- «Tiene mi fe. Para Toydaria será un honor alojar a la República. Mi pueblo está a su servicio.»
- ―Katuunko al Maestro Jedi Yoda — Escuchar (ayuda·info archivo)[fte.]
Katuunko fue un hombre toydariano que gobernó como el rey del planeta Toydaria antes de la creación del Imperio Galáctico. Durante las Guerras Clon, Katuunko fue contactado por el Canciller Supremo Palpatine de la República Galáctica, quien pidió que el Gran Ejército de la República usara Toydaria como una base de abastecimientos para ganar terreno en su guerra contra la Confederación de Sistemas Independientes. Katuunko propuso negociaciones entre él y un emisario de la República que debía tener lugar en Rugosa, una luna neutral cerca de Toydaria. El Canciller estuvo de acuerdo, y a petición del rey, Palpatine también permitió que un Jedi participara en las negociaciones.
En Rugosa, Katuunko y la Delegación Real de Toydaria fueron recibidos no sólo por el Jedi, sino también por la Acólita Oscura Asajj Ventress de la Confederación. Mientras Ventress proponía una alianza entre el rey y la Confederación, el Gran Maestro de la Orden Jedi, Yoda, y varios soldados clones fueron forzados a aterrizar en la luna en una cápsula de escape después de que su nave fuera atacada por fragatas Confederadas. Aunque Ventress aseguró que el ataque era prueba de la superioridad de la Confederación, Katuunko aún deseaba reunirse con Yoda, de modo que accedió a un reto propuesto por Ventress. Si sus tropas podían capturar a Yoda antes de que él llegara ante el rey, Toydaria se uniría a la Confederación; sin embargo, si Yoda lograba evadir a Ventress y a sus droides, el rey daba por garantizada su alianza con la República.
Mientras Katuunko permanecía junto a Ventress, Yoda y su pequeña fuerza de soldados clones viajaron a través de la luna coral de Rugosa, combatiendo y evadiendo las fuerzas droides Confederadas. Cada vez más, los toydarianos quedaban perturbados por las tácticas y la deshonestidad de Ventress, y eventualmente rechazó la oferta de la Confederación, llevando a un intento de asesinato a manos de la Jedi Oscura. Afortunadamente para Katuunko, Yoda y sus soldados clones lograron cumplir su misión, llegando a la ubicación del rey justo a tiempo para evitar el homicidio. El agradecido Katuunko prometió entonces su firme servicio a la República poco antes de irse de Rugosa junto a Yoda.
Biografía[]
Una cuestión de lealtad[]
- «Tal vez no ha prestado atención al Senado. Deberían haberle explicado que Toydaria es un sistema neutral. No somos parte de la República.»
- ―Rey Katuunko
Katuunko fue un Toydariano que sirvió como rey del planeta Toydaria durante las Guerras Clon, un conflicto entre la República Galáctica y la Confederación de Sistemas Independientes. En el 22 ABY, la República fue capaz de establecer un tratado con el señor del crimen Jabba Desilijic Tiure, que permitiría a las fuerzas de la República viajar libremente a través del espacio Hutt, una región que englobaba a Toydaria. A pesar de que estaba subordinado a los intereses de Jabba, Katuunko prefirió mantenerse al margen del Hutt en los asuntos que él pudiera controlar. El hecho de estar tan bien situada, expuso a Toydaria a constantes peligros por parte de piratas, por lo que el Rey deseaba obtener protección. Por ese motivo, Katuunko admitió que tendría que aliarse con una de las dos facciones en guerra. Su plan fue impedido por la Federación de Comercio, con la cual Toydaria mantenía relaciones comerciales. Aunque la Federación estaba muy unida a la Confederación, los funcionarios de la federación continuaron afirmando que si Toydaria se unía a un bando, sus productos estarían siendo utilizados por el movimiento separatista sin autorización, y al ser una institución neutral, debían mantenerse al margen del conflicto.
Entre moralidad y neutralidad[]
- «Puede que su tratado con los hutts les convierta en invitados en estas regiones, pero aún seguimos neutrales en su guerra."
"La neutralidad es un lujo que no podrá permitirse, Rey.» - ―Katuunko y el Canciller Supremo Palpatine
Más tarde ese año, Toydaria recibió la visita de dos miembros del Senado de la República Galáctica: el Senador Bail Prestor Organa de Alderaan y el Representante Jar Jar Binks de Naboo. Ambos planetas habían realizado con anterioridad obras humanitarias, y los dos políticos se centraban ahora en ayudar a la población Twi'lek del planeta Ryloth, que estaba padeciendo por el hambre y la falta de suministros médicos debido a un bloqueo de la Confederación. Ambos habían sido alentados por el Consejo Jedi para buscar la ayuda del gobierno de Toydaria, ya que el planeta de Katuunko no estaba lejos de Ryloth. El rey dio la bienvenida a los dos visitantes a su palacio en una reunión formal con su Consejo de Ministros, pero reprendió a Organa y Binks por solicitar la asistencia de Toydaria, ya que su sistema no era parte de la República. Sin embargo, al conocer la situación en Ryloth, Katuunko y sus ministros aceptaron proporcionar ayuda al pueblo twi'lek.
El progreso de Organa y Binks se desvaneció con la llegada repentina de Lott Dod, el representante en el senado de la Federación de Comercio, y un aliado secreto de la causa confederada. Dod había recibido noticias de que representantes de la República harían un intento de persuadir a Katuunko para proporcionar suministros a Ryloth, y por ese motivo había viajado al planeta toydariano para intimidar al rey. A su llegada, Katuunko le concedió una audiencia junto con Organa y Binks, y procedió a escuchar su argumento de que la interferencia de Toydaria con un bloqueo de la Confederación obligaría a la Federación a cesar sus actividades con Toydaria. Como Organa había hasta el momento olvidado mencionar el bloqueo, Katuunko se vio obligado a rescindir su oferta anterior y a convocar a sus ministros para escuchar un debate formal entre Dod y Organa sobre el asunto.
Una vez que los senadores hubieron preparado sus argumentos, Katuunko inició el debate y permitió a Organa exponer sus argumentos. El alderaaniano explicó que la misión de Ryloth era puramente humanitaria y que la República no tenía ningún interés en provocar a Toydaria un conflicto con la Confederación. Completó sus afirmaciones mediante la presentación al consejo de ministros de una transmisión del senador de Ryloth, Orn Free Taa, quien explicó la ruina que había caído sobre su planeta de origen, y la crisis a la que se enfrentaba su pueblo. Mientras que uno de los ministros del rey estaba convencido de la necesidad de ayudar a Ryloth, otro advirtió de que su compasión no debía hacer entrar a Toydaria en la guerra. Katuunko luego dejó a Dod presentar sus argumentos, mediante los cuales el senador acusó a Organa de mentir, y proporcionó imágenes de la batalla sobre la superficie de Ryloth entre la República y la Confederación. Además, Dod argumentó que el Senado Separatista lo vería como una violación manifiesta de la supuesta neutralidad de Toydaria, lo que expondría a las naves de la Federación de Comercio que trataban con Toydaria a convertirse en blancos de los ataques separatistas.
Aunque Organa trató de hacer un argumento definitivo a favor de los twi'leks, en última instancia, fue en vano. Katuunko se vio obligado a rechazar la solicitud del senador para ayudar, guiado por el interés de proteger a su pueblo, lamentando la decisión. Después de anunciar su elección ante sus ministros y los senadores, Katuunko dejó su cámara de audiencia para hablar con el senador Organa y Binks antes de que abandonasen Toydaria. El rey reconoció que no podía abandonar a los Twi'leks, y les informó de que permitiría a la República usar Toydaria para hacer una transferencia encubierta de los suministros que Organa había traído con él. Organa aceptó la oferta y prometió que iba a impedir que la Federación de comercio se enterase de la complicidad de Katuunko en la misión humanitaria. Con ese fin, Organa organizó una cena de Estado para distraer a Dod mientras las naves de la República con suministros abandonaban Toydaria. Mientras que el alderaaniano lideraba los esfuerzos para cargar los suministros en las naves, el Representante Binks se quedó con Katuunko y Dod en la cena, y creó una escultura de arte abstracto con platos y vasos para mantener la atención de los asistentes. La táctica tuvo éxito, y aunque Dod acusó a Katuunko de haber ayudado a la República, la Federación no tenía pruebas para apoyar la afirmación. Debido a su experiencia favorable trabajando con Organa y Binks, Katuunko informó a los dos de que estaría abierto a negociaciones con la República.
Tiempo después, viajando en su yate personal, el Ojo del Ladrón,[1] Katuunko fue contactado por el Canciller Supremo Palpatine de la República Galáctica. El Canciller le informó a Katuunko que la República necesitaba de Toydaria, y deseaba usar el planeta como plataforma para el esfuerzo de la guerra. Aunque prefería no unirse a la Confederación, el rey no quería apoyar a ciegas a la República y ya,[1] de modo que le propuso al Canciller una reunión diplomática para negociar, bajo la condición de que Toydaria no quedara fuertemente armada en un acuerdo bajo la amenaza de la fuerza. El Canciller aceptó; sin embargo, Katuunko tenía una petición más: el emisario de la República debía ser un miembro de la Orden Jedi, ya que el Rey siempre había estado interesado en conocer a uno. Palpatine no quería enviar un Jedi a Toydaria, ya que el mundo estaba muy cerca del espacio Confederado. Katuunko usó un dado de la suerte para escoger a Rugosa, una luna cercana a Toydaria, como el lugar de las negociaciones. Palpatine aceptó las condiciones del rey, y el Gran Maestro Yoda de la Orden Jedi fue enviado para servir como el embajador de la República.[3]
Katuunko y Palpatine no lo sabían, pero su conversación había sido interceptada por la recién construida Estación Skytop, un puesto de escucha en el Sistema Hoth's Brand. El Conde Dooku, Jefe de Estado Confederado, esperaba volver a Toydaria un aliado de la Confederación, de modo que envió a su aprendiza, la Acólita Oscura Asajj Ventress, para iniciar las negociaciones a su favor.[1]
Negociaciones en Rugosa[]
- Yoda: «Desconocía yo que el Conde Dooku había sido invitado a nuestra reunión.»
- Katuunko: «El Conde se invitó solo. Él me asegura que en estos tiempos de guerra, sus droides pueden ofrecerle a mi mundo mejor seguridad que sus Jedi.»
- Yoda: «Mmm…cuestión de debate eso sería."
Ventress: "Puede que Su Majestad prefiera más que palabras.» - — Yoda, Katuunko, y Asajj Ventress poco después de llegar a Rugosa [fuente]
Mientras el Ojo del Ladrón llegaba a Rugosa, Katuunko y dos de sus guardias fueron recibidos por Asajj Ventress y dos droides de batalla B1. Ventress presentó a la Delegación Real de Toydaria con una comunicación del mismísimo Conde Dooku, quien aseguró que como los Jedi eran incapaces de protegerse a sí mismos no podían brindarle protección a Toydaria. Para reforzar su punto, el Conde preparó una trampa para el crucero diplomático de la República, el cual había llegado a la órbita momentos antes. El crucero, que llevaba al Maestro Yoda y a un pequeño grupo de soldados clones por seguridad, fue atacado con fuego pesado de dos fragatas Confederadas. La nave de la República fue forzada a retirarse; sin embargo, el Maestro Yoda se rehusó a abandonar su misión, y abordó una cápsula de escape junto con los soldados clones Thire, Jek, y Rys. La cápsula fue lanzada a la superficie de la luna poco antes de que el crucero lograra escapar.[4]
En la superficie de Rugosa, Katuunko discutió con el Conde las habilidades de los Jedi y del ejército droide. Cuando Dooku terminó su comunicación, el rey presenció cómo el crucero de la República se retiraba al hiperespacio, y se asumió que los Jedi habían abandonado las negociaciones. Ventress esperaba que la retirada sellara el destino de Toydaria como un mundo Confederado; sin embargo, fue interrumpida por una comunicación del Maestro Yoda, cuya cápsula de escape había aterrizado no muy lejos del rey, en los bosques de coral que cubrían la mayor parte de Rugosa. Mientras el rey Katuunko le informaba a Yoda de la propuesta de Dooku, Asajj Ventress sugirió que la alianza de Toydaria fuese decidida por un desafío de las habilidades de Yoda. Propuso que enviaría a sus mejores tropas droides a capturar al Maestro Jedi; si Yoda llegaba a escapar, Katuunko consideraría una alianza con la Confederación. El rey rechazó el desafío, ya que él no había pedido la presencia del Jedi para que peleara; no obstante, el Gran Maestro accedió a los términos antes de terminar con su comunicación. El rey insistió en su propia condición para Ventress—Yoda debía recibir una pelea justa. Ventress estuvo de acuerdo, mas no tenía intención de cumplir con su palabra, ya que una nave de tropas C-9979 no tardó en aterrizar y comenzó a desplegar un batallón completo de droides de batalla y Tanques Blindados de Asalto con el objetivo de matar al Maestro Jedi.[2]
El rey Katuunko permaneció junto a Ventress y monitoreó el progreso del Jedi por medio de su telémetro, mientras los droides perseguían a Yoda y a los clones a través de los bosques de coral. Ventress recibió regularmente las noticias de la misión de su droide comandante,[2] 224,[4] mientras que el Maestro Yoda contactaría periódicamente al rey. Katuunko debatió repetidamente con Ventress acerca de las probabilidades de la victoria de Yoda, haciéndola enojar hasta que terminó por destruir su comunicador solamente con su mano. Durante su viaje al punto de reunión, Yoda y sus clones quedaron aparentemente atrapados al entrar a un cañón y siendo seguidos por una columna de droides y tanques. Yoda se reveló ante los droides, quienes rodearon al Jedi y contactaron a Ventress para órdenes o acerca de cómo proceder. En lugar de capturar al Maestro Jedi rendido, Ventress ordenó que le dispararan. Katuuko presenció la inminente escaramuza desde lejos, comentando que la rendición del Maestro Yoda estaba provocando una cantidad inusual de humo. Cuando Ventress se enteró de la destrucción de 224 a manos de Yoda, el rey afirmó que todos los rumores sobre el poder de los Jedi eran ciertos, provocando a la Acólita Oscura a romper los términos de la competencia y le ordenara a droidekas a entrar en la batalla.[2]
Intento de asesinato[]
- «Tal vez nuestras negociaciones sean más fructíferas con su sucesor. Ventress, ¡liquídalo!»
- ―El Conde Dooku, ordenando el asesinato de Katuunko
A pesar de los esfuerzos de Ventress, Yoda y los clones lograron destruir a todos los droides y continuar su travesía. El rey Katuunko, completamente convencido de que el desafío había terminado, contactó al Conde Dooku para informarle de que su lealtad sería dada a la República. Aunque Dooku le pidió al rey que reconsiderara, Katuunko permaneció inflexible con respecto a su apoyo a la República, y afirmó que no iba a lidiar con aquellos que incumplían su palabra, como había hecho Ventress al romper los términos de la competencia intentando abrumar a Yoda con los droidekas. Dooku decidió que las negociaciones con el sucesor de Katuunko serían más productivas, y le ordenó a su aprendiza a asesinar al toydariano. Ventress empujó con la Fuerza a los guardias de Katuunko y procedió a matar al rey con sus espadas de luz emparejadas; sin embargo, fue detenida a mitad del ataque por el Maestro Yoda, quien había llegado justo a tiempo para parar telequinéticamente su ataque con la Fuerza. Una vez que Ventress fue desarmada y sus droides escoltas destruidos por los soldados clones de Yoda, el Jedi la incitó a rendirse. No obstante, la secuaz de Dooku no tenía intención de ser capturada por la República y detonó unos explosivos que había plantado en una colina al lado de Katuunko, causando un deslizamiento de tierra. Mientras el Maestro Yoda usaba la Fuerza para detener a las rocas que caían y salvar a los clones y al rey, Ventress escapó de Rugosa en su velero solar.[2]
Ya sin la Confederación en Rugosa, el Maestro Yoda ansiaba dar inicio a las negociaciones con el rey Katuunko. Sin embargo, Katuunko afirmó que las negociaciones eran innecesarias, ya que el Maestro Yoda había probado ser junto a la República, digno de la confianza de Toydaria. El rey desenvainó una espada ceremonial toydariana y se la presentó a Yoda, encargando al Jedi de la protección del planeta[5] y proclamando que el pueblo toydariano estaba al servicio de la República. Poco después, Katuunko fue llevado a un Destructor Estelar clase Venator de la República por una cañonera LAAT/i junto a Yoda, los clones, y los guardias toydarianos.
El precio de la lealtad[]
- «¡Eres una bestia ignorante! ¡Te dije que lo quería vivo!»
- ―El Conde Dooku a Savage Opress
Como miembro de la República en torno al 21 ABY, Toydaria obtuvo representación en el Senado Galáctico. Katuunko fue parte de la delegación senatorial toydariana cuando la senadora Halle Burtoni de Kamino propuso que el Senado aprobase una legislación que aumentaría la producción de tropas clon. Aunque la propuesta de Burtoni recibió un amplio apoyo, una facción de la oposición organizada por los senadores Onaconda Farr y Padmé Amidala presentó un proyecto de ley al Senado que disminuiría el gasto militar dentro de la República y pondría fin a la producción de soldados clon. La senadora Amidala misma tomó la palabra en el Senado dos veces, una para atacar a la propuesta de Burtoni y otra para hacer un llamamiento y obtener más votos que la apoyasen a ella y a Farr. Katuunko estuvo presente en la Gran Cámara de Convocación cuando Amidala expuso sus argumentos, que recibieron muchos elogios. En los siguientes días, el Senado fue sacudido por intrigas con las muertes del senador Farr y el senador Umbarano Mee Deechi. A pesar del extraño giro de los acontecimientos, la votación sobre el proyecto de ley procedió, y la propuesta de Amidala y Farr fue rechazada.
El rey volvió una vez más a su corte dentro de su palacio en Toydaria poco después de la Batalla de Sullust. Alrededor de ese tiempo, Asajj Ventress fue traicionada por Dooku y fue substituida por un nuevo aprendiz, el Zabrak Savage Opress. El Conde todavía guardaba rencor a Katuunko por la negativa del toydariano de unirse a la Confederación durante las negociaciones en Rugosa. Por eso, planeó enviar a su aprendiz a Toydaria para secuestrar al rey, en un intento de forzar a Toydaria para aliarse con la Confederación. Opress llegó al planeta y se enfrentó a un grupo de guardias toydarianos, pero el Zabrak los mató a todos mientras se abría camino hacia la sala del trono de Katuunko. El rey fue informado por uno de sus protectores del ataque de Opress, y aunque sus guardias intentaron matar al intruso, el zabrack los mató a todos antes de intentar ir a por Katuunko. El rey sacó su espada ceremonial toydariana para hacer frente a su agresor, pero el arma fue fácilmente destruida por el sable láser de Opress. Sabiendo que no podría hacer frente al Zabrak, Katuunko intentó volar lejos, pero su pierna fue atrapada por Opress y fue arrojado contra una pared. Con el toydariano inconsciente, Opress se lo cargó al hombro y trató de escapar, pero fue interceptado por los Generales Jedi Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker, que habían estado persiguiendo al aprendiz. Savage trató de contener a los dos Jedi con el rey inconsciente en su espalda, pero fue abrumado por los Jedi durante su breve pero feroz duelo. Mientras el asesino de Dooku estaba distraído, Katuunko despertó y trató de huir, pero fue estrangulado con la Fuerza por Opress.
El cuerpo de Katuunko cayó al suelo de su salón del trono y fue agarrado y arrastrado por Opress durante su huida de los Jedi. Savage transportó el cuerpo del rey hasta la nave de Dooku, donde presentó al monarca fallecido a su Maestro. Dooku, quien tenía la esperanza de forzar a Katuunko para cambiar de bando, se puso furioso con su aprendiz, ya que el rey toydariano muerto no tenía ninguna utilidad para él. El asesinato de Katuunko finalmente resultó en un triple duelo entre Dooku, Opress, y una vengativa Asajj Ventress.
Notas y referencias[]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 King Katuunko en el Databank (contenido actualmente obsoleto; links de los backups 1 2 en Archive.org)
- ↑ 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 2,6 2,7 Star Wars: The Clone Wars — «Emboscada»
- ↑ The Clone Wars: Prelude
- ↑ 4,0 4,1 The Clone Wars Episode Guide: Ambush en StarWars.com (enlace de respaldo ¡sin verificar!)
- ↑ Star Wars: The Clone Wars — «Emboscada» (Decoded)