Reconstituyente NM-K

Losreconstituyentes NM-K, también llamados nano-droides, fueron un tipo de droide microscópico usado principalmente en la fabricación electrónica. Con sólo 1.5 nanómetros de longitud, los nano-droides eran indetectables, salvo con sensores específicos. Los droides se almacenaban en una suspensión de fluidos de transferencia electrolítica, y los trabajadores los aplicaban a materiales con un hisopo o rodillo. Si se reprogramaban ilegalmente, los reconstituyentes NM-K eran capaces de reconstituir la materia basada en carbono en configuraciones peligrosamente inestables, con el potencial de crear explosiones violentas. Debido a tales aplicaciones mortíferas, los nano-droides estaban estrictamente regulados por la ley de la República Galáctica y prohibidos fuera de usos industriales estrechamente supervisados.^[3]

Hacia el final de las Guerras Clon, Letta Turmond, bajo la guía de la Jedi Barriss Offee, alimentó con nano-droides a su marido, un trabajador del Templo Jedi llamado Jackar Bowmani, y lo usó para cometer un atentado en el hangar del Templo Jedi.^[4] La explosión resultante mató a Bowmani y a veinticinco personas más, con docenas de heridos y graves daños en el hangar.^[3]

En el 9 DBY, Helgait, el Jefe de Seguridad del planeta Plazir-15, también organizó una conspiración saboteando un lote del lubricante para droides Nepenthé con los reconstituyentes NM-K que había adquirido ilegalmente, causando que los droides que usaban este lubricante fueran reprogramados y actuaran agresivamente contra sus amos humanos.^[1]