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Este artículo trata sobre un tema incluido en las Leyendas.


«¿Conoces el planeta con el núcleo expuesto que viste al volar hacia acá?»
Atton Rand[fuente]

Peragus II era un planeta del Borde Exterior que era una fuente importante de combustible para motores de baja calidad. Los primeros intentos de extraer el combustible del planeta resultaron en la casi destrucción de Peragus II, y el particular hueco que exponía su núcleo. Después de los eventos del 3.951 ABY, cuando la Instalación Minera Peragus fue destruida, los intentos mineros posteriores fueron virtualmente abandonados.

Historia[]

Aproximadamente en el 4.000 ABY, una colonia minera de combustible se estableció en Peragus II. Sin embargo duró poco, pues un disparo accidental de bláster ocasionó una explosión de las sustancias inflamables en la corteza y manto de Peragus II, tan poderosa que convirtió un gran trozo del planeta en un campo de asteroides y expuso su núcleo.[1]

No se hicieron más intentos por colonizar el planeta, y la recién construida Instalación Minera Peragus extrajo combustible de uno de los asteroides, cavando profundamente en éste.[2] Para prevenir una repetición del desastre de Peragus II, se prohibieron los blásters en la instalación. Los droides mineros usaban blásters de bajo poder, y los mineros usaban armas más seguras, como cargas sónicas y iónicas, para defensa propia.[1] Para permitir que los cargueros se acoplaran con seguridad, las cartas de astrogación constantemente se actualizaban para reflejar los movimientos de los asteroides y eran transmitidas a las navicomputadoras de las naves que se acercaban.[2]

En el 3.951 ABY, Peragus era el único exportador de combustible en su sector.[2] Después de la Guerra Civil Jedi, Telos IV dependía de este recurso para mantener a la Estación Ciudadela en órbita, y con los elementos más humanitarios del Senado Galáctico poniendo sus carreras en riesgo con el proyecto de restauración,[3] cualquier interrupción de trabajo en la Instalación Minera Peragus probablemente tendría repercusiones mayores en toda la República. Si el suministro de combustible se ponía en peligro, la Estación Ciudadela se arriesgaba a caer a la superficie del planeta, condenando a los esfuerzos de restauración ahí y por todo el Borde Exterior.

Escaramuza en Peragus II[]

En el 3.951 ABY el Halcón de Ébano, un pequeño carguero seriamente dañado por un ataque Sith, se dirigió hacia el sistema Peragus. A bordo estaban Kreia y la Jedi Exiliada, ambos inconscientes, y T3-M4, un pequeño droide astromecánico que pudo lograr que la nave pasara por el cinturón de asteroides. El personal de la instalación atrajo al carguero con un rayo tractor,[1] mas nadie sabía del desastre que estaba a punto de pasar.

Un polizón HK-50 Cazador de Jedi, que había incapacitado a la Exiliada en la nave de guerra de la República Heraldo poco antes de que fuera apropiada por los Sith, desactivó a T3 y se presentó como el droide de protocolo de la Exiliada. Buscando ser "útil", se le asignaron tareas apropiadas mientras su ama se recuperaba en la bahía médica.[1]

El droide asesino le dijo al administrador de la postura de la Exiliada con los Jedi, así que él trató de que la República la recogiera tan pronto como fuera posible, temiendo que hubiera problemas con los mineros.[1] Sin embargo, eventualmente se divulgó la información y mineros como Coorta propusieron llevarla a Nar Shaddaa para obtener la recompensa que Goto pagaba por los Jedi. Para mantener a la Exiliada pasa sí mismo, HK-50 comenzó a sabotear las instalaciones al iniciar explosiones, provocar accidentes y reprogramar droides mineros para atacar a los mineros. El oficial de mantenimiento, con quien HK-50 trabajaba, no pudo encontrar la fuente de los desperfectos y murió con el resto de los mineros cuando el droide causó un confinamiento de emergencia para sellar el hangar e impedir que Coorta escapara de la instalación con la Exiliada.[1]

Cuando la Exiliada finalmente despertó, ella se enteró de lo ocurrido al ver los holoregistros de los mineros mientras trataban desesperada pero inútilmente de anular los sistemas de seguridad de la estación. Los Sith llegaron a bordo del Heraldo, con lo que ahora ya había un medio de pasar al hangar, y la Exiliada, con la ayuda de Kreia y Atton Rand, destruyó a HK-50 y fue hacia el Halcón de Ébano, que irónicamente el droide había hecho reparar para escapar en éste.[1]

Mientras ellos se dirigían a la nave desde el puerto de acoplamiento del Heraldo, Asesinos Sith los acecharon y Kreia tuvo que pelear con Darth Sion para permitir que los otros escaparan al hangar a través de la línea de combustible. Cuando un disparo del Herlado le dio a un asteroide, éste explotó junto con el resto del campo de asteroides y la instalación devastada. El Halcón de Ébano y Darth Sion apenas escaparon de la detonación.

Consecuencias[]

La destrucción de la estación minera tuvo un impacto mayor al que la Exiliada probablemente se imaginaba. Aunque la explosión técnicamente fue culpa de HK-50 y los Sith, a la Exiliada se le culpó repetidamente de ella, primero por el teniente Dol Green y después por Atris[4] y G0-T0.[5] Sin embargo, cuando el gobierno telosiano completó su inspección de los restos de la instalación Peragus, los registros obtenidos del sabotaje hincaron que los mineros habían muerto como resultado de sabotaje, que comenzó cuando la Exiliada y sus compañeros estaban incapacitados o encarcelados.[6]

Para salvar a la Estación Ciudadela y el Proyecto de Restauración de Telos, la Exiliada, en nombre de Grenn y el Consejo Telosiano, persuadió a Vogga el hutt de comenzar a proveer a la República combustible de Sleheyron. Esto era algo a lo que G0-T0 se oponía fuertemente, pues creía que los tratos con los hutts llevarían a la bancarrota a la República,[5] pero al final, esta probó ser la única manera de asegurar la finalización con éxito del proyecto y el futuro de Telos.

Entre bastidores[]

  • El planeta Peragus II a menudo es confundido con la Instalación Minera Peragus. Añadiendo más confusión, los desarrolladores de Knights of the Old Republic II llamaron a las búsquedas recibidas en la instalación como "Peragus II".
  • En Knights of the Old Republic II, el jugador tiene la opción de hacer que el Halcón de Ébano le dispare a los asteroides. Elegir esta acción, en vez de dejar que el Heraldo dispare, le da a la Exiliada Puntos del Lado Oscuro.

Apariciones[]

Notas y referencias[]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 The Sith Lords: Holoregistros de la Instalación Minera Peragus.
  2. 2,0 2,1 2,2 The Sith Lords: Primera conversación con Atton Rand.
  3. The Sith Lords: Conversación con Terena Adare.
  4. The Sith Lords: Primera conversación con Atris
  5. 5,0 5,1 The Sith Lords: Conversación con G0-T0.
  6. The Sith Lords: Conversaciones con Dol Grenn.
 La versión original de este artículo, o parte del mismo, fue traducida de Wookieepedia, ver autores
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