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Este artículo trata sobre un tema considerado Canon.

«¿Puedes decirme el secreto?»
«Niño, estoy a punto de contarle a todo el mundo mi secreto.
»
―Ezra Bridger y Kanan Jarrus, justo antes de que éste revele que es un Jedi[fuente]

La misión para liberar prisioneros wookiee fue una operación llevada a cabo por los rebeldes establecidos en y alrededor del planeta Lothal en el año 5 ABY. Los rebeldes descubrieron lo que creían que era la localización de los wookiees, que habían sido esclavizados por el Imperio Galáctico, e intentaron rescatar a los wookiees a bordo del Transporte 561, un Crucero clase Gozanti Imperial. Sin que lo supieran los rebeldes, no obstante, se dirigían a una trampa tendida por el Agente Alexsandr Kallus del Buró de Seguridad Imperial. Pronto se dieron cuenta de que los wookiees no se encontraban a bordo de la nave, y los rebeldes se vieron obligados a escapar de Kallus y sus fuerzas. Durante la huida, uno de los rebeldes, Ezra Bridger, fue capturado, obligando al resto del equipo a regresar posteriormente y rescatarlo. Mientras era un prisionero, Bridger averiguó que los wookiees estaban siendo trasladados a las minas de especias del planeta Kessel.

Los rebeldes pronto llegaron a las minas de Kessel, donde su nave, el Espíritu, disparó contra los soldados de asalto Imperiales que custodiaban a los esclavos. Los rebeldes lograron llegar a la mina y atacar a los soldados de asalto, momento durante el cual liberaron a los prisioneros. Fueron confrontados por Kallus y sus tropas, que abrieron fuego contra los rebeldes y los wookiees. Mientras el Espíritu se enfrentaba en combate a los cazas TIE, el líder rebelde, Kanan Jarrus, encendió su sable de luz y se reveló a sí mismo como un Jedi que había sobrevivido a la destrucción de la Orden Jedi. Mientras Jarrus y los otros miembros de su equipo aseguraban a la mayoría de wookiees, Bridger partió tras el niño wookiee Kitwarr, que estaba siendo perseguido por un soldado de asalto. Jarrus los salvó a ambos del Agente Kallus, y el Espíritu abandonó Kessel con los wookiees, liberándolos de su cautiverio.

Tras el exitoso rescate de los wookiees por parte de los rebeldes, Kallus contactó con el Gran Inquisidor, un cazador de Jedi Imperial, para informarle de que los rebeldes estaban liderados por un Jedi. Esto condujo a más confrontaciones con Kallus y el Gran Inquisidor a medida que los rebeldes proseguían con sus operaciones contra el Imperio.

Preludio[]

«El Buró de Seguridad Imperial presta atención a los patrones. Cuando las operaciones del Imperio son atacadas de manera frecuente, eso puede significar algo más que el robo de unas cuantas cajas. Podría suponer la chispa de una rebelión. La próxima vez que actúen, les estaremos esperando para apagar esa chispa antes de que prenda fuego.»
―El Agente Kallus del Buró de Seguridad Imperial[fuente]

En el año 5 ABY,[3] un grupo de rebeldes operó en y alrededor del planeta del Borde Exterior Lothal, donde llevó a cabo operaciones en contra del Imperio Galáctico. Los rebeldes centraron su atención en ganar nuevos aliados y hacer crecer su movimiento más allá de Lothal, por lo que recibieron la localización de aliados potenciales por parte de Cikatro Vizago, un señor del crimen y el líder del Sindicato Cuerno Roto en Lothal. Su nave, el Espíritu, se reunió con la nave de los potenciales aliados, solo para encontrar a la otra nave dañada. Tras abordar la nave, los rebeldes descubrieron que se trataba de una nave estelar wookiee; tuvo sentido para los rebeldes que los wookiees hubieran querido unirse a la lucha en contra del Imperio, puesto que los Imperiales habían subyugado su planeta natal Kashyyyk. El equipo exploró la nave y averiguó que uno de los wookiees era Wullffwarro, un soldado que había luchado para la República Galáctica durante las Guerras Clon. Los rebeldes también encontraron a un esclavista trandoshano a bordo, que les dijo que los trandoshanos habían vendido a los wookiees como esclavos al Imperio. Hera Syndulla, la propietaria y piloto del Espíritu, contactó con Vizago para explicarle qué había ocurrido, y el señor del crimen afirmó que descubriría lo que había ocurrido.[5]

Mientras tanto, Vizago concedió a los rebeldes otro trabajo: robar unas cajas llenas de blásteres al Imperio en Ciudad Capital en Lothal.[5] Consiguieron robar con éxito las armas, así como alimentos para los refugiados de Lothal, pero los blásteres fueron robados por Ezra Bridger, un huérfano callejero de Lothal. Tres de los rebeldes—Kanan Jarrus, el líder de los rebeldes y un Jedi que había sobrevivido a la destrucción de la Orden Jedi; Sabine Wren, una mandaloriana experta en explosivos; y Garazeb Orrelios, un guerrero lasat—persiguieron a Bridger para recuperar los suministros. Lo persiguieron hasta las afueras de la ciudad mientras eran perseguidos por soldados de asalto Imperiales y cazas estelares de superioridad espacial TIE/ln. Bridger consiguió escapar de los rebeldes pero casi fue derribado por un caza TIE antes de que fuera destruido por el Espíritu, pilotado por Syndulla. Jarrus permitió a Bridger escapar a bordo del Espíritu, que se abrió camino hasta el espacio y se enfrentó a los cazas TIE que lo perseguían para saltar después al hiperespacio.[1]

Snuff out the Spark

Kallus explica que eliminará a la tripulación del Espíritu antes de que puedan desencadenar una rebelión.

Después del ataque rebelde, el Agente Alexsandr Kallus del Buró de Seguridad Imperial—que había sido enviado a Lothal después de que los rebeldes llamaran la atención del BSI[5]—investigó lo que había ocurrido en Ciudad Capital. El Comandante Cumberlayne Aresko, que había estado presente durante el atraco, recordó los eventos ante Kallus. El agente del BSI explicó que los rebeldes habían atacado anteriormente otras operaciones Imperiales en Lothal, lo cual le hacía temer que pudieran desencadenar un movimiento rebelde más amplio en Lothal. Entonces, Kallus empezó a planear una trampa que le permitiría capturar a los rebeldes. Los rebeldes, mientras tanto, llevaron los suministros robados al campamento de refugiados conocido como Ciudad Tarkin, nombrado en referencia al Gran Moff Wilhuff Tarkin, Gobernador de los Territorios del Borde Exterior;[1] Tarkin había desalojado a los refugiados de sus casas en una comunidad agrícola de Lothal.[6] Una vez en Ciudad Tarkin, los rebeldes entregaron alimentos a los refugiados, mientras Jarrus y Syndulla llevaban las cajas de blásteres robados a Vizago. El señor el crimen les pagó en dinero e información: la potencial localización de los prisioneros wookiees. Sin que lo supieran los rebeldes, no obstante, esa información era un cebo tendido para la trampa de Kallus.[1]

La misión de rescate[]

La trampa de Kallus[]

«Si lo único que haces es luchar por ti mismo, entonces tu vida no vale nada.»
―Hera Syndulla, a Ezra Bridger[fuente]

Aunque Vizago fue incapaz de determinar las identidades de los prisioneros wookiee a los que había localizado, y no estaba seugo de si eran los wookiees que los rebeles pretendían conocer,[5] Jarrus puso en marcha un plan que permitiría al equipo rescatar a los esclavos.[1] El Espíritu se abrió paso hasta la ubicación del Transporte 651,[4] un crucero clase Gozanti Imperial, donde se encontraban retenidos los wookiees según la información de Vizago. El Espíritu salió del hiperespacio cerca del crucero y, cuando fue contactada por el crucero, Synulla afirmó que pretendían entregar a otro esclavo wookiee. El oficial Imperial con el que se comunicaron no tenía conocimiento de tal transferencia, por lo que Syndulla mintió y afirmó que seguía las órdenes del Gobernador Tarkin para entregar al wookiee y que, si el oficial no la creía, podía hablar él mismo con Tarkin. Como resultado, el crucero permitió al Espíritu acoplarse a él.[1]

Rare Hairless Wookiee

Jarrus y Wren intentan hacer pasar a Orrelios por un «wookiee sin pelo».

Cuando hubieron atracado, dos soldados de asalto recibieron a los rebeldes a las puertas de su nave. Jarrus y Wren presentaron a Orrelios a los soldados de asalto, intentando hacerlo pasar por un «raro wookiee sin pelo». Pensando que no creerían su engaño, Orrelios atacó a los soldados de asalto y los dejó inconscientes, permitiendo a los rebeldes continuar. Jarrus y Orrelios se dirigieron hacia lo que creían que era la localización de los wookiees, aunque en realidad se dirigían a una emboscada Imperial, puesto que Kallus había tendido una trampa a los rebeldes. Wren, mientras tanto, se abrió paso a la sala de control con el droide astromecánico C1-10P, también conocido como «Chopper», para desactivar la gravedad artificial del crucero.[1]

Mientras proseguía la misión, el Destructor Estelar de Kallus, el Justiciero, salió del hiperespacio, indicando a Syndulla y a Bridger, que también se encontraba en la cabina del Espíritu, que habían caído en una trampa. El Destructor Estelar capturó al Espíritu, que todavía se encontraba conectado al Transporte 651, y Kallus y sus soldados de asalto se prepararon para abordar el carguero para hacer frente a los rebeldes. Syndulla instó a Bridger a dirigirse al crucero para advertir a los demás de que todo se trataba de una trampa, pero Bridger inicialmente se negó, afirmando que no arriesgaría su vida por alguien a quien acababa de conocer. Tras unos momentos de consideración, no obstante, Bridger corrió hacia el crucero, donde encontró a Jarrus y Orrelios y les advirtió del ataque inminente.[1]

Sin embargo, Bridger no llegó lo bastante pronto, y el trío fue rápidamente emboscado por soldados de asalto. Mientras el Agente Kallus avanzaba hacia ellos, Wren y Chopper desactivaron con éxito la gravedad artificial, haciendo perder el equilibrio a los Imperiales y dando a los rebeldes una oportunidad para escapar. La gravedad fue restaurada para cuando los rebeldes llegaron a la esclusa de aire, y empezaban a abordar la nave. Bridger intentó subir a bordo también, pero fue apartado a un lado por Orrelios, que intentó subir primero a la nave. Como resultado, Bridger fue capturado por el Agente Kallus, obligando a Orrelios a dejar al chico atrás para que el resto de rebeldes pudieran escapar. Mientras el Espíritu partía, Wren activó un explosivo que había colocado en el crucero Gozanti, destruyéndolo.[1]

Rescatando a Bridger[]

«Soy el Agente Kallus del Buró de Seguridad Imperial. ¿Y tú eres?»
«¡Jabba el hutt! Mira, he conocido a esos tipos hoy mismo. Yo no sé nada.»
«No estás aquí por lo que sabes, Jabba. Estás aquí para ser usado como cebo a nuestra llegada a Lothal.»
―Kallus y Bridger[fuente]

Los Imperiales pusieron a Bridger en una celda tras su captura, donde se le acercó el Agente Kallus, quien informó al chico de que sería usado como cebo para capturar a los rebeldes tras su regreso a Lothal. Aunque Bridger—que afirmó sarcásticamente ser el señor del crimen Jabba el hutt—pensó que ese plan era inútil, puesto que no creía que alguien pudiera estar dispuesto a poner su vida en peligro para salvar la de otros, la tripulación del Espíritu celebró una votación acerca de si regresar o no a por Bridger. Orrelios y Wren creían que era demasiado tarde para el chico y que sería usado como cebo, mientras que Syndulla y Chopper votaron a favor de rescatarlo. El voto decisivo quedó en manos de Jarrus, que decidió que regresarían al Destructor Estelar y organizarían una misión de rescate.[1]

Sin esperar que alguien acudiera en su rescate, Bridger engañó a los soldados de asalto que lo custodiaban en la entrada de la celda. Una vez estuvieron dentro, Bridger salió de la celda rápidamente y encerró a los soldados de asalto dentro, antes de dirigirse a la sala de almacenamiento. Bridger recuperó su equipo que los Imperiales le habían arrebatado y robó un casco de cadete Imperial, con el que pudo escuchar las comunicaciones de a bordo del Justiciero—incluido cómo los wookiees estaban siendo trasladados a trabajar en las minas de especias del planeta Kessel. Mientras escuchaba, Bridger también escuchó que uno de los soldados a los que había engañado, LS-005, informaba de que el chico había escapado. Bridger se abrió paso por el sistema de ventilación de la nave, mientras que Kallus descubrió que los rebeldes habían regresado, sorprendiendo a Bridger.[1]

Ezra Reunites with Rebels

Bridger se reúne con los rebeldes a bordo del Justiciero.

El Espíritu atracó en uno de los hangares de la nave, y los Imperiales inmediatamente acudieron a su posición. Jarrus, Wren y Orrelios partieron de la nave para encontrar a Bridger, mientras Syndulla se quedaba atrás custodiando el Espíritu. Antes de dejar el hangar, Wren pintó su símbolo personal, un ave estelar naranja, en el suelo del hangar, imbuido en residuos explosivos. Los rebeldes a penas salieron del hangar cuando Bridger saltó de un conducto de ventilación y los Imperiales los alcanzaron. Con Kallus casi encima de ellos, los rebeldes y Bridger se retiraron al Espíritu. Kallus y sus soldados de asalto dispararon contra la nave, que a pesar de todo emprendió su huida. Cuando los rebeldes estuvieron a bordo del Espíritu, Wren activó su explosión, que abrió un agujero en el hangar y liberó a varios soldados de asalto en el espacio; Kallus casi pereció antes de que la brecha pudiera ser sellada. En el caos, el Espíritu pudo escapar.[1]

Liberando a los wookiees[]

«Todos los soldados, concentrad el juego en… en el Jedi.»
―El Agente Kallus, después de que Jarrus se revele a sí mismo como un Jedi[fuente]

El Espíritu saltó al hiperespacio tras escapar del Justiciero, y Bridger informó al equipo de que había descubierto que los wookiees estaban siendo llevados a Kessel. Los rebeldes explicaron a Bridger, que no sabía qué eran las minas de especias, que trabajar en las duras minas era una sentencia de muerte segura para los wookiees, que habían nacido en un planeta selvático. Los rebeldes decidieron organizar otro intento de rescate, lo cual Kallus sospechaba, puesto que había averiguado que el casco que Bridger había llevado en el Justiciero había tenido su sistema de comunicaciones activado mientras los Imperiales hablaban de los prisioneros wookiees.[1]

Ghost Fires on Stormtroopers

Soldados de asalto son atacados por el Espíritu.

Los rebeldes se abrieron camino hasta Kessel, donde los prisioneros wookiee habían llegado a la mina de especias K76. Los soldados de asalto que custodiaban a los esclavos, incluido Wullffwarro y su hijo, Kitwarr, condujeron a los prisioneros hacia las minas mientras el Espíritu descendía del cielo, disparando contra las tropas Imperiales. El Espíritu se cernió sobre la mina, permitiendo a Jarrus, Orrelios, Wren y Bridger salir de la nave y enfrentarse a los soldados de asalto. Los tres rebeldes veteranos dispararon contra los soldados de asalto, manteniéndolos ocupados mientras Bridger se movía tras ellos discretamente, aprovechando la distracción para empezar a liberar a los wookiees. Con los wookiees liberados, los antiguos prisioneros se unieron a la lucha contra los soldados de asalto, lo cual ayudó a los rebeldes a derrotarlos.[1]

Poco después de que los wookiees fueran liberados, se aproximaron tres cazas TIE y dispararon contra el Espíritu. Aunque el Espíritu derribó a uno de ellos, pronto se les unieron el Agente Kallus y sus tropas, que iban a bordo de un crucero clase Gozanti. El Espíritu alejó a los cazas TIE, mientras Kallus y sus soldados de asalto salían del crucero. Mientras el Espíritu se enfrentaba y destruía a los cazas TIE, los soldados de asalto hicieron refugiarse a los rebeldes y a los wookiees tras un grupo de cajas, que los rebeldes y los wookiees usaron como protección. Jarrus y Syndulla hablaron mediante sus comunicadores y Jarrus le instó a marcharse, pero ella se negó a dejarlos atrás. En su lugar, Jarrus le pidió que llevara a cabo una recogida 22, que consistía en que los rebeldes y los wookiees entrarían en un contenedor de carga para poder ser recogidos por la nave.[1]

Para dar a los demás la oportunidad de esconderse en los contenedores, Jarrus dio un paso al frente de las tropas Imperiales y encendió su sable de luz, revelándose como Jedi. Kallus y los soldados de asalto concentraron el fuego en Jarrus, mientras que los rebeldes y los wookiees pudieron entrar en los contenedores de carga. Bridger, mientras tanto, corrió detrás de Kitwarr, que había abandonado la zona y estaba siendo perseguido por un soldado de asalto. La persecución los condujo a un puente por encima de las minas profundas. Por su parte, los rebeldes entraron con éxito en los contenedores con los wookiees y fueron recogidos por el Espíritu, que había eliminado a los cazas TIE. En el puente, Bridger pudo deshacerse del soldado de asalto disparándole con un tirachinas de energía, tirándolo del puente. Bridger y Kitwarr fueron acorralados brevemente por Kallus, quien—tras presenciar a Bridger usando la Fuerza para saltar sobre el soldado de asalto—asumió que el chico era el aprendiz Padawan de Jarrus. Bridger y Kitwarr fueron rescatados cuando Jarrus, en pie sobre el Espíritu, llegó para salvarlos. Con todo el mundo a bordo, el Espíritu abandonó Kessel.[1]

Consecuencias[]

«Dice que si alguna vez necesitamos ayuda, contemos con los wookiees.»
―Sabine Wren, traduciendo a Wullffwarro[fuente]
Wullffwarro Offers to Help

Wullffwarro se ofrece a ayudar a los rebeldes, si alguna vez necesitan ayuda.

Habiendo escapado de Kessel, los wookiees—incluidos Kitwarr y Wullffwarro—se reunieron a bordo del Espíritu. La nave se reunió con una cañonera antiesclavista Auzituck, que se ancló al Espíritu y subió a los wookiees a bordo. Como los rebeldes habían asegurado su libertad, Wullffwarro les dijo que, si alguna vez los rebeldes necesitaban ayuda, los wookiees les prestarían su ayuda. La nave wookiee partió, y el Espíritu regresó a Lothal donde los rebeldes pretendían devolver a Bridger a su hogar. Como Bridger no tenía familia, no obstante, y debido a su evidente sensibilidad a la Fuerza, Jarrus ofreció al chico la oportunidad de quedarse con ellos y ser entrenado en los caminos de los Jedi. Bridger tuvo que considerar si quería partir con los rebeles, y finalmente decidió hacerlo y convertirse en el aprendiz de Jarrus.[1]

Debido a la presencia de un Jedi entre los rebeldes, Kallus contactó con el Gran Inquisidor, un cazador de Jedi encargado por el Imperio de encontrar y matar a cualquier Jedi que hubiera sobrevivido a la destrucción de la Orden Jedi. Kallus informó al Inquisidor de que Jarrus lideraba la célula rebelde, información que el Gran Inquisidor utilizó para cumplir las órdenes de su maestro, Darth Vader, de destruir a cualquier Jedi superiviviente.[1] Esto condujo a diversos encuentros con el Gran Inquisidor, que intentó matar a Jarrus y Bridger en el planeta Stygeon Prime;[7] así como en una confrontación en Fuerte Anaxes, una base en un asteroide antaño usada por el Gran Ejército de la República durante las Guerras Clon.[8] Los rebeldes también llamaron la atención del Senador Bail Organa del planeta Alderaan,[2] así como del movimiento rebelde que él ayudaba a liderar por toda la galaxia.[9] Organa se convertiría en uno de los fundadores de la Alianza para Restaurar la República, en cuya creación posteriormente la tripulación del Espíritu estaría implicada.[10]

Entre bastidores[]

La misión para rescatar a los wookiees en Kessel apareció por primera vez en Star Wars Rebels: La Chispa de la Rebelión, una película televisiva de una hora que sirvió como estreno de la serie de televisión animada Star Wars Rebels,[1] que se estrenó el 3 de octubre de 2014.[11]

Apariciones[]

  • Star Wars Rebels webcomic
  • Star Wars Rebels: La Chispa de la Rebelión (Primera aparición)
  • Spark of Rebellion: A Star Wars Rebels Cinestory Comic
  • The Rebellion Begins
  • Who Are the Rebels?
  • Ezra's Wookiee Rescue
  • Droids in Distress libro
  • The Secret Jedi: The Adventures of Kanan Jarrus: Rebel Leader
  • Star Wars Rebels: The Ultimate Guide
  • SWRM «Return of the Slavers»—Star Wars Rebels Magazine 5 (Solo mencionado)
  • SWRM «A Time to Survive»—Star Wars Rebels Magazine 27 (Solo en mención indirecta)

Fuentes[]

Notas y referencias[]



 La versión original de este artículo, o parte del mismo, fue traducida de Wookieepedia, ver autores
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