- «La información es definitivamente lo que esperábamos que fuera. Este contrabandista tiene las identidades de un número de humanos que, en realidad, son yuuzhan vong usando enmascaradores ooglith.»
- ―Han Solo a Leia Organa Solo
Poco después de la Batalla de Rychel, durante la Guerra Yuuzhan Vong, el Maestro Jedi Luke Skywalker envió a su hermana Leia Organa Solo a obtener información de un contrabandista en Nar Shaddaa que supuestamente tenía los nombres de agentes yuuzhan vong infiltrados y disfrazados de humanos. Leia se embarcó en el Halcón Milenario con sus hijos Jaina, Jacen y Anakin Solo, así como el wookiee Lowbacca y Finn Galfridian, y se deicaron a rastrear al contrabandista en Nar Shaddaa. Han Solo habló secretamente con Leia y le confirmó que el contrabandista deseaba vender la información, y Finn empleó a su droide Prowl para rastrearlo. Jacen, Lowbacca y Prowl fueron al Bar de Giton, un lugar donde se reunía lo peor de Nar Shaddaa, y el droide se ocultó para registrar todo mientras los Jedi negociaban con la criatura Dahal, que les pidió dinero para poder contactar al contrabandista. Prowl siguió a Dahal, que se reunió con el vratix Spraug, quien tenía un holocrón con la información requerida. Leia y los Jedi interrumpieron su reunión, y convencieron a Spraug de recibir un pago menor por el holocrón a cambio de que lo dejaran en paz. No obstante, el holocrón contenía solamente imágenes de los yuuzhan vong y sus disfraces humanos, sin mayor información. Finn se sorprendió cuando reconoció a uno de los yuuzhan vong, que se había disfrazado de Dulac, un amigo de su padre, y resolvió viajar a su mundo natal Artorias para prevenirlo.
Dahal y Spraug eran empleados del misterioso Dray, quien había fabricado el holocrón porque había tenido visiones de la Fuerza de Finn y Dulac, y resolvió ayudarlo. Gracias al holocrón, Finn semanas después viajó de nuevo a Nar Shaddaa a entrevistarse con Dray.