kenobi y Vos, pero la escaramuza resultó en un empate.[166]
Sin final a la vista[]
- «Tras nuestro ataque, las posibilidades de paz desaparecerán. El Clan Bancario, la Federación de Comercio, y la Tecno Unión recibirán su parte…de la recompensa.»
- ―Dooku conspira con un grupo de senadores de la República para sabotear la iniciativa de paz entre la Confederación y la República
Tras alrededor de un año de guerra, figuras de ambos bandos del conflicto casi tuvieron éxito en terminar con el baño de sangre. Su iniciativa de paz emanó de los interminables debates en el Senado de la República acerca de escalar su campaña contra la Confederación.[51] Muchos de los servicios sociales de la República—incluido la educación, infraestructuras, sanidad, y necesidades básicas—habían sufrido recortes económicos en favor del gasto militar. Además, el coste fiscal del esfuerzo de guerra había endeudado enormemente a la República,[181] dejándola al borde de la bancarrota.[51] Parecía que no había un final del conflicto bélico a la vista, y la Confederación estaba ganando terreno, lo que significaba que un gran número de clones había sido masacrado.[182] Como respuesta, el Senador Gume Saam propuso un proyecto de ley para abrir nuevas líneas de crédito con el Clan Bancario InterGaláctico, lo cual facilitaría futuros préstamos para los gastos del Gran Ejército. En realidad, la propuesta de Saam era un intento de lucrarse con la guerra, puesto que la legislación desregularizaría los bancos y permitiría que el Clan Bancario, la Federación de Comercio, y la Tecno Unión obtuvieran enormes ganancias con la guerra.[51]
Aunque Bail Organa convenció al Senado para que pospusiera el proyecto de ley de Saam, Padmé Amidala permaneció preocupada por el derramamiento de sangre generalizado de la guerra. En consecuencia, buscó una reunión privada con su vieja amiga Mina Bonteri,[51] que representaba a su mundo natal Onderon en el Senado Separatista.[183] Al hacerlo, Amidala incumplió la ley que prohibía hablar con oficiales Confederados, una política que evitaba que la República reconociera a la Confederación como un estado legítimo. Amidala y Ahsoka Tano usaron el estatus de Jedi de esta última para viajar hasta Raxus, donde Amidala convenció a Bonteri para que presentara una propuesta en el Senado Separatista instando a entablar negociaciones diplomáticas con la República. La medida de Bonteri fue aprobada, aumentando las posibilidades de acabar con la guerra.[51]
Una potencial resolución de las Guerra Clon comprometía los planes de conquista galáctica de los Sith, puesto que su objetivo final aún no había culminado. Además, Saam y los otros miembros simpatizantes de la Confederación del Senado de la República, incluido Lott Dod y Nix Card del Clan Bancario, estaban determinados a aprobar su proyecto de desregularización financiera por todos los medios necesarios. Card propuso diseñar un ataque Confederado en Coruscant, que no había sufrido un ataque a gran escala desde hacía un milenio. Dooku aceptó la idea de Card, puesto que sembraría el miedo en la capital de la República y motivaría al Senado a aprobar el proyecto de ley de Saam. En consecuencia, Grievous envió un equipo de seis droides de demolición a sabotear al red de distribución de energía central de Coruscant. Su bombardeo coincidió con la oferta Separatista de conversaciones de paz, cuestionando la aparente sinceridad de la iniciativa de paz de Bonteri.[51]
Cuando el ataque de Grievous hizo que Coruscant sufriera un apagón a escala planetaria, Dod y Saam censuraron a la Confederación por este ataque no provocado. Como Card había predicho, el Senado votó desregularizar el Clan Bancario, con múltiples senadores reclamando una expansión del Gran Ejército.[51] Incluso cuando Amidala y sus aliados de ideas afines abogaban por reducciones en el gasto militar, los Sith descarrilaron su iniciativa de paz conjunta con Bonteri.[181] Dooku hizo que sus agentes asesinaran a Bonteri,[184] y luego afirmó que Bonteri había perecido en un ataque de la República, usando esto como justificación para retirar la oferta de negociación del Senado Separatista.[181] El hijo de Bonteri, Lux, sobrevivió, y se embarcó en un intento de asesinar a Dooku como venganza por la muerte de su madre.[158]
En ausencia de la iniciativa de paz, ambos bandos del conflicto escalaron sus esfuerzos de guerra, prolongando más las Guerras Clon. La Confederación se aseguró un préstamo del Clan Bancario para financiar tres millones de droides de combate nuevos para el Ejército Droide Separatista. Simultáneamente, la Senadora de la República Halle Burtoni de Kamino presentó un proyecto de ley de apropiaciones de emergencia para producir cinco millones de soldados clon más para el Gran Ejército, usando la financiación del Clan Bancario. Sin embargo, el Clan Bancario lanzó un aumento de la tasa de interés en todos los préstamos debido a su nueva desregulación. Además, Dooku utilizó tácticas atemorizantes contratando a los cazarrecompensas Robonino y Chata Hyoki para intimidar a numerosos senadores para que apoyaran la propuesta belicista de Burtoni. Aunque Amidala convenció al Senado para derrotar la resolución de Burtoni,[181] un par de asesinatos—los Senadores Onaconda Farr de Rodia y Mee Deechi[185] de Umbara[186]—desestabilizaron de nuevo la situación. Finalmente, la facción militarista del Senado ganó, rechazándose la propuesta de Amidala de reducir el gasto militar a favor de incrementar la producción de soldados clon.[185]
Año tres (20 ABY–19 ABY)[]
Los aprendices del Conde Dooku[]
- «Me has fallado por última vez. Ya no eres mi aprendiz. Y ahora, vas a morir.»
- ―Dooku traiciona a Asajj Ventress, desencadenando una serie de sucesos que conducen al ascenso de Savage Opress
A medida que progresaba el tercer año de la guerra, un ciclo de traiciones y venganza consumió a la jerarquía de los Sith, lo cual afectó a diversas campañas entre la Confederación y la República.[30] En la Batalla de Sullust,[187] Asajj Ventress encabezó un ataque de la armada Separatista contra la flota de la República. Pilotando su caza estelar clase Ginivex, Ventress lideró a los droides tri-caza de los Grupo Tridente uno y dos para sobrepasar al Resuelto.[30] Wullf Yularen escapó por poco de su nave insignia cuando fue destruida.[188] Completando su éxito, Ventress dio caza a Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker en sus interceptores Delta-7B. Sin embargo, tanto Kenobi como Ventress se estrellaron en el hangar de la nave de mando Separatista, con Skywalker siguiéndolos hasta allí.[30]
Desde la distancia, Darth Sidious percibió el creciente poder de Ventress en la Fuerza, y la reconoció como una amenaza. Sospechando que Dooku estaba entrenando a Ventress para intentar derrocarlo, Sidious exigió que Dooku demostrara su lealtad eliminando a Ventress. Aunque reticente, Dooku obedeció los deseos de su maestro. Dooku replegó a los refuerzos Confederados que debían acudir al sistema Sullust, y entonces informó a Ventress de que ya no era su aprendiz—y moriría en consecuencia. Impactada por la traición de Dooku, Ventress se enfrentó a Kenobi y Skywalker hasta que Dooku ordenó a TJ-912, el droide táctico al mando de la armada Separatista sobre Sullust, que sacrificara su nave insignia y la destruyera.[30]
Kenobi y Skywalker escaparon de la nave de mando enemiga,[30] y tanto ellos[187] como Dooku asumieron que Ventress murió cuando el Acorazado clase Providencia fue destruido por fuego amigo. Después, Dooku y TJ-912 retiraron su flota del sistema Sullust, concediendo la victoria a la República. En realidad, Ventress había sobrevivido, aunque a duras penas. El Capitán Ratch y su banda de carroñeros la encontraron en los restos de su caza estelar y la subieron a bordo de su carguero.[30] Ventress mató a Ratch y su tripulación y entonces regresó a su hogar, Dathomir, donde su pueblo, las Hermanas de la Noche, restablecieron su salud. Cuando Ventress y las Hermanas de la Noche Naa'leth y Karis fracasaron en su intento de asesinato en contra de Dooku en su palacio de Serenno, Ventress conspiró con la Madre Talzin, la líder del clan de las Hermanas de la Noche, para completar su venganza contra Dooku a cualquier precio.[30]
En la aldea de los serviles Hermanos de la Noche de Dathomir, Ventress seleccionó a un guerrero formidable que la reemplazaría como próximo aprendiz de Dooku: Savage Opress. Antes de ofrecer a Opress a Dooku, Talzin y sus brujas Hermanas de la Noche imbuyeron a Opress con su magia oscura, poniéndolo bajo su control. Oficialmente, Talzin declinó la propuesta de Dooku de una alianza entre las Hermanas de la Noche y la Confederación, puesto que su clan no tenía interés en implicarse en las Guerras Clon;[189] aunque algunas Hermanas de la Noche fueron vistas luchando por la causa Separatista durante la guerra,[190] nunca se produjo una alianza formal.[191] En cualquier caso, Dooku optó por determinar las habilidades de Opress enviándolo a un frente de batalla activo en Devaron. Allí, el Ejército Droide Separatista estaba asediando el Templo de Eedit, un templo Jedi que servía de puesto de avanzada para el Gran Ejército. Opress fue el único superviviente de la batalla, puesto que masacró[189] al Comandante Clon Trauma[192] y sus soldados clon, así como al Maestro Jedi Halsey y su Padawan, Knox.[189]
Impresionado por la actuación de Opress,[189] Dooku entrenó a su nuevo aprendiz en los caminos de los Sith,[187] esperando derrocar a Sidious de acuerdo con la Regla de Dos.[189] La próxima tarea de Opress fue secuestrar al Rey Katuunko de Toydaria, puesto que Dooku todavía guardaba rencor a Katuunko[187] debido a la negativa de este último de aliar Toydaria con la Confederación.[81] Sin embargo, la masacre de Opress en Devaron había llamado la atención del Alto Consejo Jedi.[187] Después de que los comandos clon Sargento RC-1138, RC-1140, RC-1207, y RC-1262 del Escuadrón Delta[193] recuperaran los cuerpos de Halsey y Knox del Templo Jedi de Eedit, Kenobi y Skywalker partieron a investigar la conexión de Opress con Dathomir. Los dos Jedi se dirigieron a Toydaria tras saber mediante Talzin que Opress se encontraba actualmente allí.[187]
Todo culminó en Toydaria. Opress se abrió paso entre los guardias reales del Palacio Real Toydariano, pero cuando intervinieron Kenobi y Skywalker, Opress estranguló a Katuunko hasta la muerte. Cuando Opress llevó el cadáver de Katuunko a bordo del Acorazado clase Providencia de Dooku en la órbita de Toydaria, Dooku estuvo furioso por que Opress hubiera desobedecido sus órdenes de mantener a Katuunko con vida. En ese momento, Ventress entró en la cámara de Dooku y activó el hechizo que aseguraba la lealtad de Opress a ella. Un intenso duelo estalló mientras Opress y Ventress intentaban matar a Dooku, pero escaló en una confrontación a tres bandas cuando Opress se liberó del control de Ventress y se volvió en contra de sus dos antiguos maestros. Evadiendo a Opress, Ventress persiguió a Dooku por los niveles inferiores. Pero incluso en combate singular, Ventress era incapaz de derrotar al Lord Sith. Ventress entró a duras penas en una cápsula de escape, y escapó del acorazado de Dooku, enfrentándose ahora a un futuro incierto.[187]
Mientras tanto, Opress se encontró de nuevo con Kenobi y Skywalker después de que ambos llegaran a bordo del acorazado de Dooku en el yate personal del difunto Katuunko. Cuando los droides de combate de Dooku abrieron fuegon contra ellos en el hangar principal, Opress y sus adversarios Jedi escaparon por separado del crucero, terminando así la confrontación. Opress regresó a su hogar de Dathomir, donde Talzin lo embarcó en una misión para salvar a su hermano Maul, perdido hacía mucho tiempo,[187] que habíasido aprendiz de Sidious[60] y era de hecho el hijo de Talzin.[194]
Fuga de la prisión Ciudadela[]
- «No ha habido batallas como esta desde los días de la Antigua República.»
- ―Saesee Tiin
Posteriormente, la Ruta Nexus—una ruta hiperespacial poco conocida que conectaba Coruscant con el corazón del espacio Separatista—ganó una importancia crítica tanto para la República como la Confederación. Cuando el General Jedi Even Piell y su tripulación descubrieron las coordenadas de la Ruta Nexus, la Confederación los fijó como objetivos de captura. Mientras una flotilla Confederada superaba a su Destructor Estelar, Piell dividió las coordenadas de la Ruta Nexus con su capitán naval, Wilhuff Tarkin. Ambos memorizaron una mitad de la información como garantía contra la tortura. Los Separatistas secuestraron en consecuencia a Piell, Tarkin y sus oficiales de navegación clon, y los encarcelaron en la infame prisión Ciudadela de Lola Sayu, que estaba supervisada por el Guardián Osi Sobeck.[31]
Tras descubrir la captura de Piell, el Alto Consejo Jedi reunió a un equipo de infiltración para rescatarlo junto a su tripulación en la Ciudadela. Kenobi y Skywalker recibieron el mando de un escuadrón de soldados clon, con apoyo adicional del Comandante Cody, el Capitán Rex, y los soldados CAR Echo y Cincos. Para consternación posterior de Skywalker, Ahsoka Tano se unió a la misión aunque él le había ordenado que no lo hiciera. En el Templo Jedi, los Jedi y los clones fueron congelados en carbonita para enmascarar sus constantes vitales y ocultárselas al bloqueo Confederado de Lola Sayu. La peligrosa operación comenzó cuando R2-D2 y un escuadrón de droides de combate B1 reprogramados transportaron a los Jedi y los clones hasta[31] el sistema Lola Sayu[14] a bordo de una lanzadera clase Sheathipede. Cuando hubieron atravesado el bloqueo y alcanzado la superficie de Lola Sayu, R2-D2 descongeló a sus compañeros de sus bloques de carbonita.[31]
A pesar de la aparición inesperada de Tano, Kenobi y Skywalker le permitieron unirse a la operación. Tras escalar un acantilado para llegar hasta la Ciudadela, el equipo de infiltración rescató a Piell, así como a Tarkin y los demás oficiales clon. Por el camino, evadieron las contramedidas de Sobeck, que consistían en desde cañones bláster y emisores eléctricos hasta droides comando serie BX de élite. No obstante, el escuadrón sufrió bajas a manos de las trampas de Sobeck. Como parte de la siguiente fase del plan, Kenobi y Skywalker dividieron sus fuerzas. Mientras Skywalker y Tano partían con Tarkin, Rex, Cincos, Echo y varios soldados hacia las cavernas de debajo de la Ciudadela; Kenobi, Piell, Cody y los demás soldados crearon una distracción explotando uno de los pasillos superiores de la Ciudadela.[31] Aun así, surgieron complicaciones mientras ambos escuadrones se dirigían a puntos de extracción separados. R2-D2 y sus droides reprogramados aterrizaron la lanzadera en una plataforma de aterrizaje de la Ciudadela, pero el droide táctico de Sobeck, K2-B4, los interceptó allí. Además, Sobeck recapturó a Cody, Kenobi, Piell y sus hombres, pero R2-D2 y sus droides de combate los liberaron de los equipos de seguridad droide de Sobeck.[195]
Para llegar al punto de extracción en la tubería de combustible externa de la Ciudadela; Skywalker, Tano, Tarkin y sus soldados usaron detonadores termales para romper una caverna bloqueada así como a un escuadrón de droides de combate que los perseguía. Sin embargo, cuando R2-D2 y la lanzadera no se presentaron a tiempo en el punto de encuentro, Skywalker y Tano recurrieron al plan de emergencia. Tras usar más explosivos para detonar el combustible en la tubería exterior, Skywalker, Tano, Tarkin y sus hombres se dirigieron a la plataforma de aterrizaje de la prisión. Llegaron al lugar justo cuando Kenobi, Piell y su escuadrón organizaba una ofensiva desesperada para eliminar a los droides de combate que los separaban de su lanzadera. Mientras Kenobi, Piell, Skywalker y Tano se concentraban en destruir a un escuadrón entrante de droides de combate a bordo de Plataformas Aéreas Monoplaza, Echo y Cincos se centraron en la infantería enemiga al nivel del suelo. Sin embargo, justo cuando Echo intentaba subir a bordo de la lanzadera, un droide comando disparó con una torreta contra la nave, causando una fuerte explosión que consumió a la lanzadera y, supuestamente, a Echo.[195]
Sin su lanzadera, los cuatro Jedi escaparon de la plataforma de la Ciudadela con Tarkin, así como con Cody, Rex, Cincos y sus soldados restantes. Mientras se abrían camino por el inhóspito terreno de Lola Sayu, Kenobi y Skywalker informaron al Alto Consejo Jedi de que necesitarían una extracción de Lola Sayu.[195] En consecuencia, el Consejo envió a cuatro de sus miembros—Kit Fisto, Adi Gallia, Plo Koon, y Saesee Tiin—al sistema Lola Sayu con un grupo de combate compuesto por cuatro Destructores Estelares. Mientras tanto, Piell y sus aliados se dirigieron a una isla que el Consejo había seleccionado como su punto de extracción. Por el camino, innumerables escuadrones de droides de combate persiguieron a los Jedi y los clones, por lo que R2-D2 tuvo que sacrificar a sus droides de combate reprogramados para retrasar a las fuerzas enemigas todo lo posible.[57]
No pasó mucho tiempo hasta que Sobeck se dispuso a liderar personalmente el esfuerzo por recapturar a los prisioneros. Bajo la presión de Dooku para recuperar la información de la Ruta Nexus, Sobeck envió a equipos de caza compuestos por fieros anoobas para localizar a los Jedi y los clones, y entonces los siguió con un escuadrón de droides comando. Aunque los Jedi y los clones derrotaron a los anoobas y los droides cangrejo LM-432 de Sobeck, esta victoria momentánea tuvo un gran coste. Piell murió debido a las graves heridas infligidas por un anooba, usando su último aliento para transmitir su mitad de las coordenadas de a Ruta Nexus a Tano. Ella y sus compañeros hicieron una breve pausa para honrar a Piell, quemando su cuerpo en uno de los ríos de lava de Lola Sayu.[57]
Poco después, Fisto, Gallia, Koon y Tiin llegaron al sistema Lola Sayu con su flota de Destructores Estelares. Mientras el Almirante Barton Coburn comandaba el asalto de la flota de la República contra el bloqueo de naves de guerra de K2-B4, Fisto, Gallia y Tiin sirvieron como pilotos y, en sus interceptores Delta-7B, escoltaron a la cañonera de Koon y del Comandante Wolffe para que pudieran evacuar a sus compañeros de la superficie. Koon y Wolffe llegaron al punto de encuentro justo después de que Sobeck llegara allí con sus droides de combate para recapturar a Kenobi, Skywalker, Tano, Tarkin y sus soldados. Frustrado por las periódicas evasiones de captura de los prisioneros, Sobeck decidió simplemente asesinar a Tarkin para asegurar que su mitad de las coordenadas de la Ruta Nexus morían con él. Sin embargo, Tano salvó a Tarkin atravesando a Sobeck con su sable de luz shoto, matándolo. Entonces, Tano y sus aliados escaparon con Koon y Wolffe a bordo de su cañonera, regresando todos ellos a salvo hasta la flota de Cobrun junto a Fisto, Gallia y Tiin. La armada de la República saltó al hiperespacio, lo cual resultó en una gran derrota para la Confederación.[57]
En Coruscant, el Consejo Jedi se entristeció al conocer el sacrificio de Piell. Además, los Jedi tuvieron dificultades antes de poder descrifrar las coordenadas de la Ruta Nexus. Mientras que Tarkin tenía órdenes de entregar su mitad de la información directamente a Sheev Palpatine, Tano permaneció leal al deseo de Piell de que entregara su mitad de las coordenadas únicamente al Consejo Jedi. El Maestro Yoda se reunió en consecuencia con Palpatine para alcanzar una solución del asunto. Todo el incidente también hizo que Skywalker y Tarkin encontraran puntos en común en base a sus críticas similares del Código Jedi y el papel de la Orden Jedi como generales.[57] Además, aunque Echo había sido dado por muerto durante el escape de la Ciudadela,[106] en realidad había sobrevivido.[196] La Tecno Unión compró a Echo a los Separatistas y lo sometieron a un extenso proceso de cirugía reconstructiva, fusionándolo con un gran número de prótesis cibernéticas como parte de un proyecto de investigación.[197]
El conflicto regresa a Felucia[]
- «Los refuerzos droides acaban de llegar. Nos separaremos en tres grupos para dividir sus defensas. Yo tomaré el flanco izquierdo. Skywalker, tú ataca la puerta principal. tú escalarás el muro trasero. Nos reuniremos en el centro.»
- ―Plo Koon
Más adelante en la guerra, el Gran Ejército restableció Felucia como frente de batalla contra el Ejército Droide Separatista. Como parte de la Segunda Batalla de Felucia, Rex, Skywalker y Tano lideraron divisiones de caminantes AT-TE y HAVw Juggernauts A6 hacia lo profundo del territorio controlado por los Separatistas. Para preservar su posesión del sistema Felucia, el General Grievous desplegó naves de aterrizaje C-9979 con refuerzos droides en el puesto de avanzada del droide táctico TZ-33 en Felucia. Con la ayuda de Plo Koon, Skywalker y Tano organizaron una ofensiva a tres flancos contra la base de TZ-33. Cuando los caminantes AT-TE hubieron lanzado un disparo contra el puesto de avanzada y TZ-33 hubo caído en la trampa moviendo su infantería droide hacia la entrada principal, Rex y Skywalker lideraron un escuadrón para penetrar las defensas de la puerta principal. Mientras Koon, el Comandante Wolffe y sus soldados equipados con mochilas propulsoras asaltaban el flanco izquierdo del puesto de avanzada, Tano trabajó con el Sargento Sinker, el Cabo Comet y Boost y otros soldados para escalar el muro trasero. Los tres equipos convergieron en el centro del puesto de avanzada, donde eliminaron a TZ-33 y su infantería restante.[198]
No obstante, Tano se vio incapaz de ayudar a sus aliados a tomar el control del puesto de avanzada de TZ-33. Fue declarada desaparecida en combate después de que unos cazadores trandoshanos la capturaran y la llevaran a la luna Wasskah, donde los trandoshanos la cazaron junto a otros cautivos como deporte. A pesar de barrer el perímetro de alrededor del puesto de avanzada de TZ-33, Koon y Skywalker no pudieron encontrar a Tano, y retiraron sus fuerzas de Felucia a la mañana siguiente.[198] Sin embargo, Tano regresó a la acción tras escapar de Wasskah junto a varios Iniciados Jedi, que se habían encontrado atrapados allí desde hacía algún tiempo.[199]
Guerra civil en Mon Cala[]
Tras el asesinato del Rey mon calamari, Yos Kolina, los Separatistas y la República enviaron representantes para ayudar en el ascenso de un nuevo rey. La Liga de Aislamiento Quarren, bajo el liderazgo del Jefe Nossor Ri, quería un rey quarren, no al hijo de Kolina, el Príncipe Lee-Char, para que gobernara. El observador Separatista Riff Tamson volvió a los quarren en contra de la República, los mon calamari y el Príncipe. Las fuerzas armadas del Príncipe, el Capitán Gial Ackbar, y las Senadoras Padmé Amidala y Meena Tills, intentaron negociar con los quarren sin éxito. Entonces, el Consejo Jedi envió al Maestro Fisto y a la Comandante Ahsoka Tano para reforzar a Anakin Skywalker y la Guardia Mon Calamari contra las fuerzas de los quarren y Tamson.[32]
Al principio, la República y los mon calamari resistieron contra las fuerzas Separatistas después de que los soldados SCUBA del Comandante Monnk los reforzaran. Sin embargo, las fuerzas de la República se vieron obligadas a retirarse con el príncipe hacia las profundidades del océano cuando Tamson hizo estallar su nave de comunicaciones.[32]
Mientras tanto, el Alto Consejo Jedi había solicitado que el Gran Ejército Gungan reforzara al príncipe y sus fuerzas. Tamson contraatacó contra esto cuando hizo que sus naves Tridente crearan remolinos alrededor de los lugares de combate. Tamson intentó eliminar personalmente al príncipe, pero Kit Fisto se enfrentó a él el tiempo suficiente como para que Lee-Char escapara junto a Ahsoka Tano.[38]
Skywalker, Amidala, Fisto, y Binks fueron eventualmente capturados por Tamson, que los torturó usando anguilas mon calamari en busca de respuestas, sin obtener resultado. Para obtener respuestas más rápido, Tamson abrió un agujero en el casco de Amidala. Sin embargo, pronto regresó a la sala del trono en cuanto supo que Lee-Char había sido capturado. Con Tamson fuera, Fisto y Skywalker usaron la Fuerza para sacar el agua del interior del casco de Amidala, y Binks selló el agujero con su saliva.[40]
Mientras tanto, Tamson sentenció a Lee-Char a una ejecución pública mientras proclamaba su liderazgo sobre los quarren y los mon calamari. Esto hizo que Nossor Ri dudara de lo que Tamson le había prometido inicialmente. Mientras los prisioneros eran llevados ante el público para que hubiera testigos de la ejecución, Ri comunicó el apoyo de los quarren a Ackbar, que reunió a todos los mon calamari y clones de la República. Justo antes de que el príncipe fuera ejecutado, los quarren, los mon calamari, los Jedi, los gungans y los clones se enfrentaron a los droides de combate de nuevo. Tamson dijo a Lee-Char que él había asesinado a su padre. El príncipe lo persiguió mientras intentaba escapar lanzando explosivos al mon calamari. Lee-Char clavó uno de ellos a Tamson y disparó contra él, matando al señor de la guerra Separatista y dejando que sus restos se hundieran.[40]
Tras la batalla, Lee-Char fue coronado como nuevo rey de los quarren y los mon calamari.[40]
Conferencia de paz fallida en Mandalore[]
- «La República reconoce la tragedia de la guerra, pero no podemos cambiar nada de lo que ya ha ocurrido.»
«Dígalo en alto ante esta conferencia—como representante del Canciller Palpatine proclame, sin reservas, la legitimidad del estado Separatista.» - ―Las Senadoras Padmé Amidala y Voe Atell
En un esfuerzo por terminar las Guerra Clon, la República y los Separatistas celebraron su primera conferencia de paz autorizada en Mandalore, puesto que el planeta era territorio neutral. Muchos tenían esperanza en la reunión, y la Senadora Amidala, a quien se le unió la Padawan Tano, era uno de los representantes de la República. Durante la conferencia, después de que la Senadora Confederada Voe Atell lo exigiera, Amidala se vio reticente a declarar que el gobierno de la CSI era legítimo. En ese momento, sin embargo, su reunión fue interrumpida por la irrupción de Lux Bonteri, quien dijo a los reunidos que su madre Mina había sido asesinada por el Conde Dooku. El Líder del Congreso Separatista Bec Lawise rechazó inmediatamente esa afirmación y ordenó a sus droides comando que se llevaran al traidor.[158]
Después, mientras Lawise se disponía a continuar con la reunión, Amidala permitió en secreto a Tano,[158] que había conocido a Bonteri durante la anterior iniciativa de paz de Mina y Amidala,[51] seguir a los droides, puesto que la Padawan Jedi sabía que la vida de su amigo se encontraba en peligro. Sin que ella lo supiera, Bonteri había planeado ser capturado, puesto que quería llamar la atención de Dooku. Creyendo que eran un grupo noble, Bonteri se había aliado con la Guardia de la Muerte, que también querían vengarse de Dooku, y planeó usar un dispositivo de holorastreo para localizar a Dooku, lo que permitiría a la Guardia de la Muerte atacarle.[158]
Llevado a una nave de aterrizaje C-9979 por un par de droides comando, Bonteri fue presentado ante un holograma del Conde. Aunque Bonteri pudo activar su dispositivo de holorastreo, Dooku ordenó a los droides matar al joven, pero, después de que el holograma del Conde se desactivara, Tano entró en la sala y eliminó a los droides comando. Durante su huida, Tano contactó con R2-D2, ordenándole que activara los motores de su transportador corto GX1, el Fénix, mientras ella y Bonteri eran perseguidos por una fuerza de droides comando. Permaneciendo por delante de los droides, el dúo llegó a la nave estelar y recibió fuego de cobertura de los Comandos del Senado del Capitán Taggart.[158]
A bordo del GX1 con R2-D2, ambos hablaron con el General Skywalker vía holograma, quien reveló que la conferencia de paz había fracasado. Aunque Tano pretendía llevar a Bonteri a la seguridad de Coruscant, donde ella y Skywalker podrían ayudar a proporcionar una amnistía para el antiguo Separatista, él la dejó inconsciente y llevó al Fénix hasta la Guardia de la Muerte en Carlac. Durante su tiempo allí, Bonteri entregó el dispositivo de holorastreo a Pre Vizsla, pero también vio la verdadera naturaleza del grupo cuando arrasaron la Aldea Ming Po. Con la ayuda de un grupo de droides que la Guardia de la Muerte había estado usando como diana de tiro, él, Tano, y R2-D2 escaparon de los terroristas. Pensando que no podía irse con ella, Bonteri continuó negándose a acudir a la República y, tras prometer a Tano que se verían de nuevo, abandonó el Fénix en una cápsula de escape.[158]
Complot del cortosis[]
Implicación de los chiss y los grysks[]
Un mes antes de la misión a Batuu, R2-D2 fue disparado por un superdroide de combate B2-RP mientras quería ver lo que estaba ocurriendo; llevó tres meses a los técnicos reconstruir a R2-D2.[44] Mientras tanto, la Ascendencia Chiss, un imperio que controlaba parte de las Regiones Desconocidas,[200] vigilaba al resto de la galaxia[44] y descubrió que se estaba produciendo una guerra a gran escala. Aunque sus informes no estaban verificados, los chiss también averiguaron que uno de los bandos usaba mayoritariamente droides en combate. Durante las conquistas de Nikardun a las que hicieron frente al mismo tiempo que las Guerras Clon, el Alto Capitán chiss Mitth'raw'nuruodo, también conocido por su nombre núcleo de «Thrawn», y la navegante sensible a la Fuerza Che'ri, viajaron a la galaxia en busca de aliados contra los nikardun. La cuidadora de Che'ri, Mitth'ali'astov «Thalias», inicialmente iba a ir con ellos, aunque se quedó con la Ascendencia para completar las Pruebas de su familia Mitth. Tras no encontrar nada de valor en los cuatro primeros mundos que visitaron, Thrawn y Che'ri avistaron una fuerza de cazas estelares droides Separatistas estacionados en[2] el planeta Mokivj.[44]
La Confederación había tomado Mokivj después de que una especie hasta entonces desconocida—los grysks—proporcionaran información a Dooku informándole de que el metal cortosis podía bloquear ataques con sable de luz. Dooku envió al Duque Solha, así como al hermano y hermana del Duque, a supervisar una mina de cortosis y una fábrica de droides, la cual producía superdroides de combate serie B2 con cortosis para bloquear blásteres y sables de luz. Para confusión de los grysks, la fábrica también producía armaduras de soldado clon con cortosis, puesto que Darth Sidious planeaba usar el metal para ayudar en la ejecución de la Orden 66. La fábrica estaba protegida por un escudo deflector,[44] que Thrawn avistó y reconoció que podía ser muy útil para la Ascendencia. Justo después, Thrawn y Che'ri avistaron otra nave vigilando a los cazas estelares droides, por lo que el Alto Capitán ordenó a Che'ri que condujera la nave al primer planeta que habían investigado para llegar hasta allí primero, argumentando que, al ser el más poblado, era la destinación más probable de la otra nave si necesitaba reunirse con alguien o enviar un mensaje.[2]
Llegando primero al planeta, que era el mundo del Borde Exterior Batuu, Thrawn envió una comunicación en varios idiomas comerciales a la otra nave después de que saliera del hiperespacio, presentándose a sí mismo como un Alto Capitán de la Ascendencia y recibiendo una respuesta en meese caulf, el penúltimo idioma comercial que había usado. El piloto de la otra nave era Duja,[2] que había sido una doncella de Padmé Amidala y había descubierto una conspiración Separatista en Mokivj. Por eso, había transmitido esa información a Amidala.[44] Sin embargo, además de girar ligeramente su nave para poder disparar contra los chiss si era necesario, solo les dijo su nombre a los dos antes de preguntar si los chiss apoyaban a la República o a la Confederación. Cuando Thrawn aclaró que su gobierno no servía a ninguno de los dos, decidió que no tenía motivos para hablar con el Alto Capitán, preguntando únicamente si habían visto llegar a una nave nubian. Cuando Thrawn confirmó que no lo habían hecho, Duja terminó la conversación, dejando a Thrawn con la sensación de que ella era una exploradora o una espía. Tal como explicó a Che'ri, que esperaba que Duja volviera a contactar, su nave armada y su ligera rotación confirmaban que tenía entrenamiento, pero él entendió que ella no era una guerrera. Por eso, razonó que ambos debían esperara hasta que llegara un guerrero.[2]
Misión a Batuu[]
- «Esto ya no es meramente la búsqueda de un embajador desaparecido. Se ha convertido en una parte importante de vuestra Guerra Clon. Recuerda que la victoria es el objetivo.»
- ―El Alto Capitán Thrawn, a Anakin Skywalker
Habiendo recibido el vago mensaje de Duja de que había algún tipo de operación Separatista alrededor de Batuu, el Alto Mando de la República consideró que el informe era muy vago como para actuar, por lo que Amidala decidió partir a investigar ella misma. Aunque informó a Skywalker de su plan, destacando que no estaría sola debido a la presencia de Duja en Batuu, su marido no pudo ir con ella, teniendo que servir como líder en una futura batalla. Skywalker también afirmó que las Guerras Clon terminarían algún día, pero entendía que todos se preguntaban si el conflicto acabaría, con solo el Canciller manteniendo a la República unida. Prometiendo pasar tiempo con él cuando hubiera regresado, Amidala partió, y Skywalker se dispuso a liderar la batalla; igual que muchos otros, el enfrentamiento supuso avances y pérdidas menores entre la destrucción y la muerte. Las fuerzas de Skywalker estuvieron cansadas después del final de la batalla, regresando a Coruscant después de ella, y Skywalker descubrió que Amidala aún no había regresado ni había enviado ningún mensaje. Con Dooku haciendo un nuevo movimiento, el Consejo Jedi denegó la petición de Skywalker de buscarla, puesto que debía luchar en otra, aunque rápida, batalla. Cuando regresó a Coruscant de nuevo, aún sin haber recibido mensajes, Skywalker descubrió que su nave nubiana se encontraba abandonada en Batuu.[44]
Desde el espacio, Thrawn y Che'ri habían visto acercarse a la nave de Amidala, con la nave llegando tres días después de que hubieran hablado con Duja.[2] Amidala había intentado enviar mensajes a su marido, pero Skywalker no los había recibido. Tras saber que Duja había muerto, Amidala recuperó una baliza de llamada del broche de su amiga caída, que le mostró que la operación Separatista consistía en una fábrica. Ella partió de Batuu, que solo estaba siendo usado por los contrabandistas Separatistas para entregar suministros a la fábrica, a bordo de la nave de Duja, el Posibilidad,[44] unas pocas horas después de su llegada. Thrawn y Che'ri vieron partir la nave, con la navegante esperando que el nubian la siguiera, solo para ver que permanecía escondida en el planeta. Pasaron días hasta que[2] Skywalker salió del hiperespacio, pilotando su interceptor ligero Eta 2 clase Actis con R2-D2. Viendo el anillo de transporte hiperespacial que la Eta-2 había usado para salir del hiperespacio, Thrawn hizo que la nave se acercara para estudiarlo, lo cual llamó la atención de R2-D2 y Skywalker. No queriendo perder su vía de salida del sistema, Skywalker envió una transmisión en Básico Galáctico Estándar antes de repetirla en meese caulf, preguntando la identidad de la tripulación e identificándose. Aunque respondió, Thrawn dudaba la afirmación de Skywalker de que se encontraba n una misión, entendiendo que un gobierno en guerra no enviaría un caza estelar solitario. Mintiendo al insistir que no se encontraba en una misión personal, Skywalker afirmó que Palpatine, que en realidad no sabía que Skywalker se encontraba en Batuu, le había enviado a la misión, entendiendo que el hombre con el que estaba hablando conocería al Canciller si sabía acerca de la guerra.[44]
Cuando Thrawn reveló que sabía donde se encontraba la nubian, habiendo deducido que Skywalker estaba buscando la nave, ofreció una alianza, afirmando estar solo antes de que Skywalker percibiera la presencia de Che'ri a través de la fuerza. Sin embargo, Thrawn pasó a mencionar a su piloto antes de saber que R2-D2 se uniría a ellos para la misión. Cuando el chiss explicó que quería saber más sobre las Guerras Clon antes de que pudieran arrasar los mundos de la Ascendencia, finalmente también se presentó a sí mismo,[44] aunque afirmó ser un comandante, en lugar de declarar su rango real de Alto Capitán, y nunca mencionó su deseo de tomar el generador de escudo[2] de Mokivj. Skywalker aceptó la alianza, con la esperanza de que la Ascendencia que ahora conocía pudiera convertirse en un aliado de la República. Mientras que Skywalker eligió volar hasta Batuu en su Eta-2, Thrawn decidió tomar una lanzadera para conducirle hasta la ubicación de la nubian,[44] mientras ordenaba a Che'ri que llevara su nave de regreso al sistema Mokivj para que, cuando él llegara, ella pudiera volar hacia abajo para recuperar el generador de escudo. Thrawn le ordenó que usara tantos señuelos como fuera necesario para mantener alejados a los cazas estelares droides cuando le diera la señal.[2] Al aterrizar, después de luchar contra un grupo de contrabandistas que habían encontrado la nave, Skywalker investigó la nubian mientras Thrawn y R2-D2 permanecían al margen en busca de pistas. Luego, los tres partieron hacia el Puesto de avanzada de la Aguja Negra a bordo de la lanzadera de Thrawn.[44]
Misión a Mokivj[]
- «Pero realmente deberías reconsiderar la oferta de Padmé. La República va a ganar esta guerra, y el Canciller Palpatine es quien nos conducirá a esta victoria. La Ascendencia Chiss haría bien en establecer buenas relaciones con él.»
«Quizás algún día. Pero por ahora, debo partir. Esperaré en órbita hasta que os marchéis para protegeros de más ataques. Os deseo un viaje seguro a ambos.» - ―El General Jedi Anakin Skywalker y el Alto Capitán Thrawn
Con el tiempo, Skywalker y Thrawn se enteraron de una operación de contrabando en Mokivj, de la cual averiguaron que se encontraba bajo el mando de Solha, y de que una red de ladrones estaba robando de la operación. Antes de abandonar Batuu, Skywalker informó a Thrawn acerca de Dooku, Grievous y Palpatine, y Thrawn le aconsejó recordar que, en la guerra, su objetivo debía permanecer siendo la victoria en lugar de la venganza. En Mokivj, Amidala, habiéndose estrellado con el Posibilidad tras ser atacada por un droide buitre, sobornó a tres locales llamados Cimy, Huga y LebJau para mantener su presencia en secreto, y Thrawn, Skywalker y R2-D2 aterrizaron en la fábrica Separatista con el carguero de la CSI capturado Alondra, preteniendo inicialmente ser su tripulación antes de ser capturados. Finalmente, el chiss y el Jedi escaparon de sus celdas improvisadas. Con Huga y Cimy, que habían presenciado el arresto de su marido y sus aliados, Amidala se disfrazó junto a ellos como trabajadores de mantenimiento y se dirigió al bloque de detención, con la Senadora eliminando dos droides de combate B1 que lo custodiaban. Al entrar, ella se reunió con Skywalker y Thrawn. Mientras Skywalker servía de distracción, Amidala y Thrawn partieron a recuperar el sable de luz del Jedi, y Amidala también convenció a Lebjau para que evacuara a los trabajadores para su plan de destruir la fábrica. Skywalker se encontró en la línea de ensamblaje. Además de presenciar la producción de B2, vio a Solha, su hermano y su hermana en armaduras de soldado clon.[44]
Mientra Skywalker distraía al duque y sus fuerzas en la sala de ensamblaje, Thrawn y Amidala encontraron el sable de luz de Skywalker, pero el chiss usó el arma para cortar el núcleo del generador de escudo, afirmando que había recibido la misión de recuperar el generador. Aunque Amidala protestó ante la idea de él marchándose, Thrawn permaneció firme en su dedicación a los chiss y adicionalmente preguntó por qué la República no había permitido a la Confederación secesionarse pacíficamente. Después de que ella afirmara que la Confederación había atacado primero, Thrawn le aconsejó usar la puerta sur antes de que ella desapareciera de su vista. Sin embargo, Thrawn se aseguró de devolverles la ayuda poco después, usando un arma para ayudar a destruir a los B2 de cortosis. También explicó qué era el metal, del cual Skywalker se había dado cuenta—en su batalla contra los droides—que podía resistir los ataques de sables de luz, y cómo era de raro. Además, el equipo eligió descubrir qué se estaba produciendo en el ala norte de la fábrica. Después de que R2-D2 trabajara para reprogramar la fábrica de B2, Amidala se enfrentó a Solha, mientras que Skywalker y Thrawn descubrieron que el ala norte estaba produciendo armaduras de clones con cortosis; Skywalker rápidamente asumió que Dooku estaba planeando una infiltración masiva serenniana en el ejército clon como un ataque sorpresa.[44]
Después de que Amidala noqueara a Solha, Skywalker se aseguró de que la fábrica fuera destruida, pero también trató de destruir la mina de cortosis. Thrawn confesó a Amidala que creía que el plan del General Jedi era imprudente, argumentando que sería mejor hacer que la CSI desperdiciara recursos en Mokivj que obligarlos a buscar en otra parte. Aunque estuvo de acuerdo, la Senadora entendió que no se podía disuadir a su esposo de su plan, aunque Thrawn le advirtió de que podría ser una amenaza para Mokivj. También rechazó su oferta de regresar a Coruscant con ellos para forjar una alianza más formal entre la República y los chiss, afirmando que tenía otros deberes que atender y que no se le había encomendado ese papel. Antes de partir, Thrawn también les advirtió de que era posible que las armaduras clon no hubieran sido diseñadas para una infiltración, ya que tales operaciones tenían un alto riesgo de fallar. Aunque Skywalker estaba seguro de que no tenían que preocuparse por el plan, el oficial chiss no estuvo de acuerdo. El plan de Skywalker de colapsar los túneles mineros ciertamente tendrían consecuencias no deseadas; mientras él, Amidala y LebJau, que había pedido irse con ellos para comenzar una nueva vida en Batuu, observaban desde su nave, el cortosis redirigió el calor de los explosivos, provocando una catástrofe que, a pesar de no desplazarse hacia la gente de Mokivj, devastó el medio ambiente del mundo. Si bien Amidala prometió que hablarían con el Senado sobre la prestación de ayuda, los tres entendieron que no serviría de nada y partieron del planeta.[44]
Tras su regreso a la República, Skywalker habló a Palpatine acerca de Thrawn y elogió al táctico. Thrawn, por su parte, respetaba a Skywalker enormemente,[88] aunque había llegado a la conclusión de que la República no era un aliado adecuado para su pueblo.[200] Adicionalmente, usó la tecnología de escudos de Mokivj con mucho éxito en la batalla sobre Primea, bloqueando los ataques del Acorazado de Batalla Nikardun Inmortal para abordar su puente. Tras la victoria chiss en esta batalla, el Destino Nikardun y sus conquistas llegaron a su fin.[2] Rumores de un alienígena azul formando una alianza con Skywalker también se esparcieron por la galaxia, con la historia llegando tan lejos como hasta el cinturón de asteroides Thrugii.[88]
Últimos días de la República[]
Batalla sobre Coruscant[]
- «Ahsoka, seguro que entiendes que este es un momento crucial para las Guerras Clon. ¡El corazón de la República se encuentra bajo ataque!»
- ―Obi-Wan Kenobi, a Ahsoka Tano
Aunque el superdroide táctico General Kalani afirmaría que sus cálculos mostraban que los Separatistas se encontraban al borde de la victoria hacia el final de la guerra,[201] otros asumieron durante el tercer año de la guerra que la República se encontraba en su apogeo,[48] y ambos bandos se encontraban en crisis al final de la guerra. La República se tambaleaba bajo los ataques Separatistas ordenados por Dooku,[8] mientras que los Separatistas habían sido obligados a retroceder hacia los brazos en espiral de la galaxia. Una campaña conocida como los Asedios del Borde Exterior resultaría en la lucha de la mayor parte de los Jedi y fuerzas militares de la República en estos mundos exteriores.[48] Sin embargo, otra parte de los asedios ocurrió cuando Grievous lanzó un ataque masivo que empujó a las Fuerzas Armadas de la República hasta el límite, por lo que los Generales Jedi también fueron enviados lejos de los Mundos del Núcleo para ayudar al ejército clon debido a esta ofensiva.[202]
Finalmente, aunque la República había comenzado a superar a los ejércitos Separatistas y la Confederación había perdido gran parte de su territorio, con su territorio restante como objetivo de los asedios,[203] la gran ofensiva de Grievous aún suponía una amenaza,[202] y el Ejército de la República también se encontraba inmerso en campañas desesperadas por toda la galaxia, mientras que los Separatistas estaban rodeando a la República, acercándose más que nunca a los sistemas del Núcleo.[86] No obstante, a pesar de ser un amargo punto muerto durante un tiempo,[204] los asedios en última instancia volverían las tornas del conflicto a favor de la República.[205]
Durante los últimos días del conflicto, la estación espacial de la República Bengala Centinela fue atacada por la Confederación, lo que dejó a la estación gravemente dañada.[206] Antes del fin de la guerra, la General Jedi Weren Dal fue derribada sobre Dathomir por un grupo de élite Separatista.[207] Debido a que la mayoría de Jedi y clones se encontraban luchando en el Borde Exterior, la capital de la República Coruscant quedó relativamente indefensa. Sin embargo, los estrategas de la República no se preocuparon. Creían que los Separatistas no se atreverían a atacar la capital, pero Grievous y Dooku lanzaron un asalto masivo contra Coruscant. La inexperta Flota de Defensa Local de Coruscant fue tomada por sorpresa, y Grievous pudo llegar hasta la superficie del planeta.[48]
Grievous eventualmente consiguió capturar a Palpatine y tomarlo como rehén. La captura de Palpatine había sido en realidad orquestada por Darth Sidious, puesto que este último deseaba que Anakin matara a Dooku, para seducir al joven Jedi al lado oscuro y eventualmente hacer que reemplazara a Dooku como aprendiz de Sidious, aunque tanto Dooku como Grievous desconocían la verdadera intención del Lord Sith. Grievous llevó al Canciller de vuelta a su nave insignia, la Mano Invisible. La batalla naval a gran escala entre las fuerzas Separatistas y de la República continuó, y durante este ataque Kenobi y Skywalker corrieron a salvar al Canciller. Dooku fue derrotado por Anakin y subsecuentemente fue traicionado por Sidious, quien hizo que Anakin lo asesinara.[8] La muerte de Dooku supuso un gran golpe para los Separatistas y dejó a Grievous como su nuevo Jefe de Estado.[48] Los Separatistas, sin embargo, desconocían que Sidious había orquestado la muerte de Dooku. Los Jedi consiguieron escapar de la nave junto con el Canciller. Grievous también escapó y huyó al planeta Utapau.[8]
Ascenso del Nuevo Orden[]
- «Después de haber matado a todos los Jedi del Templo, ve al sistema Mustafar. Extermina al Virrey Gunray y a los otros líderes Separatistas. ¡Y así los Sith dominaremos de nuevo la galaxia! Y reinará la… paz.»
- ―Darth Sidious a su nuevo aprendiz, Darth Vader
En Utapau, Grievous, junto al resto de líderes de la Confederación de Sistemas Independientes, esperó instrucciones de Sidious, que pronto envió a los líderes de la Confederación al sistema Mustafar antes de que las fuerzas de la República llegaran. No mucho después, las fuerzas de la República lideradas por Obi-Wan Kenobi atacaron la base. Kenobi consiguió hacer frente a Grievous y los dos empezaron a luchar. En el enfrentamiento, Kenobi logró abrir la armadura que cubría los órganos vitales de Grievous. Entonces, el Jedi disparó varias veces contra Grievous con el bláster del General, matando al cíborg. La muerte de Grievous puso a Nute Gunray al mando. Mientras tanto, en Coruscant, Palpatine reveló su verdadera naturaleza como Señor Oscuro de los Sith a Skywalker, causando que informara de ello al Maestro Jedi Windu. Al cabo de poco, Windu, junto a Fisto, Tiin y Agen Kolar, atacó al Canciller. Palpatine rápidamente admitió su identidad y mató al equipo de Windu. A pesar de ser desarmado y casi asesinado por Windu, un desesperado Anakin Skywalker que necesitaba a Sidious para salvar a su mujer Padmé de la muerte, traicionó a Windu y permitió que Sidious matara al Jedi. El Sith inmediatamente declaró a los Jedi enemigos de la República y ejecutó la Orden 66,[8] haciendo que todos los biochips se activaran[208] y lavaran el cerebro de los clones para que traicionaran a sus generales Jedi.[209]
Skywalker traicionó a los Jedi y se rindió ante Sidious, por lo que el Lord Sith lo nombró Darth Vader. Vader fue enviado al Templo Jedi donde mató a todos los Jedi de su interior. En Utapau, después de que el Comandante Clon Cody recibiera la Orden 66 de Sidious, lo cual condujo a que su biochip inmediatamente le lavara el cerebro haciéndole creer que Kenobi era un traidor a la República, ordenó a sus hombres que dispararan contra Kenobi, pero el Jedi sobrevivió. En Kashyyyk, el Comandante Gree y Jek intentaron asesinar al Gran Maestro Yoda, sin embargo, el maestro los decapitó a ambos con su sable láser antes de que pudieran ejecutarlo. Muchos otros Jedi fueron asesinados durante la Orden 66, incluidos Ki-Adi-Mundi, Aayla Secura, Plo Koon y Stass Allie.[8]
Tras exterminar a los Jedi de Coruscant, Vader siguió la próxima orden de Sidious dirigiéndose a Mustafar a eliminar al Virrey Gunray y al resto de líderes Separatistas, que se escondían en el planeta. Antes, Sidious había engañado al consejo para que creyera que Vader los protegería. Tras asesinar al consejo, el Jedi caído convertido en Lord Sith recibió una orden de Sidious consistente en enviar una señal de apagado que desactivaría a todos los droides Separatistas restantes, terminando con la guerra en el proceso.[8]
Consecuencias[]
- «Supongo que nos conocimos durante las Guerras Clon—y que estabas en el bando de la «República». Me pregunto… ¿qué te parece ahora tu República? Entiéndelo, como Separatista, yo luchaba por la libertad pero deposité mi confianza en un liderazgo corrupto.»
«Tú eras el liderazgo—un General.»
«Los Jedi eran Generales. ¿Realmente crees que comprendían la causa a la cual servían? Baja tu arma, chico. Ya no somos enemigos. Tal vez nunca lo fuimos.» - ―El General Separatista Kleeve al Comandante Jedi superviviente Caleb Dume
Las cataclísmicas[86] Guerras Clon se habían librado durante tres,[210] casi cuatro, años cuando terminaron[211] y cumplieron exactamente con el propósito que Palpatine había esperado alcanzar; la Orden Jedi fue destruida, la República fue transformada en el primer Imperio Galáctico, y el Senado Galáctico en el Senado Imperial, con Palpatine como su Emperador.[8] Sin embargo, durante los primeros meses de la Era Imperial, las Guerras Clon no habían terminado por completo, puesto que pequeños reductos de resistencia, como una fuerza de rebeldes en Umbara, continuaron luchando contra el estado sucesor de la República. En consecuencia, las recién formadas Fuerzas Armadas Imperiales fueron enviadas a aplastar estos últimos obstáculos para dar vida a la visión de paz del Imperio.[11]
Los últimos remanentes de la Confederación, conocidos como los reductos Separatistas, continuaron luchando contra el Imperio.[11] La Armada Imperial justificó su existencia afirmando que había una guerra interminable contra los reductos y una rebelión disidente contra el Imperio.[86] Los soldados de asalto Imperiales fueron desplegados para poner bajo el control Imperial los antiguos planetas Confederados;[14] incluso el antiguo mundo capital de la CSI Raxus Secundus cayó bajo una ocupación durante el reinado inicial del Imperio.[19]
También durante el reinado inicial del Imperio, el futuro Gran Moff Wilhuff Tarkin lideró una purga brutal en la luna Antar 4 que sería conocida como la Masacre de Antar. Las fuerzas Imperiales rodearon y asesinaron a numerosos koorivar y gotals, incluido los leales a la República. La cobertura de los medios de la Masacre de Antar causó una ira considerable en los Mundos del Núcleo y obligó al Emperador a reasignar a Tarkin para supervisar las operaciones de pacificación de las Extensiones Occidentales. La brutalidad de la Masacre de Antar instó a otros antiguos mundos Separatistas como Kooriva, Murkhana y Raxus a rendirse ante el Imperio para evitar el mismo destino que Antar 4. Las acciones de Tarkin hicieron que se ganara el desprecio de los antiguos operativos de la Inteligencia de la República Berch Teller y Knotts, quienes fundaron un grupo insurgente compuesto por supervivientes y testigos de la Masacre de Antar. En el 14 ABY,[212] la célula de Berch Teller se embarcó en una campaña contra Tarkin y el Imperio, pero fue derrotada.[1]
En los años que condujeron a la Batalla de Yavin, el Imperio expandió su dominio por toda la galaxia, usando la memoria de las Guerras Clon prometiendo traer el orden a una galaxia agotada por la guerra.[213] Cuando quedó claro que el Imperio era opresivo, no obstante, una Alianza Rebelde fue creada para oponerse al dominio del Imperio.[214] La victoria de Palpatine en las Guerras Clon duró poco más de dos décadas, puesto que la Guerra Civil Galáctica condujo a la caída de Palpatine y su Imperio, así como a la redención de Anakin Skywalker, que renunció a la persona de Vader antes de morir en paz.[215]
Legado[]
- «Ya sobreviví a una guerra. No estoy listo para otra. Vi lo que hizo.»
«¿A los Jedi?»
«A todo el mundo.» - ―Kanan Jarrus y Hera Syndulla
Tras su creación, el Imperio Galáctico intentó eliminar todo recuerdo de los tiempos convulsos de las Guerras Clon.[21] Muchos Imperiales como el ambicioso oficial de la Armada Imperial Thrawn, el mismo chiss que había conocido a Anakin Skywalker durante el conflicto, recordaban las Guerras Clon como la causa de billones de muertes, cientos de mundos destruidos, y miles de mundos arruinados. Él consideraba a los movimientos secesionistas como uno en Botajef como una repetición de este horror. Su compañero Eli Vanto creía que las Guerras Clon habían sembrado una enemistad entre los humanos y los alienígenas, puesto que varias especies alienígenas habían luchado en el bando de los Separatistas. Aunque varios alienígenas habían luchado a favor de la República, este sentimiento dio paso a un incremento de los niveles de xenofobia dentro del Imperio dominado por humanos.[88] Los droides también se convirtieron en sospechosos a ojos de algunas personas; Din Djarin, por ejemplo, odiaba a todos los droides debido a que los droides de combate Separatistas habían destruido a su familia.[216]
El Imperio también contuvo a veteranos del conflicto en lugares pobremente mantenidos como los Comunes de Crispus, donde se vieron obligados a lidiar con un mal mantenimiento y trabajos mal pagados. La conspiración de detrás del conflicto aparentemente nunca salió a la luz, y casi toda la población de la galaxia creía que la guerra había sido exactamente lo que había parecido; una rebelión instigada por numerosos mundos del Borde Medio y Exterior que deseaban independizarse de un gobierno central corrupto y decadente. A pesar de esto, algunos, como Skelly, dedujeron la verdad acerca de las Guerras Clon.[21] Algunos individuos participaron en reinterpretaciones históricas de las Guerras Clon y también había una sección de las Guerras Clon en el Museo del Emperador en Coruscant, y aunque usaba grabaciones reales, narraba una historia falsa, lo cual fue mostrado ante la Legislatura de Aprendices durante un tour en el 3 ABY.[217]
Wilhuff Tarkin también sospechó acerca de la causa de la guerra incluso tras su conclusión, y creía que algún grupo de élite externo había orquestado la guerra para su propio beneficio.[1] Había algunos, como Bail Organa, que recordaban la valentía de los Caballeros Jedi durante las Guerras Clon, y éste transmitió este conocimiento a su hija, la Princesa Leia Organa,[218] así como historias como la crisis de rehenes en el Senado y vivencias con Obi-Wan Kenobi.[217] Leia enviaría tiempo después un mensaje holográfico a Kenobi apelando a su servicio junto a su padre durante las Guerras Clon.[218] Un par de meses después de la Batalla de Endor, una fábrica de droides Separatista bajo la ciudad de Myrra en Akiva, aún tenía marcas de sables de luz Jedi.[84] Las Guerras Clon permanecieron como uno de los conflictos más destructivos en la historia galáctica, con billones de muertes en ambos bandos.[219]
Apariciones[]
Apariciones no canónicas[]
- LEGO Star Wars: Las Aventuras de los Freemaker — «A Hero Discovered» (Solo mencionada)
- LEGO Star Wars: Las Aventuras de los Freemaker — «Zander's Joyride» (Solo mencionada)
- LEGO Star Wars: Las Aventuras de los Freemaker — «Peril on Kashyyyk» (Solo en mención indirecta)
- LEGO Star Wars: Las Aventuras de los Freemaker — «The Test» (Solo mencionada)
- LEGO Star Wars: Las Aventuras de los Freemaker — «Showdown on Hoth»
- LEGO Star Wars: Las Aventuras de los Freemaker — «Duel of Destiny» (Aparece como holograma)
- LEGO Star Wars: Droid Tales Episodes I-III (Aparece en retrospectiva(s))
- LEGO Star Wars: Crónicas Droides — «Exit from Endor» (Aparece en retrospectiva(s))
- LEGO Star Wars: Crónicas Droides — «Crisis on Coruscant» (Aparece en retrospectiva(s))